El sector de la carne del país sigue de cerca el impacto que están teniendo los incendios en Australia, que afectan a millones de hectáreas en zonas rurales o urbanas localizadas principalmente al sudeste de este país.
Aún se desconoce cual será el efecto que tendrá sobre la ganadería, -cuyo relevamiento demorará meses-, ya que las áreas afectadas, según datos del Instituto de Promoción de Carnes y Ganado Australiano, concentran cerca del 20% de los rodeos vacunos del país.
Para las especialistas, María Belén Collati y María Julia Aiassa, de la consultora Big River, Australia se presenta como “un nuevo Cisne Negro en el comercio mundial de carnes, ya que el efecto de los incendios provocarán nuevos reacomodamientos en el mapa mundial de las exportaciones cárnicas”.
Se instó también a tener en cuenta que a partir del 1 de enero, los cortes de carne bovina de Australia pueden ingresar a China con un arancel del 4,8% (con un recorte de 1,2 puntos porcentuales) gracias al Tratado de Libre Comercio vigente entre ambos países. Para el caso de la res entera o bien media res, la misma podrá ingresar con un tributo del 10% (con un recorte de 2,5 puntos porcentuales que regía hasta diciembre pasado). Gracias a este acuerdo comercial, China aceptó que para el 2024 ya ningún embarque de carne vacuna australiana pagará aranceles por su ingreso.
Australia es por lejos el principal proveedor del sudeste asiático, donde Japón encabeza la demanda en la región, aunque el “Efecto China” obligó a redireccionar ventas, motivo que llevó a este país de Oceanía a concretar durante el 2019 exportaciones de carne vacuna “excepcionales”: hasta noviembre pasado, el volumen total de exportación se situaba en 1,11 millones de toneladas peso producto, acumulando un crecimiento del 18% interanual.
Si bien destinos como Estados Unidos e Indonesia se han mantenido estables, el resto de los mercados han caído como resultado del aumento de la demanda de China. La participación de China en sus exportaciones ha aumentado del 14% en 2018 al 24% en los primeros 11 meses del 2019, compitiendo fuertemente con Japón el cual, de sostenerse los volúmenes exportados durante diciembre, podría terminar perdiendo el primer lugar entre los principales compradores de carne de vacuna australiana.
Diversificación de las exportaciones
Asimismo, en el último año, Australia, inició un proceso de diversificación de destinos: allí comenzó con la búsqueda de nichos en mercados como vía para sostener sus niveles de competitividad, maximizando retornos y minimizando la exposición a los vaivenes del mercado. Así logró abrir cincuenta nuevos destinos durante el 2019.
En el informe presentado por el Rosgan, “un factor no menor en esta consideración radica en que Australia representa uno de los proveedores de carne proveniente de animales alimentados a pasto. Esto puede significar una gran oportunidad para productores como Brasil, Argentina o Uruguay, fuertemente orientados a la producción pastoril”.
Y además el informe sostiene: “Un gran interrogante en cuanto a la capacidad de respuesta de estos proveedores ante el exponencial crecimiento del consumo de carnes rojas que exhiben la mayoría de los países asiáticos a los que actualmente provee Australia, situación que podría llegar a aumentar la penetración de carnes provenientes de animales de feedlots, siendo Estados Unidos el candidato mejor posicionado”.