Según un nuevo informe, las pérdidas por la sequía ascienden hasta casi 6.000 millones de dólares

El estudio fue elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y advierte que el efecto podría ser todavía mayor por su impacto en otros sectores de la economía y el aumento de costos. Los productores primarios son los más afectados

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La Bolsa de Cereales de
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentó una actualización sobre pérdidas económicas por sequía, que llegarían a casi USD 6.000 millones.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó en USD 5.895 millones las pérdidas económicas por la sequía que afectó especialmente a la campaña de soja y maíz 2017/2018, ya que por la falta de precipitaciones se perdieron 27 millones de toneladas de granos gruesos. El Producto Bruto de ambas cadenas estará un 23% por debajo del nivel que podría haber alcanzado en caso de no haber existido una sequía. En el análisis de la economía en su conjunto, la pérdida se estima en un 0,86% del PBI argentino.

En el rubro de las exportaciones, por la baja en las cantidades exportadas de granos y sub-productos, compensada en parte por una mejora en los precios internacionales, las pérdidas podrían llegar a los USD 5.374 millones. La recaudación fiscal sufriría una reducción de USD 1.735 millones, ya que hay una menor recaudación por retenciones porque hay menores ventas al exterior y a una baja en la recaudación de otros impuestos debido a una menor actividad.

En el informe de la bolsa porteña, se observa que el principal perjudicado de la cadena continúa siendo el eslabón primario, con una caída en el valor agregado de USD 2.331 millones y hay una importante pérdida en materia de transporte de USD 422 millones.

Aumento de costos

Por otro lado, hay impacto de la sequía en la producción de carne vacuna y lechería que utilizan el maíz y la harina de soja como insumo y ante esta situación hay un aumento de los costos del orden de los USD 1.000 millones.

Los economistas de la BCBA aclaran que "el estudio presentado sólo contempla los efectos directos de la merma de producción sobre el sector agroindustrial, por lo que el impacto macroeconómico final sería bastante mayor si se incluyen las interacciones con el resto de los sectores de la economía", explicaron los economistas, a lo que agregaron como ejemplo el menor nivel de gasto de los actores cuyos ingresos dependen directa o indirectamente del campo y desde el lado de las finanzas, "estas cifras podrían no reflejar suficientemente la mayor fragilidad que dejan en el sector de cara a las decisiones de inversiones para la nueva campaña".

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