Aunque la situación ha mejorado progresivamente, el escenario de ventas de autos cero kilómetro en el mercado argentino no está alcanzando las proyecciones que se esperaban para esta fecha, cuando está a punto de empezar el segundo semestre que la industria automotriz esperaba como el que salvaría el año de un comienzo con bajas de todos los índices de ventas y por lo tanto de producción.
Tras la devaluación y el incremento de precios por el aumento del impuesto PAIS en diciembre, luego de los primeros dos meses de este año se proyectaba una caída anual de ventas de más del 30%. En 2023 se vendieron 450.000 autos y por esos primeros días del año el panorama era de terminar 2024 con 320.000, aunque apostando fuertemente a una recuperación a partir de julio que quizás permitiera llegar a 350.000 unidades.
Con cinco meses computados, 2024 empezó con un -33% en enero, mejoró a un -27% en febrero, volvió a caer hasta el -30% en marzo, y nuevamente fue en alza para llegar al -24% en abril y terminar con un -22% luego de mayo. Pero alza no significa números positivos. La caída es real, y la preocupación de las marcas es que las condiciones impositivas que condicionan los costos de producción y comercialización de autos, sobre las que vienen reclamando al gobierno desde que asumió Javier Milei, se sigan retrasando.
El esfuerzo por mantener los precios casi sin aumentos no se puede “aguantar” mucho más tiempo. Los que lo sostienen de mejor forma son aquellos que tienen más del 70% de su producción destinada a exportaciones, pero es muy difícil para las que viven mayormente del mercado doméstico. Por eso es la insistencia de los ejecutivos de las automotrices en cada oportunidad que pueden hacerlo público.
“El cambio vendrá cuando se consigan bajar los impuestos que impactan tan fuertemente en el precio de los autos. Los autos están muy caros por lo que siempre comentamos, la cantidad de impuestos que implica producirlos o importarlos. Y si bien es cierto que hay una baja porque el poder adquisitivo perdió capacidad este año, también hay una cantidad de clientes que están esperando que los autos bajen de precio si se cumplen algunas de las metas económicas del gobierno, que por ejemplo reduzcan el impuesto PAIS a los 7,5 puntos del año pasado (hoy es 17,5%) o se elimine el cepo”, confesaron a Infobae desde una de las principales terminales automotrices.
En los mostradores de las concesionarias de autos se siente esa situación claramente.
“Las ventas mejoraron un poco pero no tanto como esperábamos. El mercado se está moviendo casi exclusivamente por la brecha del dólar oficial y el paralelo. Eso es lo que este mes ha generado momentos de mayores operaciones. Los créditos a tasa 0% ayudan un poco, pero no es lo que mueve el mercado”, comentó el gerente de ventas de una cadena de concesionarios oficiales en CABA.
Los números lo confirman. A pesar de una gran oferta de compra financiada, en lo que va del año se produjo un incremento de operaciones con créditos de sólo el 5,3% en comparación con 2023. Según el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (SIOMAA), este año se llevan vendidos 13.908 autos bajo esta condición mientras que el año pasado habían sido 13.208 vehículos.
En el interior se viven realidades diversas. La esperada mejora de las ventas cuando el campo comenzara a liquidar la cosecha todavía no parece estar impactando en operaciones de autos cero kilómetro.
“El comprador del campo todavía sigue sin aparecer por las concesionarias como solía ocurrir. Hay un repunte pero por otras razones. Menos del 50% es por la cosecha porque el cliente del campo está esperando para liquidar o está liquidando para pagar deudas. Todos esperan una soja más alta, o la salida del cepo o una devaluación que les de mejores condiciones”, dijo a Infobae un empresario con concesionarias multimarca en la zona productiva agrícola de Santa Fe y Córdoba.
“Las ventas mejoraron en gran medida por la reaparición de líneas de crédito muy atractivas para la producción, puntualmente en lo que es pick-up nacional que llegaron hasta un mínimo del 24% de interés, y por la brecha entre el dólar oficial y el paralelo. Que el dólar toque los $1.300 dinamizó mucho porque animó a muchos clientes a cambiar y comprar vehículos”, completó.
Otras regiones, donde no es el campo sino la minería, la explotación petrolera u otro tipo de cultivos diferentes a los de la Pampa Húmeda las actividades que mueven la economía, el escenario es diferente. En Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Juan y Jujuy, es donde menos cayeron las ventas en relación con 2023, con provincias donde los patentamientos en cinco meses son apenas un 5,8% menos en Neuquén, o de hasta un 16,1% en Río Negro. En el resto del país, la caída es mayor o igual al 20%. Lo que sucede es que con volúmenes bajos en el acumulado de todas esas provincias, el número no influye tanto en las cifras totales del país.
En el área metropolitana de Buenos Aires, donde el mercado no se mueve impulsado tanto por condiciones estacionales como la cosecha o actividades como las mencionadas en Cuyo, el NOA y la Patagonia, las ventas están más ancladas al consumo mismo y el poder adquisitivo de los usuarios. Entre enero y mayo, en CABA la caída de ventas de autos nuevos alcanzó el 23,9% y en la provincia de Buenos Aires la baja es del 20,7%.
Por esa razón es que para las fábricas es fundamental la exportación, ya que esa variable es la que compensa una caída del mercado interno. Las cifras de los primeros cinco meses muestran que en enero se exportaron un 67,5% de los autos fabricados en las plantas argentinas. En febrero fueron del 62,9%, en marzo bajaron al 54,4% y en abril más aún, al 47,9%. La buena noticia de mayo fue que volvió a crecer el volumen de autos que se vendieron en el exterior hasta el 59,7%, lo que permite tener un promedio de 58,5% en lo que va del año.
En la comparación interanual es un 22% menos respecto a 2023, y esa es la preocupación del sector, porque son las exportaciones las que deberían permitir que se equilibren las cuentas con respecto al mercado interno que parece ir indefectiblemente a un número negativo entre el 15 y el 20% menor al del año anterior.