La combinación de los feriados de Semana Santa y del 42° aniversario de la fecha en la que el Ejército Argentino recuperó las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982, han generado que buena parte de los trabajadores argentinos tengan seis días de descanso entre el próximo jueves y el martes de la semana próxima.
Más que un fin de semana largo, es uno extra largo como no se dará en ningún otro momento de 2024, lo que anima a muchos a programar un viaje más lejano. Y hoy, más que nunca por la situación económica, además de estar seguros que el vehículo está listo para la ruta, es también muy importante cuidarlo para evitar roturas mayores o costos inesperados.
La revisión básica sigue siendo la de alineación, balanceo y presión de inflado de los neumáticos, el normal nivel de los fluidos de los distintos depósitos que hay en debajo del capó, los elementos de seguridad obligatorios y los recomendables, y la documentación de quienes vayan a conducir y del vehículo mismo.
Neumáticos
Con un mayor cuidado si se llevará bastante peso en equipaje contemplando que serán cinco o seis días de vacaciones, el estado y mantenimiento de los neumáticos es esencial, ya que esos son los cuatro únicos puntos de apoyo de los autos contra el piso.
La alineación es fundamental para no desgastar excesivamente y de modo asimétrico los neumáticos, ya que una rueda que no tiene el ángulo vertical y la perpendicularidad adecuada, indefectiblemente se comerá más de un lado de que de otro.
El balanceo, más allá de la incomodidad que provoca en los pasajeros a determinadas velocidades, también afecta el desgaste de los neumáticos, pero además tendrá impacto en los amortiguadores, rótulas y extremos de dirección. Ambas verificaciones deben hacerse en una gomería.
En cambio, la presión de aire que se coloque a las cubiertas depende del peso que se cargará sobre el automóvil. En todos los autos hay una tabla de referencias para tomar en cuenta. En algunos casos está únicamente en el manual del usuario, pero en la mayoría de los vehículos más modernos, esa tabla está en el interior del marco de una de las puertas, generalmente las traseras, o en la tapa del depósito de combustible.
La presión es la que determina el área de la banda de rodamiento del neumático que tendrá contacto contra el piso. Si esa presión es baja, por ejemplo 22 a 24 libras con un auto cargado con cuatro personas y equipaje, la goma tendrá tendencia a hincharse por apoyar los bordes que unen la banda de rodamiento con el talón de los neumáticos, lo que genera doble perjuicio. Alta temperatura que puede vulcanizar el caucho del interior y terminar rompiéndose, y mayor consumo de combustible por esa mayor fricción contra el suelo.
Si por el contrario, el neumático está demasiado inflado, por ejemplo 36 a 38 libras, el auto irá rebotando, lo que genera que a determinada velocidad se despegue levemente si hay ondulaciones en la ruta, lo que puede terminar en pérdida del control a través del volante.
En ambos casos, todo empeora si aparece lluvia en el camino, porque con un neumático poco inflado, se junta agua abajo y se forma una película muy delgada que queda separando la goma del asfalto, el conocido fenómeno llamado “aquaplaning”. Si en cambio la goma está sobreinflada, los canales o ranuras del dibujo se abrirán, dejando de cumplir efectivamente la función para la que fueron creados, que es la de cortar una película de agua que pueda haber sobre el piso.
Motor y refrigeración
El nivel y la buena calidad del aceite son vitales para el funcionamiento normal del motor, ya que ese es el fluido que gracias a sus propiedades, mantiene lubricadas todas las partes interiores que se mueven para que un motor funcione. Si está completamente oscuro, el aceite ha perdido sus propiedades esenciales y debe cambiarse. Si está bajo de nivel, hay que agregarle hasta quedar entre las medidas de mínimo y máximo para que ningún elemento se quede sin lubricación en algún momento.
El líquido refrigerante es el otro gran componente del sistema de circulación en un motor, porque es el que mantiene la temperatura en el rango de seguridad para el que fue diseñado. Si se calienta el líquido refrigerante por encima de los 90° C, dependiendo de las propiedades del tipo que se esté utilizando, la ebullición terminará por hacer que las mangueras se rompan y expulsen todo el fluido, sin el cual no se puede seguir andando. Un motor que no tiene la refrigeración adecuada, se terminará fundiendo. Es recomendable usar líquido refrigerante o una combinación de este con agua destilada, pero nunca usar agua común o mineral, porque tiene menor tolerancia térmica y se oxida más fácilmente.
Finalmente el líquido de lavaparabrisas, que no interviene en el funcionamiento del motor sino en el confort y la seguridad del viaje. Revisar que tenga el depósito lleno, sin embargo, no es lo único que hay que hacer, porque es importante que el estado de las escobillas del limpiaparabrisas también se encuentre en buenas condiciones. Si están gastadas o la goma está reseca, no limpiarán bien aún con líquido en el depósito, y conducir con mala visibilidad es siempre un peligro, especialmente cuando se va la luz natural en el parabrisas se ven sólo los destellos de las luces de los autos que vienen en sentido contrario.
Electricidad
Las luces y la instalación eléctrica del auto deben ser revisadas antes de una salida a la ruta, no sólo por cumplir con las normas de tránsito, sino también por la seguridad de uno mismo y de los demás. Es muy importante tener en cuenta siempre que las luces no sólo sirven para ver mejor, sino también para ser vistos. Un auto con las luces encendidas se ve a mucha mayor distancia que uno con las luces apagadas. Si la luz de posición es muy débil o pequeña como eran antes de la aparición de las actuales luces LED, es preferible ir con las luces bajas encendidas.
Pero para que las luces funcionen debe estar en buena condición el alternador, que es el encargado de generar más energía eléctrica para el motor y el sistema eléctrico general del automóvil. Si el alternador no carga, la batería se agota y el motor deja de funcionar, aún si la batería fuera nueva. Revisar la carga del alternador es una tarea sencilla, rápida y económica, y dará garantía de funcionamiento de toda la instalación.
Seguridad y documentación
La cédula verde, que ya no es verde, es la constancia de la legitimidad del auto, no es necesario llevar el título, pero la cédula es el documento que va a bordo. Del mismo modo tiene que existir la licencia de conductor de cada una de las personas que se sienten detrás del volante, la credencial del seguro automotor vigente y al día y el recibo de la última patente. Además, el auto tiene que estar al día con la VTV que todavía es obligatoria.
En cuanto al equipamiento de seguridad, el matafuegos reglamentario, el chaleco reflectivo y la baliza de tres elementos con pie para poder apoyarse en el piso, son de uso obligatorio, mientras que el botiquín de primeros auxilios nadie lo va a pedir, pero siempre es conveniente tenerlo en el habitáculo.