El maíz pisingallo o también conocido como el pochoclo o 'popcorn', es un producto diferenciado que se destina al consumo humano con valor agregado mediante su procesamiento. Argentina es uno de los referentes en el mercado mundial, y hoy, desde la cadena de valor, advierten por la pérdida de competitividad.
Haciendo un poco de historia, el maíz pisingallo es una 'especialidad' que ingresó al país a fines de los ochenta. Su rápida adopción, inversiones realizadas y la competitividad alcanzada, permitieron que hacia finales de los noventa, Argentina se convirtiera en el primer exportador mundial de maíz pisingallo.
Durante el 2017, el Senasa certificó la exportación de 206.039 toneladas de maíz pisingallo a 112 países y por un valor FOB -valor de venta de los productos en su lugar de origen más el costo de los fletes, seguros y otros gastos necesarios para hacer llegar la mercancía hasta la aduana de salida-, declarado por los operadores, de unos USD 112.528.667.
Sin embargo, el panorama para esta 'especialidad' se ha complicado. Al respecto y en diálogo con Infobae, Carlos Uranga, presidente de la Cámara de Procesadores y Exportadores de Maíz Pisingallo (CAMPI), advirtió: "En los últimos dos o tres años hemos venido bajando la participación en el mercado internacional, del 65%, hoy estamos en niveles del 40%, por el espacio ganado por el 'popcorn' de Estados Unidos y Brasil", y explicó: "Esto se da porque hemos perdido competitividad debido a mayores costos internos, por dificultades para originar materia prima, y también sufrimos parte de la sequía".
Si bien señaló que este año los despachos rondarían entre 200.000 y 220.000 toneladas, -un 10% por debajo de otros años- manifestó: "Hemos absorbido una pérdida muy importante por los derechos de exportación que aplicaron sobre la mercadería que ya teníamos comprada o contratada al pagar los $ 4 por dólar exportado y la reducción de los reintegros a la exportación que pasaron de 3,4% a 1%". De acuerdo a los cálculos realizados, estarían perdiendo US$ 64 por tonelada.
Amenazas internas y externas
Ante este panorama, desde la Cámara observan con preocupación la competitividad de la cadena del maíz pisingallo, hoy amenazada por factores internos y externos que ponen en duda la continuidad de la actividad en el corto plazo.
En este sentido, fueron claros y contundentes: "El tratamiento a las exportaciones de maíz común y maíz pisingallo en cuanto a retenciones y reintegros no brinda ningún incentivo para que el productor siembre pisingallo". En este sentido, cabe resaltar que Argentina es un país netamente exportador, de acuerdo al SENASA exporta casi la totalidad de lo que produce, alrededor del 97% del total, derivando el 3% restante al consumo interno.
Además de estos factores, las estimaciones de CAMPI señalan que los impuestos indirectos contenidos tanto en la etapa primaria de producción como en la fase industrial hasta su exportación van del 4,58% a 4,91%, dependiendo de las distintas tecnologías aplicadas en la producción primaria.
Sumado a ello, también mencionaron que se afrontan costos elevados por temas aduaneros, SENASA y la certificación de la calidad -trazabilidad-, y reclamaron que el financiamiento de los saldos de IVA es desproporcional para este tipo de empresas, que en su mayoría son pymes.
Proponen retenciones de $3 por dólar exportado
Frente a este escenario, Uranga dijo a Infobae: "Estamos hablando con Agroindustria, y nos gustaría hacerlo con el Ministerio de Producción y Trabajo, con el fin de transmitirles toda esta situación para que vean que es lo que se puede revertir".
En la misma línea, detalló que la mayoría de las empresas son pymes que ocupan entre 40 y 50 personas en localidades del interior. Hay pymes desde Salta hasta Tres arroyos, y para Uranga es una realidad que afecta al país.
De esta manera, desde CAMPI proponen adecuar el valor de la retención dispuesta por el Decreto 793/18 a la posición 1005.90.10 en $3 por dólar exportado en lugar del valor de $4; y adecuar el porcentaje de reintegro a la verdadera incidencia de los impuestos indirectos. De lo contrario alertaron sobre el riesgo de que desaparezca la industria del maíz pisingallo de perfil netamente exportador, presente hoy en más de 100 países.