El informe mensual de la consultora Zorraquín Meneses sostiene que la actual situación financiera de las empresas del agro, "se presenta complicada", ya que la falta de producción es lo que más "lastima" y agrega "hay que ver cómo termina esta situación climática, pero la rentabilidad para varios será negativa o muy escasa".
Además, la suba del dólar y el aumento de los precios de los granos, "provocarán una caída más suave para los que siembran, aunque buena parte de esta suba se trasladará a los dueños de la tierra que tengan los campos arrendados, que significan más del 60% de la superficie agrícola", refleja el informe.
Para la ganadería y lechería se observa un aumento del costo de suplementación, y en algunos casos de arrendamiento, "sin existir aumentos importantes en los precios de venta de carne y leche, por lo que la situación económica es y seguirá siendo muy ajustada, donde el ánimo no es el mejor y vienen meses donde habrá que tomar decisiones difíciles".
“Habrá seguramente opciones y margen para capturar oportunidades en los distintos negocios, pero en un marco mucho más amenazante que el imaginado poco tiempo atrás”, expresaron desde la consultora.
Ante un posible escenario que un aumento de precios compense en parte las pérdidas por la sequía, el informe sostiene que los precios "sólo compensan una parte de la baja de producción", y eso se explica por dos razones:
Las subas tienen en cuenta una falta de oferta "promedio" de Argentina o Sudamérica, dentro de un mercado mundial ofrecido y además el precio local posee retenciones en el caso de la soja (vemos solo una parte de la suba), y la falta de producción es puntual de cada zona productiva.
En general el productor fija precios en precampaña a través de ventas forward por una parte de su producción esperada. Ante una sequía como la que asistimos, esa cobertura queda en precios inferiores (perdedora), y al faltar mercadería el remanente a vender a mejores precios es inferior o inexistente, con lo cual la suba de precio (que refleja el promedio de faltante) no compensa totalmente la falta de mercadería. A veces el faltante es de tal magnitud, que no es posible siquiera entregar los forward ya realizados (la peor combinación).
Negocio ganadero y lechero
La falta de lluvias está complicando a la ganadería, donde en muchos campos de cría ya se realizó el destete de terneros de manera temprana y se van vendido o encerrado para suplementar. También, hay atraso en la siembra de verdeos y de nuevas pasturas en región pampeana, con dudas en el logro de la futura cadena forrajera.
Para los consultores, "es complicado el momento en el corto plazo para los ganaderos, con un entorno de largo plazo atractivo por los nuevos mercados abiertos y por el impulso dado al volumen de exportación y la reasignación de cupos para cumplir la cuota Hilton este año. Además, se está dando un mayor control a los mecanismos de evasión, clave para ser competitivos en el largo plazo".
La lechería, otra actividad afectada por la sequía. Durante el verano las vacas están comiendo más suplemento y menos pasto que lo habitual. Un escenario con mayor gasto de alimentación y en muchos casos con menor producción debido a las altas temperaturas en algunas regiones.