Los productores de arroz atraviesan una de las peores crisis del sector

A un mes de la finalización de la época de siembra, la falta de financiamiento y los altos costos productivos frenan los planes de inversión. Advierten que el área productiva caerá un 20%, perjudicando a pequeños productores

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Complicado panorama para la producción de arroz de nuestro país
Complicado panorama para la producción de arroz de nuestro país

El próximo 31 de octubre se conmemora el "Día Internacional del Arroz", el cereal más importante en la alimentación de más de 30 países en el mundo. Sin embargo, en la Argentina, lejos de ser una jornada de celebración, será un día para reflexionar sobre la crisis que vive el sector, en plena siembra, con una coyuntura que combina varios factores que afectan a los productores: la vuelta de las retenciones, la eliminación de reintegros a la exportación, dependencia de mercados regionales, altos costos logísticos y operativos, excesiva carga impositiva; lo que se traduce en una reducción en el área a cultivar.

Hace un mes, la Cámara de Industriales Arroceros de Argentina y la Federación de Cooperativas Arroceras de la Argentina emitieron un comunicado conjunto en el que expresaban que "el sector arrocero atraviesa una de las peores crisis" y argumentaban que, "si bien hay una capacidad instalada para elaborar 2.300.000 toneladas de arroz, se estima que este año la producción será apenas arriba de 1.000.000 toneladas y se estima un 20% de caída en la superficie sembrada, con el consiguiente impacto en la mano de obra empleada", siendo este uno de los cultivos extensivos que más trabajadores demanda (campo, molinos e industria), con un gran agregado de valor en origen.

Este panorama coincide con los números tempranos que días atrás difundió la Bolsa de Cereales de Entre Ríos a través de su Sistema de Información Agrícola (SIBER). La entidad señaló que se concretó el 30% de la intención de siembra, con una proyección para el ciclo 2018/19 de 60.000 hectáreas (ha), lo que representaría una disminución de tres puntos porcentuales respecto al año pasado.

Panorama nacional

Productores e industriales estiman que esta campaña cerrará con una producción cercana al millón de toneladas, cuando la capacidad podría alcanzar las 2,3 millones de toneladas
Productores e industriales estiman que esta campaña cerrará con una producción cercana al millón de toneladas, cuando la capacidad podría alcanzar las 2,3 millones de toneladas

En nuestro país, el 75% del área sembrada con arroz se concentra en las provincias de Corrientes (41%) y Entre Ríos (34%), mientras que en menor medida también se cultiva en Santa Fe (19%), Chaco y Formosa (3% cada una). Según el censo realizado a productores por la Universidad Nacional entrerriana (UNER) para la campaña 2016/17, cuatro de cada 10 arroceros poseen menos de 200 hectáreas; y asciende al 62% si la cifra de tierras se eleva a 500 hectáreas. Cada argentino consume un promedio de 7 kilogramos al año, lo que es casi ocho veces menor a la ingesta mundial, que está cerca de los 55 kg.

Es importante recordar que las labores en el cultivo de arroz comienzan mucho antes que su siembra: a principios de año se prepara el suelo para luego sembrar desde septiembre. El límite ideal para tomar la decisión de implantar arroz es mediados de noviembre, ya que superando esa época se corre el riesgo de perder hasta 1.000 kilos cada 15 días. Sucede que el arroz es muy dependiente de la luminosidad ya que el agua se la proporciona el riego. Fuera de ese período se acelera el proceso de floración y se pueden pierden kilos.

Para Gerardo Alonso, Economista Jefe para la Región Noreste (NEA) del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, "las proyecciones son bastantes negativas. Los principales problemas que refieren los arroceros son las retenciones; la eliminación de los reintegros a las exportaciones; los costos de transporte; sumado a que en plena época de siembra, las tasas de interés tan altas están afectando a los productores por la necesidad de financiamiento en esta etapa productiva".

En diálogo con Infobae, Alonso detalló que en los últimos años hubo caídas consecutivas anuales en el área cultivada: para la campaña 2015/16 fue del (-4%); 2016/17, (-10%); 2017/18, (-2%). "Esta situación está vinculada más que nada a los problemas de corto plazo, como el financiamiento, sumado al costo de mano de obra intensiva".

