Las camionetas son parte de la cultura automotriz argentina. Por tradición y por su capacidad de uso en las más diversas regiones geográficas, han acompañado el desarrollo económico personal e industrial de casi todas las actividades productivas de la economía argentina desde finales de los años 40.
Lo hicieron con fuerza desde las famosas F-100 y las Chevrolet Apache (técnicamente C-10) entre las pick-up grandes, o con el Rastrojero y el IKA Jeep Baqueano en las medianas. Luego con las Jeep Gladiator, Dodge 200 y Siam Di Tella Argenta en los 60, las monocasco autoportante Ford Ranchero y la Fiat Multicarga en los 70, y las japonesas importadas la Toyota, Isuzu y Mazda en los 80.
Con la llegada de las Ford Ranger, Chevolet S-10 y Dodge Dakota en los 90 se empezó a extender el mercado a los usuarios que buscaban este tipo de vehículos para esparcimiento, hasta que en 1997 nació en Zárate la actual planta de Toyota Argentina, construida exclusivamente para fabricar las nuevas Hilux de doble cabina que dieron impulso definitivo a una nueva generación de camionetas, las que hoy se conocen como “medianas” o de una tonelada.
Sin embargo, el gran crecimiento del mercado de las pick-up en Argentina se produjo mucho más cerca a la actualidad en la línea de tiempo, y tiene que ver con la condición de ser considerado como una herramienta de trabajo y producción a nivel impositivo, lo que permite que este tipo de vehículos, al igual que los furgones de carga grandes y medianos, paguen el 10,5% de IVA en lugar del 21% de todos los otros vehículos, y no tributen el impuesto interno conocido como impuesto al lujo, que impacta con un 20% en la primera escala y con un 35% en la segunda.
Hoy, el mercado argentino tiene seis modelos de camioneta de una tonelada de carga de producción local o regional (Chevrolet fabrica en Brasil); siete modelos de media tonelada o pick-up compactas, también regionales por proceder de Brasil y México; y dos modelos del segmento conocido como Full Size que llegan desde Estados Unidos.
Además, Stellantis en cuestión de días, Volkswagen en meses y Renault y Nissan tal vez para 2026, anunciarán sus planes para producir camionetas compactas y medianas en la región para agregar más ofertas a la gama.
Sin embargo, y a pesar de la evolución de la movilidad sustentable y de varias intenciones manifiestas de los ejecutivos de algunas terminales, todavía no existe ningún proyecto de pick-up tenga propulsión electrificada en Argentina, tanto si fueran eléctricas puras o híbridas en cualquiera de sus versiones.
Lo que si hay ahora es un programa que puede abrir la puerta a esos proyectos, porque el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), contempla que la industria automotriz pueda entrar en el sector “Tecnología”, siempre y cuando sea para inversiones relacionadas con “Movilidad en base a nuevas tecnologías de motorización y tecnologías de transición energética”.
Ford dijo reiteradamente que quieren hacer una Ford Ranger híbrida. Toyota también tiene el proyecto en carpeta para Hilux, y recientemente, Volkswagen Argentina ha reconocido que en su plan de incorporar al menos un modelo híbrido a toda la gama de productos que tienen en el portafolio, pretenden que exista una versión de Amarok híbrida enchufable.
Por otro lado, Renault tiene muy avanzado el proyecto de fabricar la pick-up compacta que se conoció como Concept Niagara el año pasado en Brasil. Se trata de una camioneta de media tonelada que se produciría en planta Santa Isabel, Córdoba, presumiblemente en 2026, sobre la plataforma RGMP, que está preparada para recibir motorizaciones híbridas entre sus cualidades de flexibilidad. En este proyecto también estaría involucrada Nissan, socio actual en la fabricación de las pick-up Alaskan y Frontier.
Si bien ninguno de estos proyectos tiene fecha establecida o anuncios puntuales de inversión, el hecho de tener ya la reglamentación del RIGI desde la semana pasada representa un gran avance para que todas las fábricas argentinas puedan incluir la hibridación de los vehículos que más se producen en las plantas locales: las camionetas.
Quien sí tiene una fecha próxima para un anuncio es Stellantis, que posiblemente en los próximos días confirme la esperada inversión en la planta de Ferreyra donde hoy se fabrica el Fiat Cronos, para producir la camioneta mediana del grupo que se vende en Brasil como Fiat Titano y en Uruguay como Peugeot Landrteck, y que incluso podría tener un tercer modelo bajo la marca RAM con una motorización diferente tal como su posicionamiento de mercado suele proponer.
El anuncio del RIGI es demasiado reciente para generar impacto en la decisión de esas inversiones en Córdoba, pero podría cambiar el escenario en el que se decide producir un vehículo completamente nuevo en una fábrica, ya que, como detalla la reglamentación del programa de incentivos del gobierno argentino, para poder fabricar con estos beneficios impositivos, una de las condiciones que se debe cumplir es la de tener al menos un 20% de localización de partes nacionales en el producto final, y este proyecto posiblemente cumpla con ese requisito incluso si todo el tren motriz híbrido proviniera del exterior. Esta situación se extiende a todas las marcas salvo GM, que produce en Brasil, con lo cual la inversión mínima de 200 millones de dólares podría ser posible para ampliar la gama de productos actuales.
Por otro lado, al existir un período de tiempo de dos años que corren desde el 28 de junio para ingresar al RIGI, tanto esta decisión como las de las otras marcas tienen tiempo suficiente para evaluar y, eventualmente, elaborar los proyectos híbridos para los vehículos que ya se producen o se producirán entre 2024 y 2026 en Argentina.