Terminó el primer semestre del gobierno de Javier Milei que impuso nuevas condiciones de comercialización de automóviles en Argentina, por las cuales ya no hay que pedir autorizaciones al estado para nacionalizar vehículos que provengan del exterior, tanto sean de la región como de otros continentes.
Si bien nunca estuvo prohibido, en los últimos cuatro años, pero especialmente en 2023, las importaciones estuvieron marcadas por una fuerte restricción de hecho como eran las famosas SIRA, sin las cuales no era posible entrar unidades al mercado local. La falta de dólares en las reservas del Banco Central determinó que la liberación de esos permisos fuera completamente discrecional y terminó por beneficiar a la industria nacional, que copó con sus productos 9 de los diez primeros puestos en el ranking de ventas de autos cero kilómetro de 2023.
Si bien la eliminación de las SIRA permitió que tanto terminales como importadores trajeran el volumen y la variedad de modelos que quisieran desde enero, la realidad es que hasta junio hubo otra limitación: la disponibilidad de los dólares para pagar esas importaciones, y que era de 180 días.
Por esa razón, algunas marcas, como Toyota y Volkswagen, salieron rápidamente a recuperar participación en el mercado, en especial con autos provenientes de Brasil, mientras otras decidieron incrementar la cantidad de unidades importadas con más cautela. El caso más claro es el de Nissan, que incluso reconoció oficialmente que prefería “crecer responsablemente”. El 20 de junio, cuando efectivamente comenzaron a disponer de los pagos, el nivel de endeudamiento bajó, y entonces empezaron a llegar más autos del exterior.
Sobre fin de mes, el Banco Central informó que desde julio ese plazo se reduciría de 180 a 120 días, lo que representa una mejora en los costos financieros de las importaciones, y por lo tanto una mejor condición para la operación.
Proporción de nacionales e importados
Infobae hizo este mismo informe tras el primer trimestre de 2024, comparando la cantidad de autos de fabricación nacional que se habían comercializado entre enero, febrero y marzo, contra el mismo período de 2023.
Entonces ya se apreciaba un cambio de participación en el mercado. La venta de autos nacionales había sido del 65% en el primer trimestre del año pasado y ahora bajaba al 61,5%. Los autos provenientes de países de la región, los que entran con arancel 0% de importación, habían pasado del 32% al 34%, mientras que los que provienen de extrazona, importados de Europa, Asia o Estados Unidos, habían crecido del 2,9 al 4,5%.
Con seis meses computados por el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (SIOMAA), los números se siguen modificando y manteniendo la proyección de fines de marzo.
Con 173.700 autos comercializados entre enero y junio, ahora el 57,9% son de origen nacional, lo que implica una baja de 3,5 puntos porcentuales respecto a marzo; los importados de la región subieron del 34 al 37,4%; mientras que los importados de extra zona se mantuvieron casi en los mismos valores, pasando del 4,5 al 4,7%. Hay una lógica detrás de esto, y es que los importadores, en su mayoría, no operan con el MULC sino con dólar CCL, y ante la ampliación de la brecha entre el dólar oficial y los financieros, tienen un costo adicional que hace menos conveniente la importación de grandes volúmenes de unidades. Además, siguen pagando el 35% de arancel para sus vehículos, que son alcanzados también por el impuesto interno, cosa que ocurre con mucha menor proporción con los autos brasileños.
La evolución de los segmentos
La misma estadística del SIOMAA permite discriminar el comportamiento de los segmentos en el mercado. Hay cuatro categorías claramente diferenciadas para analizar. Están los autos convencionales, los SUV, las pick-up y los utilitarios. En las cuatro categorías hay subdivisiones. En los primeros se incluyen los sedanes y los B-Hatch (los autos de dos volúmenes tradicionales), tanto de segmento B y C; entre los SUV están las mismas categorías de tamaño; las camionetas incluyen las compactas, las medianas y las Full Size, y los utilitarios tienen los furgones chicos, medianos y grandes y las vans.
La referencia de 2023 mostraba que en el total del mercado, los autos convencionales ocupaban el 41,5%, los SUV ocupaban el 18,4%, las pick-up el 26,9% y el restante 13,2% quedaba para utilitarios en todas sus formas.
Con seis meses computados de 2024, las cuentas cambiaron notablemente, en particular gracias al gran crecimiento de los SUV. Los sedanes y hatchback tienen ahora el 38,7% del total, los SUV subieron al 28,4%, las camionetas, con crecimiento de ofertas de las compactas, bajaron levemente hasta el 25,4%, y los utilitarios bajaron al 7,4% del total.