Todo empezó con la cámara trasera, pensada para asistir a los conductores en sus maniobras de estacionamiento. Luego de los sensores de proximidad, este fue uno de los primeros avances de los sistemas de asistencia a la conducción, hoy convertidos en las estrellas de la tecnología aplicada a los autos de calle modernos a partir de la introducción de la Inteligencia Artificial y el Machine Learning en su funcionamiento.
Los sistemas ADAS (Advanced driver assistance systems) siguieron progresando al incorporar después la cámara y lo sensores delanteros, y finalmente los radares convencionales y los LiDAR de largo alcance, y casi como una necesidad ineludible, llegaron entonces las cámaras en los espejos retrovisores laterales. Así, los autos tienen la capacidad de censar todo lo que hay en su entorno y utilizar esa información para avanzar hacia lo que algún día será la conducción autónoma total, en la escala de ADAS, la denominada Nivel 5.
Es bastante frecuente encontrar vistas cenitales de los autos en las pantallas de los tableros, lo que ha llevado a muchas personas a preguntarse cómo es posible obtener esa vista si no existe un satélite posado sobre cada auto, que lo explique. Esa vista es la que se consigue combinando la cámara trasera y la delantera, con las que están situadas debajo de ambos espejos laterales.
¿Pero para qué sirve la vista 360° de un auto? La primera respuesta es que se suele escuchar es que se utiliza para que el auto detecte si tiene otro vehículo en el punto ciego, ese espacio que muchas veces queda fuera del alcance visual entre el momento en que tanto por derecha o por izquierda, un auto deja de estar en los espejos y todavía no apareció en las ventanas laterales.
Error. Esa no es la función de la cámara de los espejos sino de los sensores de proximidad que están ubicados en el paragolpes trasero. Sin embargo, la cámara puede complementar la información de los sensores, y así lo entendieron algunos fabricantes como Honda, que la utiliza para que al colocar la luz de giro hacia la derecha, en la pantalla central del vehículo aparece una vista del lateral hacia el que se pretende doblar, aportando una visión periférica mucho más amplia que la ofrecida por el espejo retrovisor.
Sin embargo, las funciones esenciales de las cámaras laterales están referidas a la necesidad de reproducir el entorno completo del auto para dos funciones que cada día incorporan más modelos en el mercado: el mantenimiento centrado del carril y el estacionamiento automático.
El primero es bastante complejo, ya que poder sostener el automóvil en el medio de un carril requiere que esté perfectamente señalizado el mismo, cosa que no siempre está disponible en las avenidas y rutas argentinas. En caso que así suceda, las cámaras laterales serán las encargadas de combinar su información con la delantera y un eventual radar (en los autos que lo tienen incorporado).
Pero el centrado del carril no es la única función a las que aportan valiosa información, sino también para una óptima respuesta del Control de Crucero Adaptativo, en el que el automóvil es seteado para sostener una velocidad constante determinada y una distancia determinada con el vehículo que lo precede, contemplando la posibilidad de esquivar hacia un carril lateral si es necesario debido a una frenada de emergencia. Si bien esta es una función que todavía no tienen tantos modelos, es el camino hacia la conducción autónoma de Nivel 3 a la que el mundo está llegando.
El otro gran aporte es para los asistentes de estacionamiento o el estacionamiento automático. La primera es una función común en la mayoría de los modelos, porque se trata de aportar una combinación de imágenes que contribuyan con el conductor para estacionar sin dificultad. El estacionamiento automático, sin embargo, es mucho más sofisticado, y si bien hay varios modelos de distintas marcas que lo tienen incorporado como equipo de serie, la evolución ha llegado ahora a nuevas funciones.
Así se puede apreciar por ejemplo en el BAIC X55II, que gracias a las dos cámaras laterales, ofrece tres distintos modos de estacionamiento automático que la computadora del automóvil ejecuta con gran precisión. La primera es la ya conocida que busca un lugar libre, mide si es factible por el espacio libre y una vez verificado que es correcto, acciona acelerador, freno y dirección de manera completamente autónoma.
Sin embargo, también existen otros modos adicionales como son la salida del estacionamiento en diversas direcciones que se debe seleccionar antes de comenzar la maniobra, y el estacionamiento en un área elegida por el conductor a través de la pantalla central, por la cual se puede mostrar al auto en qué espacio se quiere estacionar y en qué dirección hacerlo.
Para poder hacerlo, el sistema del automóvil necesita tener visión completa del entorno, y para ello, las cámaras laterales cumplen una función esencial. Una vez comprobado que es posible la maniobra, el ordenador solo pregunta al conductor si confirma la orden y apenas esto ocurre, comienza la maniobra que suele constar de tantos ajustes como sean necesarios hasta dejar el auto estacionado exactamente en el lugar establecido previamente.