Quita de retenciones: ¿Pérdida o ganancia para el Estado?

En medio de los debates en torno a la Reforma Previsional, se escucharon voces críticas a la política implementada por el gobierno nacional de eliminar retenciones. Un análisis en detalle

La quita de las retenciones al trigo y al maíz, más la baja en la soja, han aportado a la economía argentina US$ 1.995 millones.

La eliminación de las retenciones al trigo y al maíz, más la baja del 5% a la soja ha despertado grandes interrogantes en la comunidad y también ha generado ciertas críticas en torno a que la quita de las retenciones.

Entre algunos de los cuestionamientos se encuentran los que afirman que
el sector ha desfinanciado al Estado o que el campo se benefició más que otros sectores, a lo que algunos responden, que no se trata de beneficios, sino de haberles sacado "la pata de encima".

Hay muchas hipótesis que surgen quizás por desconocimiento del tema, o solo conocer una parte y a su vez por desconocer el impacto que ha producido en la economía argentina.

Al respecto, Infobae consultó a especialistas para poner a la luz los datos que giran en torno a la quita de retenciones y así colocar sobre la balanza por un lado lo que perdió el Estado y por el otro, el impacto que la medida generó en la economía ¿Qué pesa más?

Detrás de las retenciones

Según datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina
(FADA), la eliminación de derechos y trabas de exportación al trigo y al maíz, más la baja del 5% de derechos de exportación a la soja, han aportado a la economía argentina US$ 1.995 millones, sólo considerando el año 2017. "Este dinero nuevo que se ha inyectado a la economía es debido a que la producción de los tres cultivos en 2017 es 16 millones de toneladas más que en el 2015″, explicó David Miazzo, economista jefe de FADA.

Actualmente las retenciones a la soja son del 30%.

Al consultar a la entidad agropecuaria, los motivos por los cuáles se da el
incremento en la producción total, comentan que se debe al aumento de la
producción del maíz con 15,7 millones de toneladas, un 46% más con
respecto al 2015, y el trigo con 6,7 millones de toneladas, un 59% más.
Mientras que la de soja cayó 6,4 millones de toneladas, un 10% menos.
"La producción de soja baja, ya que se producen más hectáreas de maíz. Esto es positivo para la rotación de cultivos y la sustentabilidad del sistema
productivo", argumentó Miazzo.

Cabe recordar que en el 2015 los derechos de exportación tenían una alícuota del 35% para la soja, 23% para el trigo y 20% para el maíz. Desde diciembre de 2015, con el Gobierno de Macri, el trigo y el maíz tienen 0% de retenciones y la soja un 30%. Para esta última, está planteado un cronograma de baja a partir de enero de 2018 de 0,5% mensual, por lo que terminaría el 2018 con una alícuota del 24%.

Efecto derrame

El aporte de los US$ 1.995 millones y las 16 millones de toneladas de granos más, significa que la agricultura y otros sectores de la economía se dinamizan y generan empleo, con influencia directa por ejemplo en el rubro de la maquinaria agrícola y del transporte.

De acuerdo a los datos recolectados, la maquinaria agrícola es una actividad
que ha crecido sustancialmente respecto a 2015 y es un sector que genera
33.430 empleos. En términos de unidades, en 2017 se venderán un 70% más
que hace dos años. Respecto a la facturación, el 2017 cerrará con ventas
cercanas a los $30.000 millones, mientras que a precios de hoy en 2015 fue de $16.350. Así, la venta de maquinaria agrícola creció en $13.648, tras un
incremento importante también en 2016.

La producción de los tres cultivos en 2017 es 16 millones de toneladas más que en el 2015.

Por otro lado, transportar estas 16 millones de toneladas más en camión,
requiere de 533.333 fletes nuevos que generan 2.216 puestos de trabajo
nuevos. Según FADA, el valor de esta cantidad de fletes al día de hoy es de
$7.136 millones y de acuerdo a datos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte del Autotransportes de Carga (FADEEAC), estos fletes tuvieron una carga tributaria de aproximadamente $2.898 millones.

Por su parte, Luis Urriza, subsecretario de Agricultura del Ministerio de
Agroindustria, destacó que: "La eliminación de las retenciones del trigo y el
maíz, tuvieron mayor impacto en los pequeños productores y en el
interior del país que en zonas núcleo y de grandes productores. Es todo el
efecto contrario a lo que la gente cree".

En tal sentido, agregó: "Mejora más el negocio del pequeño productor del interior del país, por ejemplo del NOA que no podía hacer maíz porque el negocio no le cerraba y hoy siembra 100 hectáreas. Por lo cual, es mayor el impacto cuantitativamente".

De esta manera, subió la producción, se inyectaron US$ 1.995 millones a la
economía, la maquinaria agrícola facturó $13.648 millones más, los fletes
pagaron $2.898 millones de impuestos, aumentó el empleo en dichos sectores y benefició más a los pequeños que a los grandes productores. Pero, ¿Cuánto perdió el Estado por la tan polémica quita de las retenciones?

En base a los cálculos de la Fundación, si se analiza el efecto combinado en los tres cultivos, el Estado pierde sólo $154 millones de recaudación, el 0,1% de lo que pagan todas las hectáreas en producción de soja, maíz y trigo.

En cambio, si sólo se toma en cuenta la quita de derechos de exportación, la
pérdida es más grande. Desde el ministerio de Agroindustria sostienen que lo que hay que tener en cuenta es que al mismo tiempo que bajan los derechos de exportación, sube el impuesto a las ganancias, el IVA y el impuesto al cheque, generando una reducción en el impacto inicial de la quita de retenciones.

A su vez, Miazzo advierte que: "En paralelo también sube la producción de los cultivos más beneficiados como el trigo y el maíz". Un dato no menor es que en estos cultivos, por cada 1% que bajaron los impuestos que se paga por 1 hectárea, subió más de un 1% la producción.

La ecuación resulta en que baja la recaudación del Estado por derechos de
exportación, pero sube por otros impuestos. Al mismo tiempo, hay más
producción por la cual se paga impuestos. Pero, como se analizó más arriba,
otros sectores también se ven afectados y tributan más impuestos. "Sólo con los impuestos que paga la mayor demanda de flete, equivale a 18 veces lo perdido por el Estado en la agricultura", calcula Miazzo.

Sobre este mismo tema, Urriza expresó: "El balance es positivo, lo que dejamos de recaudar por retenciones en trigo y en maíz se compensó y sobre compensó con el resto de los impuestos por el crecimiento tremendo que hubo en producción".

En base al análisis por cultivo, según FADA donde más ha perdido el Estado es en trigo, porque su precio bajó 21% en los últimos dos años, si los derechos de exportación no se hubieran quitado, este cultivo estaría en una verdadera crisis. "Los precios también influyen en los resultados, así como en el trigo bajó 21%, en el maíz bajó 5% y en la soja subió 7%", aclaró el economista jefe de la Fundación.

Por último y a modo de reflexión, el funcionario de Agroindustria plantea: "La gente tiene que entender que a pesar de que la agricultura es anual, el
productor, la producción argentina y la rotación es de largo plazo. Para que el negocio funcione se tiene que hablar de largo plazo".