Más allá del impacto de una severa crisis económica, los productores agropecuarios no detuvieron sus niveles de inversión en nuevas tecnologías, ya que hubo un importante efecto de la cosecha récord de la campaña anterior que fue de casi 147 millones de toneladas.
Uno de los sectores beneficiados por el aumento de la producción de granos y oleaginosas, fue el de la maquinaria agrícola.
Según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el tercer trimestre de este año los niveles de ventas de maquinaria agrícola crecieron en comparación a igual período del año pasado.
Las cosechadoras fueron las de mayor incremento, con un 53,9% interanual. Por su parte, los tractores aumentaron un 39%; los implementos agrícolas un 19,9% y las sembradoras un 13,4%.
Además, esto fue determinante para el incremento del 98,5% de la facturación, que entre julio y septiembre alcanzó casi los 14.996 millones de pesos, en relación al mismo trimestre del año pasado.
Por otro lado, un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), señaló que en 2018 la producción de maquinaria agrícola presentó una baja del 25% en comparación con 2017, alcanzando un total de 4005 unidades producidas, sin tener en cuenta los implementos agrícolas.
Ventas y facturación de 2018
Por su parte, las ventas totales del año pasado se ubicaron en un volumen de 15.947 unidades, registrando una baja del 30% en comparación con 2017.
En base a dichas ventas, la industria de la maquinaria agrícola aportó un total de 1.097 millones de dólares, un 40% de caída en la facturación en dólares, y por su parte la facturación en pesos, la misma tuvo una baja del 1%, significando el 67% de las ventas de maquinarias de origen nacional.
Para los economistas de FADA, “esta situación deja entrever no solo la importancia de la maquinaria agrícola como parte de las cadenas agroalimentarias y su desarrollo, sino también cómo el campo argentino invierte en bienes de capital cuando recobra rentabilidad”.