El potencial del sector agropecuario podría alcanzar una producción de 180 millones de toneladas en los próximos años con la incorporación de nuevas tecnologías, ya sea en mejoramiento genético, eventos biotecnológicos y el uso de herramientas como Big Data con el soporte de imágenes satelitales, entre otros, según destacó Dardo Lizarraga, de la consultora ADBlick Agro.
Para cumplir con el objetivo de mayor producción, también habrá que tener en cuenta el desarrollo de Buenas Prácticas Agrícolas y una mirada sistémica para robustecer los activos colectivos del agronegocio.
Además, el campo argentino necesitará previsibilidad y reglas claras. El último aporte del área de Agronegocios de la Universidad Austral, muestra que 7 de cada 10 productores proyectan nuevas inversiones para los próximos 5 años. Y eso se debe a que en la búsqueda de una mayor eficiencia, el productor debe sumar nuevas tecnologías, pero además influye el actual contexto, pese a numerosas dificultades en lo político y económico, es muy diferente al del gobierno anterior que se encargó de generar trabas a la producción.
La inversión que se realizará es para lograr más superficie y producción. Hay también una tendencia de crecer de manera asociada. El perfil del productor actual, cuenta con una mayor formación y herramientas que las generaciones anteriores no tenían y con un 61% de los encuestados que tienen un título universitario. Además, son jóvenes, de alto nivel educativo, con actitud positiva y con capacidad de asumir riesgos, con vocación para la productividad y planes de crecimiento e inversión sólida.
Perfil de las nuevas generaciones
A todo esto hay que sumar el trabajo elaborado por un grupo de economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que se plantearon responder la siguiente pregunta: ¿Cómo podrían ser las nuevas generaciones de productores agropecuarios?
Lo primero que subraya el trabajo, es que aquellos productores que nacieron en 1996 en adelante serán los ávidos en incorporar el avance de la tecnología digital en el agro, "se trata de la generación Z (centennials) y la generación alpha (generación táctil), y son personas que no conciben un mundo sin internet o celulares, por lo tanto la conexión en el campo será tan vital como cualquier otro servicio público", expresaron los especialistas de la BCR, los que agregaron que estos grupos "se inclinan por las soluciones inmediatas, a la velocidad de un clic y son capaces de realizar una simultaneidad de actividades al mismo tiempo y además, serán más conscientes del riesgo climático y de precios y del cuidado del ambiente".
Cuando se analiza grupo por grupo, los centennials están creciendo de la mano de la revolución digital del agro y se convertirán en actores clave del crecimiento productivo de los próximos 20 años. Los economistas de la bolsa rosarina los definieron como "autodidactas, visuales, versátiles, flexibles a los cambios y aficionados por la tecnología. Por lo tanto su perfil se adaptará al crecimiento vertiginoso de la tecnología en el sector agroindustrial".
La generación táctil "son los post-centennial". El estudio los ubica como aquellos jóvenes que nacieron a partir del 2010, hijos de millennials y llegaron a este mundo monitoreados a través de las cámaras, sensores de pulsaciones, apps para alimentarlos y con una vida en las redes sociales antes del año de edad. Todo esto, que tiene que ver con la conexión de ellos a lo virtual, se va a trasladar a las actividades que desarrollen tranqueras hacia adentro en un establecimiento rural, de la mano de la inteligencia artificial y serán controladas en forma remota.
Desde la bolsa de Rosario expresaron que estas generaciones no se caracterizan "por ser pacientes", ya que al buscar soluciones inmediatas, "es factible pensar que tenderán a eliminar los trámites burocráticos a fines de agilizar cualquier proceso, y donde la tecnología blockchain plantea esa solución, porque recopila y comprueba las transacciones entre sus usuarios y se puede utilizar para realizar transferencias de dinero como así también para la trazabilidad de los alimentos que se produzcan en el campo hasta el consumidor final".
Y también estos jóvenes representan a generaciones con otros valores respecto al ambiente, "debido a que vivencian desastres ambientales en tan poco tiempo y ante esto es muy probable que se inclinen por el uso de energías renovables, sobre todo energía solar para el funcionamiento de máquinas y robots, utilizarán la menor cantidad de químicos posibles, valorarán más el agua como recurso escaso y se inclinarán en satisfacer la creciente demanda de alimentos orgánicos", resalta el estudio de la BCR.
Estas generaciones “se sienten más cómodas trabajando con una pantalla, sumergidos entre algoritmos, redes sociales colaborativas, inteligencia artificial y minería de datos. Son autodidactas, aficionados a los tutoriales en YouTube y adictos a la novedad”
Las próximas generaciones del sector agropecuario tenderán a resolver desde el Smartphone sus finanzas, compras de insumos, ventas de granos, ordenes de trabajo, logística, monitoreo de lotes con drones o imágenes satelitales, etc. "La internet de las cosas alcanzará al equipamiento de las explotaciones agrícolas, y los algoritmos que tomen sus datos como inputs facilitarán la toma de decisiones. Es razonable pensar que los productores de la próxima generación trabajaran en forma remota y colaborativa, con un equipo de trabajo multidisciplinario", comentaron los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario.