Decenas de bovinos de todas las categorías murieron en campos del centro y sur de la provincia de Buenos Aires y La Pampa por la intoxicación en el pastoreo de sorgo, raigrás y festuca. Las principales causas están vinculadas a la ola de calor y la imposibilidad de eliminar el estrés calórico de una manera efectiva.
Ante esta situación, los especialistas recomiendan a los productores ganaderos atender este tipo de situaciones para poder proteger a los rodeos vacunos del impacto que produce el exceso de temperaturas y humedad. Algunas de las medidas recomendadas son la generación de buenas condiciones de agua para la hidratación, proveer sombra a los animales y reducir su estrés por calor.
Solo en el Partido de Rauch, provincia de Buenos Aires, la médica veterinaria Xoana Bianchi, integrante de la Comisión Directiva de la Sociedad Rural de la mencionada ciudad, aseguró que ya hubo 150 animales muertos por estas causas. Estos decesos se suman a otros tantos similares registrados –aún sin contabilizar- en distritos como Maipú, Las Flores, Ayacucho, Balcarce y Coronel Vidal, entre otros.
“La situación es bastante angustiante. En algunos casos que trabajó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) han encontrado hasta un 17 a 20% de fallecimientos del rodeo bovino en los lotes con pastura”, explicó Bianchi ante la consulta de este medio.
Allí, las muertes bovinas están asociadas –según indicaron los especialistas- al estrés calórico que sufrieron y padecieron los animales por falta de sombra adecuada en los distintos campos y también por la falta de acceso al agua potable. Los animales fallecidos pertenecen a todas las categorías vacunas de entre 30 a 230 kilogramos de peso.
La primera alerta de la temporada fue registrada a principios de la semana pasada en La Pampa, más precisamente en campos situados en el departamento de Toay, donde repentinamente se registró un golpe de calor. Por este motivo, murieron alrededor 30 animales vacunos a causa de la intoxicación por pastoreo con sorgo de Alepo.
Recomendaciones
Para los ganaderos, la principal recomendación es atender los lineamientos que propone el Índice de Temperatura y Húmeda (ITH), elaborado por técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la ciudad bonaerense de Balcarce. Estos indicadores son los más empleados para atender las situaciones medioambientales que deben soportar los bovinos en las zonas afectadas por la ola de calor, donde los niveles de estrés crecen día a día con la persistencia de las altas temperaturas. Ahora rige un estado de alerta hasta mediados de la semana.
Según los especialistas, la hora más crítica para los animales suele producirse entre las 15 y 17 horas. Es decir, considerando los rangos del ITH, son valores superiores a un nivel de 68 a 72 que ocasionan disconfort térmico para los ejemplares a campo. Sin embargo, en los meses estivales, dicha franja horaria crece desde las 8 de la mañana hasta la medianoche.
Al respecto, Bianchi explicó: “Esto va más allá de las altas temperaturas, ya que se tienen que combinar varios factores para que esto suceda. Generalmente, dichos animales consumen festuca tóxica contaminada con un hongo, o también puede ser pasturas o campo natural que esté contaminado con ‘clavisa purpurea’, que es otro hongo que produce básicamente herbo-alcaloides, lo que impide que el animal disipe el calor”.
Por otro lado, Bianchi agregó: “Aquí hubo muertes, pero también viene perjudicando a los animales con pérdida de peso que dejan de consumir. Cuando se hagan los tactos con el tema de la preñez también vamos a tener novedades a ese respecto. Los fallecimientos generalmente se dan en campos donde no hay sombra y pueden tener acceso al agua, pero el líquido no solo tiene que estar en cantidad sino en calidad. Y en los campos de la Cuenca del Salado suele tener aguas más duras o saladas, y eso afecta. Se aconseja triplicar en estos campos la superficie de las aguadas”.
Según advierten los especialistas, en los años de sequía se concentra la toxicidad del hongo en la plantas como la festuca, sorgo o raigrás, las cuales son excelentes pasturas en la Cuenca del Salado. Por ello, se recomienda planificar y previo a cada temporada estival, se realice un análisis en laboratorios del INTA o bien privados sobre la situación de cada campo. Así, mediante la planificación se puede limpiar los lotes contaminados por pasturas nuevas.
Sin duda, en los campos falta sombra para los animales, por lo que se recomienda protegerlos a través de árboles o de algún modo estructural. Asimismo, en las horas de calor se insta a no mover animales (o hacerlo temprano o a última hora) y evitar los encierres. Además, cambiar los horarios de comida para la mañana temprano o por la tardecita para así evitar la digestión bovina a plena luz de sol.