Producción orgánica: en la actualidad, la oferta no llega a cubrir la demanda

Argentina cuenta con 3,2 millones de hectáreas orgánicas certificadas, sin embargo la demanda resulta insatisfecha y señalan que el país tiene un gran potencial para producir

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En 2017 se exportaron 176.300 toneladas, el desafío es exportar con mayor valor agregado
En 2017 se exportaron 176.300 toneladas, el desafío es exportar con mayor valor agregado

Para el INTA, sostenibilidad, consumo responsable, moda ética, ecología, agroecología, orgánico, bienestar animal, impacto ambiental, alimentos saludables, funcionales, etc., han sido términos cada vez más presentes en la enunciación de diferentes demandas que, como denominador común, denotan la preocupación por el cuidado del ambiente, de los recursos naturales y de la salud.

De la mano de este consumidor responsable y cada vez más exigente, aparecen los productos orgánicos. De los que mucho se habla pero aún poco se conoce sobre sus atributos, y especialmente sobre el proceso de certificación que exige.

En dialogo con Infobae, Facundo Soria, coordinador del Área de Producción Orgánica de la Dirección Nacional de Alimentos y Bebidas de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria aclaró: "No son sólo alimentos, dado que su alcance se extiende también a textiles, aceites esenciales, etc.. No son commodities, son especialidades y como tales, no están dirigidos a mercados masivos sino que se trata de un nicho de mercado, tanto externo como interno en expansión".

Sumado a ello, y no menos importante, resaltó: "Requieren certificación y deben estar avalados por normas oficiales. En Argentina se rige por la Ley 25.127 (1999), sus decretos reglamentarios y en especial la Resolución 374/2016 del SENASA. Hay cuatro certificadoras habilitadas por el organismo sanitario para que realicen el control directo". Ante la pregunta si los productos siempre deben estar certificados, respondió rotundamente que sí, y argumentó: "Es la manera que el consumidor se asegura que están controlados en todo su proceso desde la producción primaria hasta su elaboración y comercialización, y de esta forma se garantiza su calidad particular".

En este sentido, cabe resaltar que Argentina se encuentra en segundo lugar en el ranking mundial de superficie orgánica certificada con 3,2 millones de hectáreas. El 98,8% de la producción se envía al exterior. Según datos del SENASA, en 2017 se exportaron 176.300 toneladas, siendo Estados Unidos y la Unión Europa los principales destinos, mientras que el consumo interno ronda en las 2.000 toneladas.

El logo nacional “Orgánico Argentina”, es obligatorio para todo producto rotulado como “orgánico”, “ecológico” o “biológico”, además de sus apócopes “eco” y “bio”
El logo nacional “Orgánico Argentina”, es obligatorio para todo producto rotulado como “orgánico”, “ecológico” o “biológico”, además de sus apócopes “eco” y “bio”

Relevamiento

Ante este escenario, Soria apuntó: "Hay más demanda que oferta, la demanda externa viene creciendo año tras año y la oferta de Argentina no alcanza. Con la demanda interna ocurre lo mismo con la diferencia que son productos con más valor agregado dado que el consumidor final está acá, y en cambio, lo que se exporta es mayormente materia prima orgánica".

Al respecto, y de acuerdo al último relevamiento del Senasa de 2017, el mercado interno se sigue caracterizando por una diversidad en la oferta de productos y por su escasa relevancia en volumen como destino de la producción, aunque con un crecimiento en número de las ferias de proximidad y ofertas de entregas directas del productor/comercializador a domicilio, además de su presencia en dietéticas y almacenes "orgánicos" en pleno crecimiento, comenzando en barrios de mayor poder adquisitivo de CABA pero también en el interior del país.

Según la información proporcionada, los principales productos exportados son frutas (pera y manzana), cereales (trigo) y oleaginosas (soja); mientras que los comercializados en el mercado interno son frutas y hortalizas frescas, yerba mate, dulces, vinos, aceites, miel.

Para el experto, hay un público que todavía no entiende o no identifica bien lo que es orgánico, y quizás el consumidor externo si lo sabe. Por eso considera que es muy importante concientizar al consumidor argentino. "Si un consumidor no reconoce realmente lo que quiere no puede valorarlo y termina diciendo que es caro, pero en realidad se trata de productos con más valor", precisó.

Diferente y diferenciado

Por un lado, el ingeniero subrayó que los productos orgánicos son "diferentes" porque resultan de un sistema alternativo de producción al convencional con atributos particulares, y "diferenciados" porque están identificados y de esta forma permite que el público consumidor que los busca y valora por esos atributos los encuentre fácilmente. Para ello se diseñó el logo nacional "Orgánico Argentina", que es obligatorio para todo producto rotulado como "orgánico", "ecológico" o "biológico", además de sus apócopes "eco" y "bio".

En sintonía con "El ABC de lo orgánico". Los atributos diferenciales se refieren a que mejoran y/o mantienen la fertilidad de los suelos; promueven la biodiversidad; no se usan sustancias de síntesis química ni provenientes de OGM; poseen trazabilidad y promueven el bienestar animal (por ejemplo, no se permite el feedlot en ganado bovino o galpones intensivos de gallinas ponedoras o pollos parrilleros).

¿Mercado interno o externo?

Si bien la demanda está insatisfecha, al ser consultado sobre a qué mercado se apunta, Soria detalló: "A nivel global toda la política del país se está enfocando al mercado externo, de hecho en el Plan Federal de Exportaciones (Argentina Exporta), lo orgánico está allí. La demanda más grande está afuera, y los mercados más importantes también. Por su parte, Argentina tiene un potencial enorme para producir, pero el desafío es como exportar con mayor valor agregado".

No obstante, destacó que el mercado interno también tiene un montón de ventajas a desarrollar, y mencionó: "Primero, hay una demanda que abastecer y allí se genera una oportunidad especialmente para productores y/o elaboradores más pequeños, ya que en general, los que hacen productos orgánicos son pymes, donde el mercado local es tal vez el mejor puente o trampolín para luego lanzarse al mercado internacional, además de poder ubicar los productos fuera de estándar (tamaño, color, forma). Son mercados que se sinergizan y hay que desarrollarlos paralelamente". La otra gran ventaja que tiene, es que se comercializan con valor agregado final. "Hay materias primas que se venden en el mercado interno que después van a una planta elaboradora que terminan siendo un producto, eso genera empleo, desarrollo, e innovación local", indicó. En busca de potenciar el mercado doméstico, desde Agroindustria realizarán la semana de los alimentos orgánicos del 4 al 7 de diciembre.

Según el funcionario, otra faceta a resaltar de la Producción Orgánica, es que permite resolver conflictos ambientales, tales como los que se desatan en los espacios periurbanos de ciudades y pueblos de la región pampeana que perciben la aplicación de agroquímicos como una amenaza. Al respecto, señaló que "este conflicto puede convertirse en una oportunidad si al productor entrampado en esas zonas de interface se le brinda una herramienta que le otorgue mayor competitividad al ofertar un producto que va de la mano con las nuevas demandas de consumo saludable".

Por último, Soria señaló a modo de resumen que "hoy la Producción Orgánica es el 'fetiche' de las producciones denominadas sustentables porque tiene un marco regulatorio sólido, control serio y reconocido, responde a los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de FAO, genera trabajo, arraigo, desarrollo rural y local y además es una instancia superadora de mercado en pleno auge", y enfatizó: "Lo tiene todo y no hay que dejar pasar esta oportunidad para Argentina".

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