Hace exactamente un año, el Fiat Cronos más accesible de la gama tenía un precio de lista de $4.705.800, mientras la versión más cara costaba $5.720.600. Con un dólar oficial en $204 y un paralelo en $370, la versión más económica del Cronos costaba USD23.000 en la cotización oficial y USD 12.700 en la libre.
En marzo de 2024, el Cronos más accesible cuesta $19.864.000 y el más costoso $24.752.000, lo que traducido a dólares con una cotización oficial de $845 y de $985 en el mercado paralelo, deja al modelo más económico en USD 23.500 y al del otro extremo de la gama en USD 20.100. Lo que hizo la devaluación de diciembre fue poner los autos en el valor real que tenían en el mercado, ese que pagaban los ciudadanos comunes porque no podían acceder al dólar oficial.
“Dicen que hay más Cronos que autos”, comentaban en los pasillos de Stellantis en noviembre de 2021, cuando hacía 11 meses consecutivos en los que el Fiat fabricado en Ferreyra, Córdoba, era el líder absoluto en ventas del mercado local y llevaba un año y medio liderando la industria. El fenómeno Cronos quedará en la historia como otro de los modelos masivos para los argentinos, como el Dodge 1500, el Renault 12, el Peugeot 504, el Ford Falcon o el Chevrolet Corsa. Por eso, tomarlo de referencia es apropiado para analizar cómo evolucionó un mercado inmerso en una curva ascendente de precios como pocas veces se ha visto.
Podría elaborarse un “índice Cronos” y ser usado como referencia para evaluar el comportamiento no sólo de los precios sino que también del mercado. Al ser fabricado en Argentina, al igual que el Peugeot 208 y los Renault Sandero y Logan, este auto no tuvo que padecer los problemas de autorización de importaciones que si sufrieron tres de sus principales competidores en el último año y medio, el Toyota Yaris, el Volkswagen Polo o el Chevrolet Onix. Así, aunque estos tuvieran mejor precio, el Fiat se vendía “como pan caliente” en las concesionarias de todo el país.
Pero aunque sea el más vendido, el Cronos no fue siempre el auto más barato del mercado, si vale el concepto para un vehículo de más de 20.000 dólares. A lo largo de todo el año pasado, varios competidores ofrecían modelos de similares características con un precio más bajo. El problema que había era conseguirlos, debido a la reticencia del Gobierno con las aprobaciones para importar (SIRA) que se generó por la falta de dólares en el Banco Central. Esto hizo que la política de las automotrices fuera priorizar los modelos que les dejaran mayor rentabilidad, que no eran los más caros, pero tampoco los más económicos.
Así, Toyota lideró esa tabla de “económicos” con el Etios que ya no se fabrica desde el 31 de agosto, pero del cual quedó un remanente de unidades incluso más allá de diciembre, por lo que sigue existiendo en las listas de precios. El Etios fue todo el 2023 un modelo que se vendió un 10% más barato que el resto de los otros de entrada del mercado. Hoy, con muy pocas unidades en stock, su precio es también el más bajo con $14,5 millones para la versión básica con plazas traseras, ya que existe también la llamada Aibo, que sólo tiene dos asientos delanteros y el compartimiento trasero para cargas.
Pero como la vida del Etios está limitada a esas pocas unidades que quedan, el heredero en la marca es el Toyota Yaris, que también se fabrica en Brasil y que tiene una versión de acceso de $16,8 millones con un escalonamiento que llega hasta la versión full ($21,9 millones). El problema es que, al menos por los próximos meses, hay muy pocos Yaris en las concesionarias.
Chevrolet, el otro fabricante que siempre compitió por precio, también trae sus modelos más accesibles desde Brasil. El Onix Joy, que ya está en retirada del mercado, tiene la versión más económica en $20,1 millones, y los Onix Plus, que son los que quedarán en el mercado como su gran “caballito de batalla”, van desde los $20,8 a 24,1 millones. Este modelo está entre los 5 más vendidos en Brasil, aunque es el segundo entre los modelos que llegan a Argentina.
Volkswagen, finalmente, tiene en el Polo su gran producto masivo, que lidera el mercado brasileño 2024 con un 50% más de unidades registradas que el Onix de GM. El Polo Track ya no tiene la versión First Edition que se ofreció en 2023 como el más accesible de la gama en nuestro mercado. Ahora ese lugar lo ocupa el Track MSI, que también está por encima de los $20 millones ($21.227.100).
El cuarto modelo que llega importado del Mercosur para competir por precio es el Citroën C3, que luego de un primer año con muy poca disponibilidad de unidades, empezó el 2024 con una versión base muy competitiva, la denominada Pure Tech Live Pack, a $19.131.900. Es una de las pocas alternativas en ese precio.
Las otras marcas que compiten en esta franja fabrican sus modelos en Argentina. Renault tiene dos modelos, Sandero y Logan. Con una mecánica similar, el primero se ofrece en $22,4 millones y el segundo a poco más de $22 millones. Por otro lado, el Peugeot 208, que históricamente fue el más caro de este apretado segmento de autos compactos o sedanes de bajo precio, ahora se ofrece en una versión básica de $20,2 millones como alternativa cercana a esa barrera psicológica que el mercado no quería superar.
Así, salvo el Cronos básico, ningún auto argentino está por debajo de los 20 millones, y las alternativas de productos importados son mínimas, porque el Etios no se consigue, el Yaris tiene una demanda remanente de 2023 por completar que deriva casi todas las unidades que llegan a Argentina para cubrir retrasos de entregas, y del Citroën C3 no entran muchas unidades, porque los objetivos de la marca están orientados a vender el C4 Cactus antes que el más pequeño de la familia. Así, el “tanque” de FIAT parece destinado a seguir marcando el camino y liderando las ventas por lo menos por algunos meses más.