La carne ovina se perfila como alternativa para incluir en la alimentación

Su consumo suele darse en el ámbito rural. Sin embargo, comienza a convertirse en una opción cada vez más habitual en la mesa de los consumidores urbanos

La carne ovina pertenece al denominado grupo de las carnes rojas y presenta características particulares, ya que proviene de animales criados y alimentados sobre pasturas naturales en su mayoría.

Este ámbito le provee a la carne propiedades únicas referidas a jugosidad, consistencia y suave textura. El cordero, de mayor consumo y preferencia, es un ovino menor de un año de edad, del cual se obtiene una res que oscila entre los 9 y 15 kg de peso.

Las demás categorías –borrego, oveja, capón y carnero– también son comercializables y aportan excelentes productos.

En el marco de la campaña "Alimentos Saludables", desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se destacan los siguientes beneficios nutricionales:

Proteínas: Tiene proteínas de alto valor biológico que aporta todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar, ayudando a la formación y reparación de tejidos y hormonas.

Grasa: Esta carne aporta una buena relación de grasas mono y poliinsaturadas entre las cuales se encuentran los ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6, que ayudan a prevenir problemas cardíacos, hipertensión y controlar el nivel de colesterol en sangre. La carne de cordero criado bajo el sistema pastoril comparado con el criado bajo sistemas intensivos, resulta más magra y tiene un menor aporte de grasas saturadas y de colesterol.

Vitaminas: Aporta vitamina E que actúa como protección frente a diversos agentes químicos y beta-carotenos necesarios para el crecimiento, la reproducción, el desarrollo fetal y la respuesta inmune, y propiedades beneficiosas para la piel. Otras vitaminas presentes son la B6 que influye en desarrollo cerebral durante el embarazo, la infancia y colabora con la producción de anticuerpos, y la B12 que ayuda en la formación de glóbulos rojos, y en el buen funcionamiento de las neuronas.

Minerales: Entre los más importantes se encuentra el hierro, indispensable para la formación de glóbulos rojos, y el zinc para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. También aporta potasio y fósforo.

Controles

Dentro de la cadena de producción, el Senasa habilita, controla, fiscaliza e inspecciona las plantas frigoríficas que procesan carne ovina para exportación y/o tránsito federal. Además, el organismo hace cumplir la normativa destinada al control de las condiciones higiénico-sanitarias en las plantas de faena y elaboración de alimentos para su consumo.

Asimismo, el Servicio sanitario garantiza que los establecimientos cumplan con las normativas vigentes en cuanto a infraestructura, equipamiento y procesamiento del producto, generando alimentos inocuos en resguardo de la salud pública.

En la actualidad, la cría de ovinos para la obtención de carne se encuentra en la región patagónica como la de mayor producción de carne ovina en la República Argentina.

Recomendaciones para su consumo

En relación al consumo de la carne ovina, desde el organismo sanitario fomentan el mismo para posicionarla como un alimento de ingesta habitual, al igual que otras carnes argentinas, y realizaron las siguientes recomendaciones:

• La carne debe presentar un tono rosado y grasa firme. El olor debe ser fresco y agradable.

• Una pieza de cordero crudo se puede conservar durante 3 días en la heladera o hasta 6 meses en el freezer.

• Si es carne picada de cordero debe consumirse rápidamente porque se deteriora con facilidad o conservarla en el freezer.