Dentro del contexto del cambio climático -sequía histórica y luego la lluvia en plena recolección de soja- aparece en el centro del escenario económico productivo, la suba del tipo de cambio y el aumento de la tasa de interés del 40% anunciada por el Banco Central de la República Argentina.
"Hemos tenido la desgracia de acertar un año con la peor seca y de embocar en la misma cosecha los peores daños por lluvia", así lo expresó Andrés Ponte, corredor de granos y presidente del Rofex, en diálogo con Infobae.
En este sentido, se estiman que las pérdidas en soja serán entre 20 y 25 millones de toneladas
A raíz de esta situación, Ponte comparó la situación económica que atraviesa el país con un viaje en avión, y ejemplificó: "Antes Argentina, era un avión a mucha altura que no tenía rumbo y con pocas posibilidades de salvarse. Luego tuvimos un cambio de piloto y creo que el nuevo grupo que maneja el avión tiene el deseo de realizar el viaje y que todos los pasajeros estén sanos y salvos".
Los dos polos del imán
Ante este escenario de turbulencias, Infobae consultó al economista Martín Tetaz, para quien el contexto económico tiene dos tipos de impacto en el campo argentino. Al respecto, apuntó: "Lo que más perjudica, más que el nivel del dólar, es la incertidumbre respecto al nivel que efectivamente va a terminar teniendo cuando pase la crisis del dólar y las tasas".
Para Tetaz, hay dos componentes: "Uno es el precio dólar que hace que la producción del agricultor tenga mayor valor y eso es positivo; pero, por otro lado, muchos de los insumos están dolarizados y eso es negativo para algunos segmentos de la producción, como porcinos y aves. Resulta complejo porque suben los costos, pero no aumenta el precio interno".
Cambios en la financiación
En la misma línea, Infobae, dialogó con quienes están detrás del mostrador. Enrique Baya Casal, propietario de un negocio de insumos agropecuarios, resaltó que el cambio más profundo es la financiación en pesos, ya que se modificó el negocio del cheque pesificado o con tarjeta.
Al respecto, explicó: "Antes de todo este lío, se podía comprar con cheques en pesos a una tasa del 1,5% mensual, y con tarjeta rural, por ejemplo, se cobraba el 9% más de gastos y se otorgaban seis meses de gracia, que es más o menos el 1,5% mensual. Con la suba de tasas y la volatilidad del dólar, Baya Casal indicó que "eso se cortó y están viendo que pasa".
En relación a la compra de insumos, reconoció que molestó mucho la lluvia, pero ahora mejoró y la demanda está firme porque los precios son buenos. En este sentido, precisó: "El productor está viendo cómo se acomoda a las tasas, pero la demanda de insumos para trigo es muy firme, porque ahora salió el sol y todo el mundo se largó a cosechar".
En síntesis, para el comerciante, los precios de los insumos valuados en dólares se mantienen y suben en pesos, pero también crece el precio de la soja. No obstante, advirtió: "Lo que si le impacta es que tiene que acomodarse rápido a las tasas del 40%".
¿Cómo sigue?
Tetaz, compartió su pronóstico económico para el sector agropecuario: "Creo que por lo menos el dólar relativamente más alto de este año los va a favorecer, pero recién a partir del tercer trimestre. Ahora, todo lo que queda de mayo y junio es un trimestre en el cual hay que esperar que bajen las tasas de interés y un poco el costo de financiarse".
A partir del segundo semestre, el sector agropecuario se va a encontrar con precios un poco mejores y en un escenario más estable, expresó el economista
Del otro lado, Ponte, con una visión más general, opinó: "Tengo confianza en cuanto a los conceptos e ideas. Es la primera crisis y se puede discutir sobre el tamaño, pero me da la impresión que es una crisis que habrá que pasarla".
Desde su óptica, consideró que el país, en las elecciones del año pasado, le volvió a confiar el mando a quien estaba piloteando la nave y manifestó: "Me parece que hay que tener confianza con estas turbulencias y viajes complicados. Puede haber alguno que no le haya gustado mucho la ruta, pero es normal".