El economista explicó que "la complejidad del arroz hace que los productores migren hacia otras actividades, como la soja. Para mil hectáreas se necesitan unas 80 personas trabajando, mientras que en soja esa cantidad es muchísimo menor. Todo este panorama de manejo intensivo en cuanto a los costos o recursos que subieron mucho los precios en los últimos años, hicieron que muchos hayan migrado a otras actividades".

Caída libre

Filigoi se mostró preocupado por “el desarraigo de los productores que son hasta tercera generación de arroceros y que son irrecuperables una vez que dejan la actividad”
Filigoi se mostró preocupado por “el desarraigo de los productores que son hasta tercera generación de arroceros y que son irrecuperables una vez que dejan la actividad”

Infobae también conversó con Daniel Filigoi, productor y dirigente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, quien señaló que en su provincia la actividad está concentrada en 6 o 7 empresas que tienen el 50% de la superficie sembrada. "Desde hace siete años se viene perdiendo dinero y los pequeños y medianos productores que no son propietarios de la tierra y no tienen otra actividad, como la ganadería, perdieron su capital de trabajo, no tienen acceso al crédito y de esa manera pasaron a depender del financiamiento de empresas exportadoras. Cada productor que se fue cayendo fue reemplazado por una mayor participación de compañías más grandes", se lamentó.

El Semáforo Mensual de las Economías Regionales que elabora la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO)  ubicó al Arroz como una actividad en 'Crisis' durante el mes de septiembre.

El productor de la localidad entrerriana de Villa Elisa y presidente de la Federación de Cooperativas Arroceras de Argentina (FECOAR), Claudio Francou, expresó en diálogo con Infobae que "la situación general es bien difícil. Uno de los principales problemas es el financiamiento. El sistema financiero está teniendo mejores opciones para invertir que en el agro. El apalancamiento financiero es necesario para llevar adelante cualquier actividad. Ese faltante financiero está generando que haya menos hectáreas sembradas".

Los más perjudicados

Para este arrocero, miembro de CONINAGRO, "el sistema cooperativo es el que va a sufrir la mayor baja en la intención de siembra porque contiene al pequeño y mediano productor que tiene menor capacidad crediticia, menos espalda. Las cooperativas somos el sostén de este tipo de productor. Los más chicos han bajado el nivel de siembra y muchos independientes este año no van a sembrar", agregó .

Francou se mostró esperanzado en que "la falta de financiamiento y las altas tasas de interés no se van a mantener por mucho tiempo" pero advirtió que "los tiempos agronómicos no son los mismos que los económicos. La siembra es ahora y tenemos que responder; sino en marzo no vamos a tener una cosecha abundante".

Los productores estiman que en Entre Ríos se van a dejar de sembrar entre 5.000 y 10.000 hectáreas, con una caída de entre 12% y 15%. "Hay productores independientes que todavía hoy están acercándose a las cooperativas para tomar la decisión de sembrar arroz o pasarse a la soja", declaró Francou y apuntó: "Muchos productores que son mixtos se acercan con la inquietud de saber con qué retenciones van a cosechar la soja que siembran hoy. Ese es otro factor de inestabilidad de la que nadie tiene respuesta".

En tanto, el hombre de Villa Elisa afirmó que "Corrientes no va a perder demasiada área. La siembra está más concentrada en grandes empresas porque hay cada vez menos productores pequeños y tienen buenas reservas de agua. Estimo que esa provincia va a tener la misma área de siembra que el año pasado de unas 98.000 hectáreas".

Altos costos

Un informe técnico de CONINAGRO señala que el gasto productivo de hacer una hectárea de arroz en Entre Ríos estaría entre los USD 1.200 y los USD 1.400. El costo más importante es el riego, cuya participación oscila entre el  30% y el 45%, dependiendo de la fuente utilizada. Desde IERAL, Alonso explicó que los productores entrerrianos utilizan agua de perforaciones y eso implica un fuerte consumo de energía eléctrica. En Corrientes, lo hacen con embalses que están dentro de un humedal, como los Esteros del Iberá. Y eso hace una diferencia entre ambas provincias.

