Aunque la evolución en el diseño de las avenidas y rutas de todo el mundo tenderá a construir vías en las que exista cada vez menos posibilidades de interacción entre los autos que circulan en distinto sentido, reemplazando las rutas de una sola mano sin divisiones y los cruces a nivel por derivadores de tránsito más complejos que no impliquen tener que frenar ante una intersección, las rotondas siguen siendo el modo más efectivo y económico para que un cruce sea más seguro que si se coloca un semáforo o se confía en que otro automovilista ceda el paso.
Sin embargo, tanto en zonas urbanas como en caminos fuera de las ciudades, es mayor la proporción de conductores que desconoce el correcto modo de trazar una rotonda en comparación con quiénes sí la utilizan adecuadamente. Una encuesta realizada por el Observatorio Vial de Cecaitra, la Cámara que nuclea a las empresas argentinas que producen software vial, permitió comprobar que 6 de cada 10 encuestados no saben quién tiene la prioridad en este tipo de intersección.
El sondeo de Cecaitra se realizó en hogares de la CABA y el Gran Buenos Aires, preguntando a los encuestados acerca de quién tiene prioridad de paso ante una rotonda sin semáforos. El resultado fue que sólo el 45% de los conductores indicó correctamente que es el vehículo que circula dentro de la rotonda; el 20% contestó que tiene prioridad el que llega primero; el 19% aseguró que es el vehículo que intenta entrar; y el 16% restante indicó que no sabía la respuesta.
La Ley Nacional de Tránsito Nro 24.449, en su artículo 43 denominado “Giros y Rotondas” establece que “si se trata de una rotonda, la circulación a su alrededor será ininterrumpida sin detenciones y dejando la zona central no transitable de la misma, a la izquierda. Tiene prioridad de paso el que circula por ella sobre el que intenta ingresar debiendo cederla al que egresa, salvo señalización en contrario”.
Dicho de otro modo, la zona central de la rotonda no se puede usar para pasar ante el cruce, y siempre se debe doblar hacia la derecha para ingresar a la circunvalación de la misma. Esto implica que en una rotonda se pierde la prioridad de paso de la derecha. Cuando se llega a la entrada de una rotonda, se debe observar si hay otro u otros vehículos circulando por su perímetro. Esos autos tienen prioridad de pasar antes de comenzar el ingreso a la misma.
“Que el 65% de los conductores no conozca la normativa vial es un dato que debe alertarnos. Realizar una mala maniobra en una rotonda puede provocar hasta un siniestro múltiple. Desde Cecaitra incentivamos no solo que se conozcan las leyes, si no que se cumplan, siendo la única manera de lograr un tránsito seguro sin víctimas que lamentar”, dijo el vocero del Observatorio Vial de la Cámara, Facundo Jaime.
Además, el Observatorio indagó sobre las causas de las infracciones viales y consultó si se estaba de acuerdo o no con la siguiente frase: “Las faltas de tránsito son consecuencia de las costumbres argentinas a la hora de conducir un automotor”. Allí, un 73,5% estuvo de acuerdo con la premisa: un 40,2% muy de acuerdo y un 33,3% de acuerdo.
“Que la gran mayoría considere que las faltas se cometen por las malas costumbres de los conductores nos muestra cómo se ve el tránsito. El respeto y la responsabilidad son factores indispensables al conducir. Si se conocen las reglas y no se cumplen por la ‘viveza criolla’, estamos frente a un problema de conciencia vial, que desde Cecaitra trabajamos para resolver mediante la educación y la concientización para lograr un tránsito seguro y ordenado”, finalizó Jaime.