Las ventas de autos eléctricos definitivamente han entrado en un proceso sostenido de ralentización que podría transformar en muy poco tiempo el escenario de la movilidad sustentable a nivel global. Todo comenzó a mediados de 2023, con los primeros indicios de retracción en algunos países europeos y en Estados Unidos, pero se profundizó aún más este año, a partir de la decisión de varios gobiernos de retirar las ayudas o subvenciones que tenían estos vehículos al momento de la compra por parte de los usuarios.
A lo largo de los primeros seis meses se apreció este proceso de deconstrucción de la movilidad eléctrica a través de las propias cifras de ventas, pero también a partir de las decisiones de algunas marcas de extender los plazos programados en 2021, por los cuales muchos de ellos tenían como meta llegar a 2030 con el 100% de la producción de vehículos propulsados por esta tecnología, y postergarlos al menos hasta 2035. También se reconsideraron inversiones en plantas de baterías, tanto en Europa como en Norteamérica, porque la demanda empezó a bajar como para justificar las inversiones millonarias que requerían.
¿Por qué caen las ventas? En primer lugar, los gobiernos dejaron de dar subvenciones para cambiar autos convencionales por eléctricos, pero por otro lado, son mucho más costosos (aproximadamente un 40% más que uno similar de motor convencional) y tampoco hay insuficiente infraestructura de carga en general. Entonces, la gente teme quedarse sin batería. Además, la carga demora 30 minutos como mínimo.
Con las cifras de julio, el principal mercado de autos eléctricos (EV) europeo, Alemania, confirmó la tendencia. Según datos de KBA, la autoridad federal de transporte, las ventas de automóviles a batería cayeron un 37% para cerrar en 30.762 unidades, comparando los datos con el mismo mes del año 2023. La proporción de ventas de autos eléctricos en Alemania bajó en julio hasta menos del 13% del total, mientras que en el 2023, estaban en un 20%.
Las cifras también confirman que la actual es la mayor caída de ventas de autos eléctricos desde diciembre, cuando el gobierno alemán eliminó los subsidios a los vehículos con esta propulsión, mientras, en paralelo, los autos híbridos convencionales o autorecargables, crecieron un 7% en el mismo lapso de tiempo.
La problemática es la que se viene sosteniendo desde hace más de un año. Mientras aquellos usuarios de alto poder adquisitivo que querían tener un auto eléctrico ya adquirió uno o más modelos, la falta de ofertas a precios accesibles para el bolsillo del común de los usuarios está dejando a un consumidor masivo fuera del mercado.
“El aumento de la movilidad eléctrica está demostrando ser insostenible hasta ahora”, dijo Constantin Gall, consultor de EY sobre los resultados alemanes. “El mercado ha perdido todo impulso y muchos clientes dudan de las perspectivas de los coches eléctricos”, complementó.
Pero el fenómeno no se registra únicamente en Alemania. Suecia, el segundo país con mayores ventas de autos eléctricos por habitante después de Noruega, también vio cómo se desplomaron las ventas de EV, con una caída del 15% interanual, mientras un país con un ingreso per cápita de los más altos de Europa, como es Suiza, lo sufrió más aún con una baja del 19% entre julio de 2023 y 2024.
El lastre de la desaceleración que empeora en la región se está extendiendo y los proyectos de celdas de batería se están suspendiendo. El proveedor francés Valeo está buscando compradores para dos plantas que no hacen suficiente negocio. Una de ellas ya había sido renovada para producir piezas de automóviles eléctricos. OPmobility, otro fabricante de piezas francés, dijo que la producción de vehículos eléctricos era aproximadamente la mitad de lo que los fabricantes esperaban.
En el otro lado del océano Atlántico, Ford y General Motors están redirigiendo sus inversiones y reformulando planes de electrificación, y concentrándose en desarrollar nuevos modelos híbridos e híbridos enchufables. Por el momento, no hay cancelaciones de producción de autos eléctricos, pero sí una reorientación de objetivos.
Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, ha confirmado que está previsto comenzar a producir un auto eléctrico compacto de uso urbano, debido a la necesidad de ofrecer una opción para la gran masa de consumidores de vehículos.
Mary Barra, CEO de General Motors, confirmó hace pocas semanas, que no podrán lograr sus metas de vender un millón de autos eléctricos para 2025 como habían programado, aunque seguirán en la misma senda de electromovilidad.