El consumo de agroquímicos y fertilizantes se incrementó por un total estimado de 3,8 millones de toneladas, frente a las 3,6 millones de toneladas del año anterior. No obstante, el reporte resalta que "el 69,5% del consumo respondió a importaciones".
Las compras externas del sector se expandieron un 1,5% al totalizar USD 1.846 millones mientras que las exportaciones se contrajeron un 13,6% al alcanzar los USD 396 millones.
Los factores del crecimiento
Los debates en torno al uso de los agroquímicos y a la prohibición del glifosato por citar un ejemplo, no detienen su uso. Desde la consultora, se refirieron a que en los últimos 25 años hubo un crecimiento considerable en la utilización de agroquímicos y fertilizantes a raíz de la expansión agrícola y del incremento de la producción.
Para Alejandro Ovando, Director de la consultora, las perspectivas son positivas para el segmento de agroquímicos y fertilizantes, como respuesta a la mejora del sector agropecuario tras la eliminación y la baja de retenciones y el crecimiento del área sembrada.
Entre otras variables que motivaron el crecimiento del rubro, detallan: la devaluación del peso, la eliminación de trabas a las exportaciones, la eliminación de las retenciones a las exportaciones de trigo, maíz y girasol le dieron impulso al mercado de fertilizantes local, lo que generó un crecimiento en el año 2016, dada la mayor área sembrada y la intensificación de fertilizantes por hectárea y hacia el 2017, continuó la tendencia positiva.
Comercio exterior
De acuerdo al reporte, en 2017 el comercio exterior de agroquímicos y fertilizantes mostró una disminución tanto en valores como en cantidades transadas. En lo que respecta a las cantidades, se enviaron 256 mil toneladas, un 27,9% por debajo de las 355 mil toneladas del 2016, por lo que se revirtió la tendencia creciente observada desde 2014.
“Las ventas externas medidas en valores alcanzaron los USD 396 millones, un 13,5% por debajo de los USD 458 millones del 2016”.
Los destinos de exportación en valores durante el año pasado se concentraron en el mercado regional: Brasil llevó la delantera con un 32,7%, seguido por Paraguay con un 24,1%; Bolivia con un 12,5%; Uruguay con un 11,3%; y Chile con un 9,6% de participación.
Las importaciones de agroquímicos y fertilizantes en valores, lograron USD 1.846 millones, un 1,5% por encima de los USD 1.818 millones del 2016. "El incremento respondió a una suba del 30,7% de las compras externas de herbicidas a base de la disminución glifosato al alcanzar los USD 400 millones, y una caída del 5,5% del total de los abonos nitrogenados por USD 729 millones, que en su conjunto tuvieron una participación del 39,5% en las importaciones", analizaron.
En cuanto a las cantidades importadas, totalizaron unas 2.640 mil toneladas, 6,7% por debajo de las 2.829 mil toneladas del 2016. En lo referido a los orígenes relevantes de las importaciones en valores, China ocupó el primer lugar con el 29,8%, seguido por Estados Unidos con el 24,1%. En tanto, Brasil ocupó el tercer lugar, algo alejado, con el 7,5%, mientras que Rusia ocupó la cuarta posición, con el 6,2%.
Horizonte prometedor
Las perspectivas para el sector son positivas para este año. En este sentido, vale la pena destacar que si bien las leyes llevan su tiempo, hace una semana los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sustentable y de Agroindustria firmaron una normativa conjunta basada en las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y además se anunció la reglamentación de la Ley de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios, que se publicó el pasado 20 en el Boletín Oficial.
Para avanzar en todo esto, han decidido crear un grupo de trabajo que elaborará los principios que regirán las políticas públicas sobre las aplicaciones de fitosanitarios en la agricultura y la alimentación, dado que su uso es muy cuestionado y requiere de una correcta aplicación.