En la inauguración oficial de la 77° Expo Rural de Neuquén y 9° Exposición de Caballos de la Patagonia, realizada ayer en la ciudad de Junín de los Andes, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, se refirió a la situación del sector.
El dirigente agropecuario se expresó respecto a la presión impositiva. “Emana tanto de las provincias como de la Nación, con impuestos que afectan sensiblemente la competitividad. Vemos un aumento, desproporcionado en muchos casos, de impuestos provinciales que generan un impacto sumamente desfavorable sobre la actividad productiva”, dijo.
Pelegrina recordó al gobierno nacional y a los provinciales que “la recaudación no debe ser sinónimo de ahogo para el productor. La solución al déficit al cual nos trajeron tantas medidas desacertadas de la historia económica de los últimos 50 años, debe necesariamente contener un ajuste del gasto público en todos los niveles del Estado”.
“Se dieron muchísimos desaciertos y errores que hicieron eclosión el año pasado; por eso entendimos el disgusto de un Presidente al que no le gustan estas medidas pero las aplicó como solución a una emergencia. Por eso solicitamos que sean medidas transitorias”, amplió.
Y en el marco de una oportunidad que representa el inicio de la cosecha gruesa en las próximas semanas, el titular de la SRA pidió que el gobierno analice la posibilidad de disminuir la carga tributaria; ya sea a través de la eliminación de las retenciones o por otros mecanismos que puedan garantizar el marco adecuado para que producciones, como las regionales, puedan comenzar a comiencen a revertir su situación.
El estancamiento de dos años no significa solo oportunidades de exportación perdidas: es destrucción de empleo, pobreza, marginalidad, emigración, desarraigo, abandono escolar, destrucción de la cultura del trabajo (Daniel Pelegrina)
Además, se refirió a la falta de injerencia de la Secretaría de Agroindustria en la toma de decisiones. “El 2018 será amargamente recordado porque perdimos el Ministerio, que representa al sector motor del país y también por la vuelta de los derechos de exportación. Nos trajo decepción retroceder con mecanismos que sinceramente creíamos largamente superados y que hoy están causando muchos perjuicios en nuestras economías regionales y en otras actividades. Resulta ya más que evidente que a la fruticultura y la viticultura, con retenciones del 12% o cuatro pesos por dólar y reintegros reducidos la mitad, le va a ser difícil despegar de la gran crisis que viene arrastrando desde hace más de 6 años”, dijo.
El presidente de la Rural dijo que estas son las consecuencias de un modelo de desarrollo que “desde el campo queremos revertir”. Y agregó: “Necesitamos tener las capacidades plenas para desplegar nuestro potencial. Hace falta mucha inversión para revertir la crítica situación de deterioro de una economía devastada. Y eso será imposible con las actuales tasas de interés por las nubes, sumado a la asfixiante carga fiscal, que para el caso de la fruta de exportación se multiplicó por tres. Mientras tanto y a pesar de todo, los productores seguimos enfocados en dar lo mejor de nosotros. Como siempre decimos: no necesitamos que nos protejan o nos subsidien. Basta con que nos dejen hacer lo que mejor sabemos hacer, que es trabajar y producir”.
Más infraestructura para prevenir inundaciones
El contexto climático adverso para varias provincias del país afectadas por las inundaciones también estuvo presente en el discurso de Pelegrina, quien expresó su solidaridad con todos los damnificados. Pidió a las autoridades nacionales y provinciales que “estén a la altura de las circunstancias. No solo hoy cuando el agua aún cubre los campos y poblaciones, sino también cuando discurra y deje al descubierto sus terribles secuelas”.
Además, el reclamo a las autoridades fue para que realicen las obras de infraestructura postergadas durante años: “El acuciante déficit de infraestructura debería ser una política de estado que trascienda gobiernos, jurisdicciones y filiaciones partidarias o políticas. Argentina no tolera más las pérdidas, incluso de vidas humanas, por falta de obras e infraestructura. Necesitamos más inversión, más presupuesto y más atención a este tema. No solo para evitar catástrofes como la que estamos viviendo sino también para combatir el desarraigo rural, que muchas veces es sinónimo de pobreza y marginalidad”.