Las altas tasas de interés complican el financiamiento de la nueva campaña

La devaluación mejoró la competitividad del sector agrícola pero empeoró la relación insumo-producto para la ganadería y la lechería

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Se agravan los problemas de
Se agravan los problemas de financiamiento del sector agropecuario

Todavía resuenan las declaraciones del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, sobre la política monetaria que viene aplicando el Gobierno desde que se selló el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para contener al dólar: "Las tasas de interés no son compatibles con la producción, pero necesarias en el mediano plazo para estabilizar la economía. Las expectativas dependen del sector". Pero, ¿qué piensa el campo?

Para el responsable de Investigación y Desarrollo de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (I+D de CREA), Federico Bert, "la situación es compleja, ya que la necesidad del productor de financiarse es mayor en esta campaña que en la anterior, principalmente para las empresas agrícolas, y sobre todo en las que están ubicadas en zonas donde la sequía pegó más fuerte".

En diálogo con Infobae, el analista afirmó que "este escenario con tasas de referencia del Banco Central por arriba del 70%, supone un costo muy alto para que el productor pueda financiarse". Por sectores, Bert describió que los emprendimientos agrícolas "están mayormente preocupados por el financiamiento y cómo viene la campaña productiva desde lo climático; al ganadero le inquieta, además, la forma en que aumentaron los costos, a un ritmo mayor del que lo hicieron los ingresos, y por lo tanto, los resultados económicos esperados son para salir hechos. En el caso del tambo, ni siquiera eso", advirtió.

Coyuntura

Los productores de granos vuelcan
Los productores de granos vuelcan sus expectativas a la revancha climática tras la última sequía que dejó pérdidas que obligaron a refinanciar sus deudas

Un reciente informe de CREA analiza cómo la situación macroeconómica de los últimos meses afectó al negocio agrícola, ganadero y lechero. El trabajo destaca que "los puntos salientes de la situación actual son: elevados costos financieros, retracción del mercado interno y ganancia de competitividad para el sector exportador, derivada del salto en el tipo de cambio", principalmente para soja, maíz, leche en polvo y carne.

El trabajo también estudió dos vías de efecto de las variables macroeconómicas: una mediante los precios de venta y otra mediante los costos (aumento por costos dolarizados y aceleración de la inflación); y explica que una manera de unificarlas es a través de la relación Insumo-Producto, que permite cuantificar cuántas unidades de producto se necesitan para comprar una unidad de insumo o servicio.

Tomando como referencia la soja, el análisis coordinado por Esteban Barelli señala que con las condiciones actuales de precio se necesita un 31% menos de producto que el promedio del último año para cubrir un sueldo de un empleado rural; un 15% menos para el caso del gasoil; y hasta (-47%) para el glifosato. Sólo en el caso de la Urea se necesita un 10% más que la última campaña.

Sin embargo, el informe de CREA que, aunque "en general, pareciera ser más favorable para el agricultor, es importante seguir la evolución de la inflación sobre los costos pesificados, debido a que, tras una devaluación como la ocurrida en Argentina, estos tienden a recuperar valor en un ritmo más lento producto del pase a precios vía inflación".

Ganado en contra

La peor parte del esquema
La peor parte del esquema de altas tasas de interés para controlar al dólar se la llevan los tamberos, por el diferimiento en el cobro de su producción y por la suba en el precio de los granos para alimentar a los animales

Según el estudio, para la ganadería la situación actual es desfavorable. En la mayoría de los insumos, tanto para la actividad de cría, como para el engorde, hoy se necesita mayor cantidad de producto para acceder a los mismos. En el caso de la relación Novillo-Ternero, en el último año se requirieron menos kilos del primero para comprar un kilo del segundo.

Los analistas explican que, si bien el precio de ambos viene en alza durante septiembre, el novillo aumentó más que el ternero en el último año. Desde el noveno mes de 2017 al mismo período de 2018, el precio del ternero en valores corrientes se incrementó 29%, mientras que el del novillo lo hizo en 44 puntos porcentuales.

