En mayo comenzó a tener validez la nueva escala de alícuotas que determinan qué modelos pagan impuesto a los autos de lujo, y dentro de ellos, cuáles pagan la escala 1 y cuáles la escala 2. Como adelantó Infobae a mediados de abril, los nuevos montos a partir de los cuales se aplica el impuesto interno son de 37.000.000 millones de pesos en la primera etapa y de $83.000.000 en la siguiente. Sin embargo, esta nueva alícuota no será trimestral como era habitual sino sólo tendrá vigencia por 30 días. La explicación no fue dada oficialmente, aunque para la mayoría de los ejecutivos del sector, esto se debe a que cuando se adelantó la actualización de finales de febrero al 26 de enero por efecto de la devaluación, quedó desfasado el plazo de vigencia del impuesto.
Mientras se espera que en los próximos días se conozcan las listas de precios de más marcas, hay tres que ya los publicaron: Ford y Toyota el jueves y Chevrolet este viernes. En el caso de la marca americana, con una pequeña corrección de precios en uno de los modelos que pagan el impuesto como es el Bronco WildTrack, que ahora cuesta $53.100.000 y subió un 5,6%. Toyota, en cambio, aumentó en promedio un 4% los autos que tributan el impuesto interno, pero dejó una vez más algunos modelos que pasan la escala 1 por precio al público pero no por precio de venta a los concesionarios, con lo que un Corolla Cross 1.8 HEV tiene ahora un precio de $33.841.000 pero sigue exento del impuesto.
General Motors, en cambio, fue la que generó la mayor sorpresa al bajar $8.000.000 el precio de la más equipada de las versiones de su SUV Chevrolet Tracker, la denominada Premier, que pasó de $44.210.900 en abril a $36.600.900 en mayo, ya que con la nueva escala, ese vehículo pagaba el 35% de impuesto interno por estar en la escala 2, pero ahora quedó en la escala 2 y sólo paga el 20%. Así, empezaron a verse los resultados de una escala razonable, que se aplica sobre los modelos más altos y no sobre vehículos generalistas de uso más masivo. La baja del precio de este modelo de Chevrolet es del 17,2% y podría ser el primer caso de otros que se conozcan en los próximos días.
Acaso por esta razón, diversas fuentes del sector insisten en que se podría evaluar una modificación de las escalas una vez que esté sancionada la Ley Bases y firmado el Pacto de Mayo, ambas cosas deben ocurrir este mes, lo que explicaría también la decisión de dar vigencia sólo por mayo a la actual escala de alícuotas y no hacerlo de manera trimestral como era norma.
Ante los incrementos mínimos de los precios que las marcas de autos aplicaron en abril para fomentar mayores ventas, por primera vez en los últimos dos años, la finalización del trimestre de vigencia de las escalas 1 y 2 no vio las listas de precios completas de autos topeados para no pasar al siguiente nivel, y más bien hubo pocos modelos, casi todos de la escala 2, que contuvieron su precio para no pagar más arancel.
Algunos ejemplos eran las versiones LT, LTZ y RS del Chevrolet Cruze, que estaban “topeados” en $27.489.900 para no pasar a la escala 1 y queda eximidos del impuesto, y en una situación similar estaba la versión LTZ del SUV Tracker. La actualización de precios de GM Argentina modificó sólo una versión de cada modelo sólo un 9% para dejarlos en los 29,6 millones de pesos, lejos del tope. Citroën también tenía tres versiones del C4 Cactus en $27.258.000; Fiat tenía tres versiones del Pulse en $27.894.000; Jeep había puesto las dos opciones Sport del Renegade en $28.057.500; Nissan tenía tres versiones del Versa y tres del SUV Kicks en $27.200.000; y Volkswagen tenía una versión de T-Cross, Nivus y Virtus en 28,2 millones de pesos.
En cambio Peugeot y Renault, que el año pasado varias veces tuvieron que publicar listas de precios con precios “topeados” de casi toda la gama de un modelo, esta vez quedaron escalonadas con sus versiones sin pasarse de escala y sin forzar un precio virtual. También quedaron fuera de esa práctica Ford y Toyota. La primera porque no tiene modelos en la escala 1, sino todo en la segunda, y la segunda por la práctica ya mencionada de no cambiar el precio de facturación de sus modelos a la red de concesionarios y darles mayor margen de ganancia, con lo cual pueden superar el límite sin tributar.
El impuesto a los autos de lujo regresó al esquema de dos escalonamientos de precios con la presidencia de Alberto Fernández. Actualmente aplica un 20% a los autos que superan la escala 1, aunque con un impacto directo del 25% en el precio por la forma de calcularlo, y de un 35% nominal a los que superen el límite y entren en la escala 2, y que se convierten en un 53% efectivo sobre el precio del automóvil.