El agro argentino no solo es una fuente de ingreso de dólares para el país. Según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el campo: “es un engranaje fundamental de la economía argentina, un sector competitivo, principal exportador del país, gran generador de empleo a lo largo de todas las cadenas agroalimentarias y un importante contribuyente a las arcas públicas”.
A modo de ejemplo, el estudio explica que el sector genera de manera indirecta 2 de cada 10 puestos de trabajo privado (22% del empleo privado nacional): un total de 3,7 millones personas empleadas.
Nicolle Pisani Claro, economista e investigadora de la Fundación, afirmó: "Si analizamos la producción de granos en la Argentina, una parte se destina al agregado de valor interno y otra a la exportación. Si pensamos en términos del mercado externo, el empleo que genera cada barco de granos sustenta a 110 familias”.
Es así que durante 2018 por cada embarcación se generaron 238 empleos, dando sustento a más de cien familias argentinas. Según explicaron fuentes de la fundación, las cifras se obtuvieron considerando un barco Panamax con capacidad promedio de 50.000 toneladas de granos, y la cantidad de familias se obtuvo por medio de la tasa de actividad nacional publicada por el Ministerio de Trabajo de la Nación.
En diálogo con Infobae, David Miazzo, economista jefe de FADA, dijo que estas cifras resumen dos cuestiones “muy necesarias”, para el desarrollo a mediano y largo plazo de la Argentina: la generación de divisas y la generación de empleo.
“La salida real y genuina a las crisis recurrentes de nuestro país se deben a la conjunción de estas dos variables. El desarrollo se obtiene generando más producción y más exportación, no sólo de productos como granos, sino que también de empleo. Generar trabajo genuino, competitivo y privado es la primera política social que se debe implementar: mientras más exportamos, más dólares y empleo generamos, y por eso es muy importante asociar el concepto de exportación con la idea de trabajo”, explicó el profesional.
Además, el informe revela que en un año se sembraron 36,5 millones de hectáreas: el equivalente a 51 millones de canchas de Estudiantes de La Plata
“Si ponemos nuestros granos en camiones, la fila daría dos vueltas al mundo. La Argentina produjo 109 millones de toneladas de granos en 2018, con una caída del 18% si lo comparamos con el trabajo anterior”, destaca el informe.
Otros datos sobre el campo argentino
El documento explica además, que las cadenas agroalimentarias son una parte muy importante para el desarrollo del país, tanto por su función social de generación de empleo como por su función económica de generación de valor agregado, recaudación y divisas. Así, 6 de cada 10 dólares que exporta la Argentina provienen de las cadenas agroalimentarias (lo que significa un total de 60% del total de las exportaciones nacionales). Además, 1 de cada 10 pesos del Producto Bruto Interno (directo) provienen del sector, y 1 de cada 9 pesos de la recaudación tributaria de la AFIP.
Estos resultados son calculados a partir de datos del año 2018, cuando Argentina produjo 109 millones de toneladas de granos, 5,7 millones de toneladas de carne (aviar, vacuna y porcina), 10.526 millones de litros de leche, 3.858 millones de litros de biocombustibles, 1.452 millones de litros de vino y muchas otras producciones, entre ellas frutas, hortalizas y alimentos.
“Para reflejar el impacto indirecto de las cadenas agroalimentarias en la economía argentina, se puede medir, por ejemplo, el aporte tributario de los fletes para el traslado de la producción de granos y carnes. Es así que se necesitan 4,8 millones de viajes para el traslado de los granos y carnes argentinas. Los fletes de carnes y granos aportaron 2.517 millones de dólares que se vuelcan a la economía (y generan empleo), más 950 millones de dólares en aporte tributario”, concluyó Miazzo.
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