Pocos autos tienen una historia tan rica y exitosa como es la que permite cumplir 60 años ininterrumpidos de existencia manteniendo siempre el mismo nivel de preferencia de los consumidores. El Ford Mustang es uno de esos pocos elegidos, y con siete generaciones a cuestas comenzó una serie de festejos mundiales el pasado fin de semana en Brasil, reuniendo en la pista internacional de Interlagos, el circuito de Sao Paulo donde se disputa el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, a más de 400 autos de todos los tiempos para hacer una “estampida nocturna de Mustangs” que quedará en el recuerdo de todos los propietarios y asistentes al evento.
La oportunidad sirvió también para presentar el nuevo Mustang GT Performance 2024, el más poderoso de la serie GT de todos los tiempos, con una potencia cercana a los 500 caballos en su clásico motor Coyote V8 puesto bajo el capó de un vehículo dotado con la más moderna tecnología y conectividad acorde a los tiempos actuales.
En los boxes de Interlagos, el primer plato del menú fue una exposición de modelos de todos los tiempos, que continuó con una invitación a conducir en la pista en dos opciones posibles: el Mustang Mach 1 V8 y el Mustang Mach-E 100% eléctrico. La experiencia de recorrer un circuito de Fórmula 1 de noche con un vehículo de más de 400 CV de potencia es una experiencia inolvidable e inigualable. Un instructor de manejo acompañaba a los conductores para guiarlos a través de la pista en una primera vuelta de reconocimiento y una segunda con velocidad libre, aunque con señalización de los sectores de frenada y de puntos de cuerda para facilitar la conducción.
Como epílogo del evento, en el final de la noche paulista, el mismo recorrido se podía hacer como acompañante de los dos principales pilotos de pruebas de Ford Brasil, que a diferencia de los invitados, además de conocer de memoria la pista y de tener el talento para manejar mucho más rápidamente que cualquier de los conductores normales, tenían todas las especificaciones de control electrónico liberadas de manera tal que el auto podía derrapar o patinar tanto como el piloto deseara hacerlo. Así, con neumáticos de calle y no de competición, con un auto sin preparación alguna sino solamente con su performance pura al 100%, el Mustang GT Performance 2024 mostró sus cualidades de fábrica a las que puede acceder cualquier persona que compre una unidad.
60 años de historia
El 17 de abril de 1964, en el Salón de Nueva York, la feria de automóviles más importante de ese tiempo en Estados Unidos, Ford Motor Company mostró por primera vez en público un modelo de auto deportivo que hoy, 60 años después, sigue siendo un ícono definitivo de la marca, y que marcó un camino nuevo al que se lo conoció como el de los “Pony Cars”. Se trataba del Ford Mustang, que debe su nombre a los caballos salvajes corriendo hacia el Oeste que representa la palabra, pero también al famoso avión de la Segunda Guerra Mundial que se fabricó en Estados Unidos, el North American Aircraft P-51 Mustang.
Su creador, el renombrado Lee Iaccoca, por entonces vicepresidente de la compañía, tenía el proyecto de crear un auto que fuera capaz de fascinar a la nueva generación de jóvenes norteamericanos conocidos como “Baby Boomers” por haber nacido después de finalizado el conflicto bélico más trascendente de la historia de la humanidad.
Iaccoca tenía, sin embargo, un presupuesto acotado y debía construir un auto que utilizara la mayor cantidad de piezas existentes de otros modelos de producción. Así fue como basado en la misma plataforma del Falcon de segunda generación de Estados Unidos que recién comenzaba su camino, nació también este modelo deportivo en versiones de techo rígido y descapotable. El auto no era lo que es hoy un Mustang, una coupé de alta gama, sino que era un auto accesible, de 2.800 dólares de entonces, que aunque tenía dos puertas y aspecto deportivo, mantenía cuatro plazas con un motor de seis cilindros de 105 CV de potencia y caja de tercera. Desde el primer día, en el que se vendieron 20.000 unidades, el modelo cautivó inmediatamente a los jóvenes, aunque también a los conservadores adultos y especialmente al público femenino, y antes de fin de 1964 ya se habían superado los 480.000 autos entregados.
Su éxito generó que antes de terminar ese primer año se presentaran nuevas opciones de equipamiento y motorizaciones, con opciones de motor V8, y de cajas de velocidades manuales y automáticas de tres o cuatro marchas. Pero la principal novedad llegó con el Mustang Fastback, diseñado por Carrol Shelby, en el que el Mustang cambiaba el remate de cola del modelo inicial con una luneta que tenía una inclinación similar al parabrisas, por una con caída progresiva que daba una imagen de suavidad de forma que enamoró por décadas a los consumidores. También apareció la primera versión deportiva llamada GT350, que tenía un poderoso motor V8 de 310 CV y poco después llegó el GT500 con 355 CV.
A lo largo de estos 60 años hubo siete generaciones del Mustang. La segunda, en 1974, y acorde al momento que atravesaba el mundo con la crisis del petróleo, propuso alternativas de motor de 4 cilindros en lugar del V8, aunque manteniendo el motor 6 en línea. Pronto, el V8 regresó aunque con una potencia muy limitada de 130 CV.
Hasta la cuarta generación, a razón de una evolución cada diez años, el Mustang fue mutando de formas y regresando a mayor potencia, ya fuera por cilindrada o a través de un turbo acoplado al motor 2.3 litros. Sin embargo, su diseño se iba alejado cada vez más respecto al modelo de origen. Fue en 2005, con la quinta generación y la primera que no se fabricó en Dearborn, Michigan, que el camino empezó a dar vuelta como si se hubiera llegado al extremo opuesto en una esfera, y empezó un proceso de retorno hacia el punto de partida.
En 2006 nace una serie de súper autos bajo la denominación ya conocida de GT500 con ediciones limitadas de potencias superiores a los 500 CV, mientras los Mustang de calle se acercaban a los 350 CV. En 2009, el Mustang GT inicia el camino de los motores Coyote V8 de 5.0 litros, que fueron subiendo la potencia hasta llegar al modelo actual, el Mustang GT Performance 2024, que llega a los 488 CV a 7.250 RPM con un torque de 564 Nm, caja automática de diez velocidades con cambios secuenciales Paddle Shift, suspensión trasera independiente adaptativa MagnetRide y una distribución de pesos de 55% adelante y 45% atrás con barras estabilizadoras del Mach 1.
Éste modelo se presentó el año pasado en el Salón de Detroit, conjuntamente con el Mustang GT3 y GT4 de competición, y el emblema máximo de la serie, el Mustang GTD que alcanza los 800 CV de potencia y es la versión de calle que esquiva las limitaciones reglamentarias de la categoría IMSA en la que comenzó a competir en 2024. El modelo llegará a Argentina en los primeros meses del segundo semestre y será prácticamente el mismo que se presentó el fin de semana pasado en Brasil, con la sola diferencia de no tener el alerón trasero que se puede apreciar en la versión que se presentó en el autódromo de Interlagos.