El informe argumenta que el costo del ternero puede representar más del 55% de los costos en la invernada. Y que, al aumentar el precio de la alimentación, repercute sobre el costo

En tanto, la relación novillo-maíz es la más afectada en la actualidad, necesitando un 17% más de novillo que el promedio del último año, para comprar una tonelada de maíz; un 26% más que desde 2016 y un 42% más que la última década. Por otra parte, señalan que durante los últimos meses el precio de la carne recuperó valor respecto a la inflación. Si bien el poder adquisitivo del mercado interno cayó, las exportaciones han servido para absorber una posible sobreoferta que hubiera impactado en una baja en el precio de la misma.

Lechería

“Una de las decisiones más
“Una de las decisiones más frecuente es que se disminuye la cantidad de concentrado en la dieta de los animales y se ingresa en un círculo vicioso que genera caída en la producción, y por ende pérdida en los ingresos”, aseguran expertos.

Para Bert, "el impacto de un costo de financiamiento alto no solo se ve al momento de pagar costos, sino también al momento de recibir ingresos", y puso como ejemplo la situación que viven los tamberos: "En general, el productor lechero cobra lo que produce en un plazo de hasta 60 días, vía cheque, y para generar liquidez tiene que cambiar esos papeles en el mercado. El descuento que recibe está asociado a la tasa de interés, entonces, si un productor cobra la leche que vende en el transcurso de 60 días, desde que la vendió puede pasar de tener un precio de $ 7,60 por litro a $ 6,80".

El responsable de I+D de CREA recordó que en los últimos años se intensificó el uso de granos en los sistemas ganaderos, tanto en producción de leche como de carne. En un contexto en el que el grano tiene como referencia un precio internacional, en dólares, y por lo tanto aumenta cuando se devalúa la moneda local, se convierte en un costo muy pesado para el productor.

El llamado de atención que le hacemos a los productores es que piensen dos veces antes de hacer modificaciones en la dieta, porque puede parecer muy atractivo bajar costos a través de esa vía, pero puede terminar teniendo un impacto mucho más negativo que no haberla cambiado

Herramientas

El porcentaje promedio de los
El porcentaje promedio de los costos de implantación a financiar en la campaña 2018/19 es del 43%, cuatro puntos por encima de las cifras del año pasado

Respecto a la producción de granos, las últimas cifras del Sistema de Encuestas Agropecuarias (SEA) de CREA revelan que, sobre unos 1.500 encuestados, un 30% manifestó que deben refinanciar parte de la deuda de capital operativo (8,2% en promedio) que habían tomado la campaña pasada como consecuencia de los bajos rendimientos que tuvieron por la sequía,  por lo que no llegaron a cubrir todos los costos.

Casi una de cada diez empresas no planean tomar deuda para financiar costos de implantación, mientras que el 18% piensa financiar tres cuartas partes de los mismos (76%)

Otro de los puntos que se destacan del SEA es que seis de cada 10 productores (57%) expresó que el principal motivo de su intención de financiamiento es la 'necesidad' por capital propio insuficiente, mientras que un año atrás era 'oportunidad', debido a condiciones de plazo, créditos y tasas de interés atractivas.

Bert explicó que "la cartera de herramientas que va a utilizar el productor en esta campaña es bastante distinta a la del año pasado. Era habitual que cubriera la necesidad de financiamiento en base a las tarjetas rurales. Este año, los montos transaccionales con ese sistema vienen cayendo a la mitad, del 48 al 25%, porque las tasas y los límites se modificaron mucho".

En contraposición, el especialista de I+D destacó que "los instrumentos que ganaron lugar en la cartera del productor están relacionados con los créditos para capital de trabajo en dólares, principalmente en bancos públicos (pasaron del 2 al 18% de un año a otro). En resumen, se migró de un financiamiento en pesos a uno en dólares, y de tarjetas rurales a créditos para capital de trabajo", concluyó Bert.

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