Según los propios actores del sector, la carga de impuestos aplicada a la industria automotriz es el verdadero motivo por el que los autos nuevos son tan caros. Esto es algo que en los últimos meses han repetido sin pausa todos los ejecutivos de las terminales que producen vehículos en Argentina.
“Cuando sale de la línea de producción, un auto fabricado en Argentina tiene entre 25 y 28 puntos porcentuales de impuestos, y tenemos que venderlos al exterior compitiendo con las fábricas de Brasil que tienen 12% o de México que tienen cero”, es lo que se ha escuchado como referencia.
Si bien la situación es histórica, desde la asunción del gobierno de Javier Milei el problema se magnificó por dos razones: la devaluación y pérdida consiguiente del poder adquisitivo de los compradores, y el incremento del Impuesto PAIS, que había sido instaurado por Sergio Massa en julio de 2023 con un 7,5% sobre cualquier insumo, autoparte o vehículo terminado que entrara a Argentina, y que pasó en diciembre al 17,5%.
La industria nacional automotriz no produce el 100% de las partes que componen un vehículo, sino bastante menos de la mitad. Generalizando, la integración local de partes podría considerarse aproximadamente del 30% y la regional cercana al 60%. Traducido al impacto del incremento del impuesto PAIS, bien podría decirse que un 50% de los componentes de un auto de fabricación nacional, están alcanzados por ese incremento del 17,5% desde diciembre de 2023.
Pero no todos los autos tienen la misma carga de impuestos. Los vehículos afectados al trabajo como las pick-up medianas y compactas y los furgones de carga medianos y chicos pagan el 10,5% de IVA en lugar del 21%, y no pagan tampoco el impuesto interno conocido como impuesto a los autos de lujo que pagan los autos y los SUV.
Por esta razón, más allá de una cuestión cultural de gustos por las “chatas” que lleva al usuario a comprarlas o elegirlas por sobre otro tipo de vehículos en una proporción mayor a la de otros países con características similares, Argentina fabrica actualmente cinco camionetas de una tonelada y tres furgones, y en los próximos dos años incorporará otras pick-up más en ambas categorías, todas ellas en la provincia de Córdoba, por parte de Stellantis y la sociedad Renault/Nissan.
Al tener menos impuestos, también es posible medir el comportamiento de precios que han tendido en este primer semestre, con seis listas de precios que se mantuvieron mucho más quietas que las de los autos convencionales y los populares SUV.
La referencia es Toyota con su Hilux, la camioneta más vendida del mercado, que entre enero y junio tuvo un incremento de precio del 9% en la versión de doble cabina más accesible, tanto en tracción simple como en 4x4, mientras que en la gama alta, la SRX, el porcentaje de incremento fue menor, de sólo el 5 por ciento. La Toyota Hilux DX DC 4x2 con caja manual es además la más accesible de la categoría con un precio de 33.501.000 de pesos.
Siguiendo el orden de acuerdo a las ventas, Ford fue una de las marcas que aumentó dos veces en enero, recuperando primero el atraso de no haber actualizado el precio de Ranger a mitad de diciembre como sí hicieron sus competidores tras la devaluación, y luego aplicó un nuevo aumento menor a fin de mes del 13,5%. Entre febrero y junio, en cambio, el incremento fue del 2,3% lo que lleva a la marca a terminar el semestre con un aumento de su camioneta nacional del 15,8%. En la gama alta, la XLT, había aumentado un 9% hasta abril, pero en mayo bajó el precio y quedó estancado en el mismo valor con el que empezó en febrero. La Ford Ranger XL 4x2 con caja manual tiene un precio de 35.100.000 de pesos.
Volkswagen, el tercer gran competidor en camionetas de 2023, aumentó la línea de acceso y de gama media, las Amarok Trendline y Highline tanto en tracción simple como doble con caja manual, en un 16% entre enero y junio. En tanto, al llegar a las versiones más equipadas, las Black Style, ese incremento fue menor, de un 11%, algo que es posible porque esos modelos tienen mayor margen de utilidades y permiten absorber precio cuando el mercado no se mueve tanto. La Amarok más accesible se la versión Trendline 4x2 con caja manual con un precio de 37.598.500 de pesos.
Nissan es el cuarto actor que más pick-up fabrica y vende en el mercado local con sus Frontier. Si bien comparte la planta Santa Isabel con Renault, el perfil de una marca y otra es diferente en su apuesta por ganar terreno en el segmento. La Nissan Frontier S, la de acceso a la gama, aumentó un 15% en el semestre, mientras que a partir de las XE con caja automática, en el medio de la línea Frontier y hasta llegar a las Pro4X, el incremento fue menor, llegando en promedio al 10%. El modelo más accesible es el Nissan Frontier S 4x2 con caja manual, con un precio de 34.379.400 de pesos.
Renault, por su lado, tomó la decisión de no incrementar los precios de acuerdo a las versiones, sino aplicar los aumentos uniformes a toda la gama de Alaskan. Entre enero y junio, la suba fue del 22% para los modelos con tracción simple y caja manual hasta los Iconic 4WD AT. El modelo más accesible que ofrece es la Alaskan Comfort 4x2 con caja manual en 35.271.900 de pesos.
La otra pick-up que se vende en Argentina es la Chevrolet S10, que sin embargo tiene otra condición ya que es importada de Brasil, con lo cual paga en su totalidad el impuesto PAIS del 17,5% sobre el precio. A causa de ello, el aumento fue mayor al de sus competidores, alcanzando el 28% en seis meses para las versiones más bajas, y del 10% en las de mayor equipamiento. La versión de acceso de la Chevrolet S10 de doble cabina, tracción simple y caja manual tiene un precio de 34.989.900 de pesos.
El caso de Renault sirve para tomar otra referencia con el Kangoo, el furgón que lidera el mercado y compite con Peugeot Partner y Citroën Berlingo. En esta categoría, también mantuvieron la misma política que con las camionetas, aumentando los precios entre un 22 y un 23% para las versiones básicas con motor naftero 1.6 y las dCi 1.5 diésel. El Kangoo más accesible es el Confort con motor de gasolina y un precio de 27.700.000 de pesos.
Sus competidores de Stellantis, los otros dos que se fabrican en Argentina, aumentaron un 17,5% entre enero y junio con una misma política de precios para las dos marcas, ya que el vehículo es básicamente el mismo con diferentes insignias y grupos de óptica y parrilla. El Peugeot Partner y el Citroën Berlingo furgón más accesibles con motor diésel HDI tienen el precio en 22.180.000 de pesos.
Como referencia final, algo que se podrá comparar con mayor precisión cuando cerca del 18 de julio se conozcan los números del Indec, el índice de precios internos mayoristas (IPIM) para la categoría de automóviles registró un aumento del 35,9% en cinco meses, lo que demostraría que sin el impuesto interno que afecta a autos y SUV, y con una proporción de partes importadas aproximadamente del 50% que pagan impuesto PAIS, el aumento de los vehículos utilitarios fabricados en Argentina estuvo muy por debajo del índice absoluto, ya que mientras los que más aumentaron lo hicieron cerca del 22%, los autos de pasajeros de fabricación argentina aumentaron en el mismo período entre un 43 y un 47 por ciento.