Desde que comenzó 2024, distintos anuncios de automotrices argentinas empiezan a mostrar un cambio de rumbo industrial respecto a lo que se vivió en los últimos años. La nueva política de apertura comercial del gobierno de Javier Milei cambió el mapa y operaciones exitosas como la que posicionó al Fiat Cronos como el auto más vendido desde julio de 2020 hasta el mes pasado, parecen imposibles de repetir con la apertura de las importaciones.
“La gente compraba lo que había y no lo que quería comprar, porque estaba restringida la importación a los cupos del gobierno , por eso la curva de participación de mercado de autos del Mercosur bajó a mínimos históricos y los productos nacionales coparon los diez primeros lugares del ranking de ventas en el último tiempo”, explicó un alto ejecutivo de una terminal automotriz a comienzos de este año.
“Pero que ahora no haya impedimentos para importar tampoco es totalmente cierto. Si bien nadie te dice cuántos autos tenés podes traer del exterior, el pago sigue siendo a 180 días. Recién ahora vamos a empezar a disponer de los dólares de los autos que importamos en diciembre, y esos 180 días tienen un costo financiero muy alto. Entonces hay que importar con responsabilidad porque el mercado también está muy frenado. Endeudarse sin sentido es peligroso para la operación de una marca en el país”, completó.
Si bien el Ministro de Economía, Luis Caputo, anunció medidas para bajar aranceles para las autopartes que tendrán destino de exportación, y que, según su procedencia y tipo, pueden llegar hasta un 18%, esta medida fue tomada como la primera solución que mejore la competitividad para exportar autos fabricados en las plantas nacionales. Sin embargo, hay un debate paralelo que todavía no se está dando, o al menos que no se está visibilizando, que es el de privilegiar a las fábricas y sus necesidades para exportar, pero no dar solución a los consumidores locales, que no se ven beneficiados con esas medidas porque están destinadas a la producción de autos que se venden en otros mercados.
“Es muy curioso porque con la baja de los costos de producción para los autos que van a otros mercados se va a dar la situación de tener el mismo vehículo, fabricado en la misma planta, que tendrá más barata la versión que se exportará que la versión que se venderá en el mercado local. Eso hay que resolverlo porque no beneficia al consumidor argentino. Es injusto, y lo único que conseguirá es seguir achicando la cantidad de autos nuevos que se vendan en el país y ampliando los que se venden afuera. Entrarán más dólares, pero el parque automotor argentino seguirá envejeciendo por falta de renovación de los usuarios”, aseguró un analista de la industria.
Según los fabricantes, la cantidad de impuestos que paga la fabricación es tan alta que si no se ataca ese problema, los autos seguirán siendo caros para el bolsillo de los argentinos. Por esa razón es que tampoco sería conveniente bajar otros aranceles como los de importación de extra zona, más allá del convenio con Brasil para mantenerlo en 35% al menos hasta junio de 2029, ya que de ese modo sería más conveniente importar autos que fabricarlos, lo que impactaría directamente en las fuentes de trabajo directas e indirectas que representan las fábricas argentinas.
Tras el discurso del presidente en el acto del 25 de mayo en Córdoba, la industria en general y la automotriz y autopartista en particular, creen que recién cuando se alcance el acuerdo de la Ley Bases y se pueda atacar el costo que genera el impuesto PAIS, habrá un escenario que mejore la posibilidad de acceder a los autos 0km para los consumidores.
“Lo que más rápidamente contribuiría para bajar los costos y precios de los autos sería eliminar el impuesto PAIS, porque ese impuesto es el que genera que cada pieza que se importa para fabricar un auto en Argentina paga el 17,5% de impuestos que van directo al precio del auto. Pero a la vez, ese es el impuesto que más recaudación genera para el estado, y en este momento, entendemos que no es posible eliminarlo. Quizás si se bajara al 7,5% del año pasado, habría una mejor condición para que el precio de los autos vuelva a ser más accesible”, dijeron desde una terminal ante la consulta de Infobae.
En 48 horas se empezarán a conocer los nuevos precios de lista de los autos cero kilómetro que regirán desde el mes de junio. Posiblemente haya ajustes mínimos una vez más, y muchos modelos que seguirán sin aumentar de precio como viene ocurriendo en los últimos tres meses, y algunos modelos podrán bajar su precio como parte de la estrategia de las marcas para determinados productos.
“Pero esas bajas no son genuinas sino una apuesta de fabricantes y concesionarios para cerrar las cuentas. Mientras siga existiendo la matriz de impuestos actual y haya inflación, sólo se está forzando la marcha. El año pasado había tres compradores para un auto. Ahora hay tres autos para un comprador. Por eso se pueden encontrar oportunidades que antes no había. Existe la idea en muchos consumidores que hay que seguir esperando, porque los precios tienen que bajar más todavía”, dijo un ex directivo que hoy está retirado pero mantiene su mirada en la actividad que desarrolló por años.
“Cada marca sabe sus márgenes y sus límites. Las más fuertes aprovecharán el momento para mostrar su poderío sobre las que deben cumplir otro tipo de metas, y aunque vendan poco no pueden darse el lujo de perder dinero. Hay que saber mirar el mercado”, concluyó.