La guerra comercial entre China y Estados Unidos ya está impactando en las exportaciones norteamericanas. En un informe publicado, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), recortó las estimaciones de ventas al exterior de poroto de soja en 6.800.000 toneladas, como consecuencia de una menor demanda de China y el 25% de arancel que impuso el gigante asiático a la importación de este producto estadounidense.
De esta manera, las existencias finales se estiman en 15,8 millones de toneladas, 2 millones por encima de lo previsto por los analistas privados, lo cual genera presiones bajistas sobre el precio de la soja.
En los Estados Unidos, la soja atraviesa la campaña 2018/2019 en plena etapa de floración y las proyecciones del organismo norteamericano son de una producción de 117.300.000 toneladas, registrando un aumento de 800 mil toneladas en relación al reporte anterior.
A nivel mundial, la producción se estima en 359.500.000 toneladas, gracias al aporte de mayores volúmenes por parte de Argentina, Brasil, Estados Unidos y China. Habrá menores exportaciones, por una caída en las compras por parte de China, y serían de 157.300.000 toneladas y con 98 millones de toneladas los stocks finales serían los más grandes de la historia.
Para el maíz, el organismo de Estados Unidos está proyectando a nivel mundial una cosecha que sería la de mayor nivel de la historia con 1.054 millones de toneladas. Este crecimiento se explica por una cosecha más grande en Estados Unidos y la Unión Europea.
Para Sudamérica, con la campaña 2017/2018 entrando en su tramo final, el organismo recortó nuevamente la proyección de producción de Brasil de 85 a 83,5 millones de toneladas, mientras que para Argentina la mantuvo sin cambios en 33 millones de toneladas.
En trigo la estimación de producción mundial fue recortada en 8,4 millones de toneladas, por bajas en los principales países exportadores: Australia, Unión Europea, Rusia y Ucrania. El consumo caería en la campaña 2018/19 al igual que las exportaciones, aunque en una menor cuantía que la producción, dando como resultado stocks finales más bajos que el reporte previo y por debajo de las 265 millones de toneladas esperadas por el mercado.