Filigoi sostuvo que un arrocero correntino "tiene que invertir unos USD 1.500 por hectárea, con un rendimiento de indiferencia (RI) se ha elevado en 7.000 kg. por ha (el RI es la producción que cubriría los costos totales del cultivo por unidad de superficie, incluyendo la comercialización y la cosecha, para obtener un Margen Bruto igual a cero. Éste es un indicador combinado de resultado económico y físico productivo y una medida del riesgo de la actividad). Si no tiene una alternativa como la ganadería para soportar años malos se transforma en un cultivo muy complicado", dijo.

Este productor de Corrientes detalló que en su provincia se instalaron en los últimos años más de 260 estaciones de bombeo con un Fondo de Desarrollo Rural que transformó la energía térmica para la generación de ese insumo.

Pasamos los motores a gasoil a eléctricos. Además de tener la ventaja en precios tienen casi tres veces más rendimientos de agua. Eso significó hacer tendidos de red eléctrica y colocación de transformadores con recursos provinciales. Hemos mejorado notablemente esa parte del costo

Sin embargo, recordó la situación que viven sus colegas de Entre Ríos: "Están sufriendo el costo de la energía y se están trasladando a sembrar a Corrientes porque el costo es tres veces mayor".

Sobre este punto, Francou se quejó de que "el mayor impacto en costos lo tenemos con la tarifa de luz, porque en Entre Ríos estamos muy por encima del resto de las provincias productoras, con casi el doble de costos que Corrientes ($4,60 el kw contra $2,80 y $ 2 de Santa Fe). Lo que necesitamos es una tarifa diferencial para el riego", reclamó.

El representante cooperativo afirmó que "las tarifas eléctricas se fueron recomponiendo de manera abrupta. Nosotros también somos industriales y tenemos el proceso de la molinería y el secado que insume electricidad y gas; lo que crecieron las facturas es una cosa impresionante. Los márgenes de rentabilidad son muy ajustados", subrayó.

Entre Ríos es la segunda provincia productora, detrás de Corrientes. El principal costo de los arroceros es la generación de energía para el riego de los cultivos
Entre Ríos es la segunda provincia productora, detrás de Corrientes. El principal costo de los arroceros es la generación de energía para el riego de los cultivos

Filigoi también le suma el costo de transporte: "Ir a puertos significa largas distancia por vía terrestre porque nos hemos quedado sin ferrocarril, con una hidrovía inutilizada por falta de mantenimiento e inversiones, por muchos años de desidia. La logística juega un papel preponderante. La incidencia del flete es muy importante. Es un elemento fundamental de la falta de competitividad. Son muchos años de abandono sin nuevas obras en trenes ni puertos", se resignó.

Dependencia

Alberto Blas Livore es coordinador del Grupo de Mejoramiento Genético de Arroz de la Estación Experimental Agropecuaria que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tiene en la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay. En diálogo con Infobae, destacó que "la Argentina es un protagonista menor en el mercado internacional" pese a que tiene un excedente exportable del 70%.

El técnico explicó que "el INTA tiene dos objetivos irrenunciables que son calidad y rendimiento. Hace 30 años que nuestro país decidió distinguirse por estas dos características, ya que los volúmenes que maneja son menores. De esta manera, hemos logrado los mejores precios posibles en este mercado de commodities", manifestó.

Filigoi observó que, pese a los problemas internos, "paradójicamente es un cultivo que tiene una gran demanda internacional porque todos los países producen arroz pero un lote de sólo 25 países tienen saldo exportable", entre los que está la Argentina.

Sin embargo, Alonso remarcó que "la crisis en el sector arrocero viene de muchos años. Uno de los problemas de largo plazo es la competitividad, relacionado a la falta de acuerdos comerciales que te permiten llegar a otros destinos, teniendo en cuenta que la mayor parte de producción de arroz está destinado a la exportación".

Depender tanto de mercados tan cercanos como es el caso de Brasil, que es el destino tradicional de las exportaciones de arroz, hace que cualquier fluctuación, sea por una buena campaña o por la caída de consumo, nos genere una caída muy fuerte de la demanda de nuestra producción”

El hombre del IERAL advirtió que "a eso hay que sumarle que tanto Brasil, como otro competidor importante como es Paraguay, han crecido fuertemente en los últimos años triplicando su producción. Esto es un problema para la Argentina porque hablamos de mercados regionales".

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