El mercado automotor es tan volátil en Argentina como la vida misma. Hoy, las condiciones son completamente distintas a las de un año atrás. Desde que se abrió libremente la importación de autos al eliminar las SIRA en diciembre, el escenario varió 180 grados. “En el invierno pasado había tres compradores por auto. Ahora hay tres autos por comprador”. Es una frase que repiten constantemente los ejecutivos de las terminales, las importadoras y también los dueños de las concesionarias.
Al cambiar la oferta cambia la dinámica del comercio también. Mientras en 2023 había sobreprecios por falta de unidades o para evitar esperas de más de seis meses, entre la apertura de las importaciones y la baja en las ventas producto de la devaluación y del retroceso en el poder de compra de las personas, ahora aparecieron las bonificaciones y descuentos primero, y la financiación a tasa 0% después.
Así se podría decir que desde abril se dio vuelta la tendencia y empezó una recuperación del sector, que tuvo una fuerte suba en los siguientes dos meses y tuvo un bajón al tercero, junio, que sin embargo no pareció tener arrastre sino deberse a condiciones circunstanciales como muy pocos días hábiles por los dos fines de semana XL seguidos que paralizaron las operaciones por casi diez días seguidos.
¿Es un buen momento para comprar un 0km?
Casi podría decirse que es el momento perfecto. Con el dólar libre un 52% más caro que el oficial, quién tiene sus ahorros en la moneda estadounidense tiene la oportunidad de hacer una diferencia mayor, porque hoy, los autos están mucho más baratos en dólares que lo que estaban en marzo y abril.
“Este mes fue récord. Vendimos 42 autos en los 25 días que llevamos de operaciones. No sólo es lo mejor del año sino de los años anteriores también”, dijo un empresario con agencias multimarcas de autos cero kilómetro y usados en Zona Oeste del GBA. “En la financiera me dicen lo mismo, hacía mucho tiempo que no tenían tantas prendas. O sea que no sólo se debe a la brecha del dólar sino también a las tasas de los créditos. Estuvimos un mes y medio con tasas del 40%, ahora las volvieron a subir al 50%. Una lástima, porque veníamos bien, pero de todos modos, cuando sube el dólar, la gente los saca a la cancha y cambia el auto”, completó.
Sin embargo, hay otro dato que hoy puede servir más que nunca respecto al momento del mes para hacer una operación. Cuando sobran autos o faltan clientes, tanto las fábricas como los concesionarios van evaluando el comportamiento del mercado día a día. Pero todos tienen objetivos de ventas que cumplir, y ese factor termina siendo una de la claves cuando se acerca fin de mes. Si los números dan bien, los precios se mantienen, pero si los objetivos están un poco lejanos, la última semana suelen aparecer condiciones de venta mucho más ventajosas que las de los primeros 15 días.
Pero esa situación no es la misma todos los meses. Por ejemplo, a partir del 1 de agosto, el impuesto interno conocido como impuesto a los autos de lujo, se vuelve a actualizar. Luego de los ajustes en la periodicidad que hubo este año, desde el mes próximo se regresaría al esquema histórico de tres meses de vigencia, algo que cambió en enero para permitir que hubiera operaciones, ya que estaban paradas esperando la decisión del gobierno. Al ser una actualización trimestral que rige a partir de agosto, este fin de semana y los primeros cuatro días de la semana próxima, serán los últimos antes de un aumento de precios que posiblemente haya en los modelos que estaban “topeados” por debajo de los 37,2 millones de pesos para no pagar un 20% adicional. Esa alícuota ahora sube el tope hasta los $40.000.000, con lo que habilita un ajuste de precios para ciertos autos que se podrán mantener afuera del impuesto.
Eso convierte a julio en un mes especial también. Agosto ya tendrá listas de precios con el impuesto actualizado. Se salvarán los modelos más accesibles porque están lejos de tributar el impuesto al lujo, pero los de gama media posiblemente estén por encima de los precios de hoy.
Los ejecutivos de la industria lo tienen claro. “Estos seis días van a ser muy buenos. Si hoy ya tenemos 34.000 autos registrados, posiblemente se superen los 42.000 la semana próxima. La meta es superar los 34.000 de julio de 2023, pero si no lo hacemos este mes, seguramente lo haremos en agosto”, señalaron este jueves desde una automotriz.
“De todos modos, hay que ser muy inteligente para encontrar una mejor oportunidad en estos últimos días. Hay que buscar el auto y la concesionaria que lo quiera vender, porque ante una situación así, si hubo buenas ventas, quizás algunos eligen guardar unidades para venderlas el mes que viene un poco más caras”, completaron.
Del otro lado del mismo mostrador está la situación impositiva. Generalmente, cuando existe la expectativa de cambios en algún impuesto o arancel, los compradores esperan. En el escenario actual, hay un cambio con la prometida reducción de 10 puntos porcentuales en el Impuesto PAIS, que pasaría de 17,5% a 7,5%. La promesa del gobierno fue que ocurriría en agosto, aunque lo más factible es que se postergue hasta septiembre. Esa reducción será muy importante para la industria, y podría impactar en el precio de los autos, aunque no está claro si ese impacto no se neutralizaría con el ajuste de precios por inflación, al menos en los autos de producción nacional tienen el 50% en promedio de partes importadas.
Distinta sería la situación de los autos terminados que provienen de otro país, ya sea de Brasil o el más lejano de Asia. Estos autos pagan actualmente el 17,5% adicional sobre su precio total y podrían tener una reducción de precio un poco más significativa. Así es como, dependiendo del auto que se quiera comprar, julio puede ser un momento ideal o tal vez sea mejor esperar a octubre, cuando empiecen a llegar autos que ya no paguen ese impuesto con la alícuota actual.