Cuando comenzaba el lunes de este semana, el Gobierno publicó el Boletín Oficial con las resoluciones anunciadas la semana pasada sobre la decisión de bajar aranceles y costos de registración de automotores.
Había varias dudas en el mercado, una era saber si la reducción de aranceles de transferencia afectaría sólo a los autos usados o también impactaría en el alta de autos cero kilómetro. Pero el mismo viernes surgió otro cuestionamiento, el de la actualización del valor fiscal de los autos según su año y modelo, que podía desequilibrar lo que se buscó con esta medida desde el propio gobierno.
Efectivamente, el Boletín Oficial contiene tres diferentes resoluciones del ministerio de Justicia en las que se diferencian la eliminación de aranceles que se cobraban por emitir título de propiedad, cédula de identificación (verde), chapas patente y firmas autenticadas por un lado; la creación del Legajo Digital Único (LDU) y el Certificado Digital Automotor (CDA) por otro; y en el restante se publicó el modo en que se limitarán las ganancias de los Registros del Automotor.
Si bien todas las medidas son positivas, la de mayor impacto inicial en la vida de los ciudadanos es la reducción de costos de registración de unidades. La primera novedad es que la reducción del arancel de transferencia, que era del 1,5% del valor para autos nacionales y del 2% para importados, ahora es para todos por igual y baja al 1%. Además es válido para transferencias entre un dueño y otro y también para la inscripción de autos nuevos, lo que se conoce como alta de un vehículo, o registración inicial.
El otro paso –que será definitivo que lance la registración remota que por ahora sigue su derrotero de reglamentación e implementación– es la creación de los legajos 100% digitales de cada vehículo. Si bien todavía hay que seguir concurriendo de manera presencial a un Registro del Automotor, el “ecosistema digital” está comenzando a funcionar.
“Son pasos que hay que dar sí o sí en el orden que se están dando. Primero hay que tener todo en formato digital para después poder incorporarlo en una plataforma”, explicaron fuentes del Gobierno.
Sin embargo, no pasó desapercibida la noticia de la actualización de la tabla de valuación fiscal de automotores que se hizo el viernes pasado, y que no se realizaba desde junio. Si bien es algo razonable en un país inflacionario, la actualización anterior había sido en marzo, otros tres meses antes, y previamente se había dado en febrero, enero y noviembre.
Esto hace que los autos que tenían un valor marcado por la tabla de la DNRPA, hoy tengan un valor más alto, y que por lo tanto, esa reducción de gastos decidida por el Ministerio de Justicia para las transferencias posiblemente no se vea reflejada del mismo modo que hubiera ocurrido si la valuación fiscal era la misma.
De todos modos, el ajuste no es fijo ya que hay vehículos que aumentaron un 40% y otros menos de un 10%, por lo tanto, sólo en cada caso al hacer la transferencia, se podrá saber cual es el monto sobre el que se tomarán los porcentajes. Esto ocurrirá sólo en los autos usados, ya que los cero kilómetro no se regulan por la tabla de valuación fiscal sino por el precio de lista de las marcas, que precisamente para este mes de septiembre, tendrán posiblemente una reducción por la baja del impuesto PAIS (o no sufrirán incrementos).
Sin embargo, en el caso de los usados, que haya aumentado la valuación oficial implica que lo que se paga como tasas o impuestos provinciales termine aumentando a la par de esa actualización de la tabla de precios de la DNRPA, que es 3% del valor del auto en CABA y 4% en el interior del país, y que en muchos casos termine neutralizando una baja con una suba tan importante.
Cuánto más viejo sea el auto, la incidencia de estos costos es más alta por su menor precio de mercado. Vale un ejemplo: Un Volkswagen Gol 1.6 modelo 2009 tenía el viernes un costo total de transferencia que incluía el pago de título, cédula y patentes, de $110.000. Este lunes, el mismo auto, sin pagar ni el título, ni la cédula ni las patentes, tiene un costo total de transferencia de $151.000. El costo de la transferencia era $32.000 pero con la revaluación pasó a ser $36.000, pero el viernes pagaba una tasa municipal de $64.000 y este lunes ese costo ascendió a 109.000 pesos.
En cambio, con un Toyota Yaris XLS 1.5 de 2019, la cuenta cambia y ahora se paga menos, aunque podría ser mucho más significativa la reducción si no fuera por el valor fiscal del vehículo. El viernes pasado, el costo total de transferencia era de $548.353 y ahora es de $483.618. El costo de transferencia puro bajó de $174.465 a $119.400. Pero la tasa que cobra en este caso la provincia de Buenos Aires pasó de $360.000 a $358.200, lo que refleja que todos los costos bajaron, menos la tasa de la jurisdicción en la que está inscripto el automóvil.
De todos modos, aunque extemporánea, la medida tiene cierta lógica. Si no se actualizaba la tabla desde junio y los aumentos de los autos corrieron con la inflación, ese es un proceso que no se puede detener. “Así como las primeras fábricas de autos absorbieron el impuesto PAIS que ya habían pagado por autos que se venderán este mes en las concesionarias para que la medida impacte en la gente, esta actualización de la tabla de valores fiscales es por lo menos inoportuna. Ahora estará en los estados provinciales o en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tomar una decisión que acompañe la que tomó el gobierno”, le explicaron fuentes del sector a Infobae en las últimas horas.