La campaña agrícola se fortalece con las últimas precipitaciones que beneficiaron a muchas regiones productivas del país y a partir de esto existen buenas perspectivas para la próxima cosecha gruesa. Hubo lluvias con más de 100 milímetros caídos y que llegaron a lugares que estaban necesitando un buen caudal de agua, como el norte de Córdoba, oeste de Buenos Aires y este de La Pampa.
Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las precipitaciones que se registraron entre el 19 y el 21 de este mes, fueron diferentes a las anteriores, ya que se formó un frente activo de una gran anchura. El traslado de aire húmedo y caliente del Atlántico y la Amazonia fue mucho más importante que en otras ocasiones y se impuso a las limitaciones de las circulaciones frías del sur de Argentina.
Las precipitaciones tuvieron una mayor intensidad en gran parte del sur de Corrientes y norte de Entre Ríos, con registros por encima de los 50 milímetros, formando una lengua que atravesó el centro de Santa Fe con importantes acumulados, como en Sunchales con 146 milímetros y en Rafaela 88 milímetros.
Además, hubo un destacado nivel de precipitaciones en el noreste de Córdoba, donde se destacó la zona de Villa María del Río Seco con 85 milímetros y Pozo del Molle con 80 milímetros, lo que provocó enormes beneficios al maíz y la soja que estaban mostrando signos de escasez de lluvias.
Otras de las regiones productivas que se beneficiaron por las últimas lluvias, fueron el centro de Chaco y el sur de Santiago del Estero, donde en la ciudad capital cayeron 35 milímetros. En Chaco, hay que mencionar a los distritos de Roque Sáenz Peña con 90 milímetros, Resistencia con 58 milímetros y Las Breñas con 66 milímetros.
Otras zonas
El informe de la BCR, también destacó que el centro del país solamente recibió el “coletazo” de esta tormenta, aportando milímetros al oeste de la provincia de Buenos Aires y este de La Pampa. Según los registros de la bolsa rosarina, cayeron 105 milímetros en General Pico, 98 milímetros en General Campos, 75 milímetros en Saladillo, 45 milímetros en Daireaux, y 53 milímetros en Pehuajó.
Todo lo contrario está sucediendo en el sur del territorio bonaerense, que continúa pendiente de precipitaciones, impactando negativamente en la productividad de la región.
Los especialistas de la BCR, explicaron tras esta situación de precipitaciones, “el verano de noches y mañanas frescas puede haber llegado a su fin con este nuevo comportamiento que manifestaron las precipitaciones en Argentina, y ya no habría alivio de las altas temperaturas pero para los cultivos es una gran noticia”.
Y agregaron: “Todo esto cobra gran importancia en un año neutro, dónde la actividad del Océano Pacífico no suma humedad y aún siguen quedando regiones que no se recobraron de la falta de agua que dominó durante medio año. A pesar de las grandes dificultades con la que empezó la siembra de granos gruesos, otra semana de lluvia y cambios que van a favor de los pronósticos de tormentas afianzan un escenario de alta productividad en semanas claves de la campaña gruesa”.
Impacto en la campaña agrícola
Esta situación de importantes precipitaciones impactó positivamente en la campaña de maíz y soja. Según las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, la cosecha de maíz podría llegar a 49 millones de toneladas, dos millones de toneladas más de lo que se esperaba hace un mes atrás y se podría transformar en la segunda mejor marca productiva.
Por otro lado, el regreso de las precipitaciones también significó una muy buena noticia para la soja, aunque hay zonas que siguen afectadas por la falta de humedad en los suelos, como el sur de Buenos Aires. Hasta el momento faltan por sembrar 500 mil hectáreas de las 17.700.000 hectáreas proyectadas para la presente campaña, y con una estimación de cosecha nacional que podría superar las 54 millones de toneladas.
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