El lanzamiento del Programa para combatir el hambre que realizó el pasado lunes el candidato a la presidencia de la Nación por el Frente de Todos, Alberto Fernández, en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, desencadenó movimientos en sector agroindustrial.
Hay entidades que trabajan para presentar una alternativa a dicha iniciativa, y otras que reclaman que el Estado administre de otra manera los aportes que el sector ha realizado en concepto de impuestos en los últimos años. Una de esas entidades es la Sociedad Rural Argentina (SRA), desde donde expresaron: “No hay problema de recursos, sino de mala asignación”, aseguraron.
Ayer durante el 50° Aniversario de la Sociedad Rural de Suipacha, el presidente de la entidad, Eduardo Lawler, dijo: “Quiero y pretendo un futuro diferente para la Argentina. El hambre no apareció esta semana, está entre nosotros desde el regreso de la Democracia entre el 25 y 35%. Y al sector le han sacado dinero para combatir la pobreza. Hay que insistir en que se gaste bien todo lo que nos están sacando o lo que ya nos han sacado”.
En relación al aporte realizado por el campo, un informe de la SRA, con datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, sostiene que en 2018 la cadena de cereales y oleaginosas contribuyó con 11.500 millones de dólares en concepto de impuestos.
De ese total aportado, el 50% correspondió a retenciones que en mayor medida son abonadas por los integrantes de la cadena sojera, y el resto por los cereales y las oleaginosas. Y el otro 50% de aporte son impuestos nacionales, provinciales y municipales. Además, en los últimos tres años la contribución de estas cadenas productivas se incrementó un 15%.
Desde la rural sostienen que lo aportado por el campo significa el valor de 150 mil camiones cargados con soja, que incluye el camión y la carga, y con estos camiones habría una fila de 3.000 kilómetros de largo. Por otro lado, significan 64 buques graneleros, tipo Panamax, que es la cantidad de buques que necesita la Argentina para mover la totalidad de la producción de granos que exporta a lo largo del año.
Por último, los integrantes de la rural reflexionaron al presentar el informe: “La pobreza, el hambre, la falta de infraestructura y la baja disponibilidad de recursos para modernizar el país, no es por falta de recursos del Estado, si no por una gran falla de instrumentación de las políticas públicas utilizadas”.
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