Tal como era previsible al conocerse la actualización del impuesto interno el pasado 25 enero, casi todas las terminales automotrices lanzaron inmediatamente una lista de precios ajustando los valores de acuerdo a la nueva base imponible de 28,2 millones de pesos para la escala 1 y de 62 millones para la segunda. Pero esos precios quedaron como una noticia vieja porque con fin de mes encima, una segunda lista de precios actualizó los valores nuevamente pocos días después.
En efecto, esta semana se terminaron de publicar los nuevos precios que tienen los automóviles nuevos en Argentina, y que como había adelantado Infobae, tendrían un piso por encima de los 16 millones de pesos para algunos modelos puntuales que las marcas pudieran decidir dejar como los más accesibles, aunque en promedio, costarían entre 18 y 19 millones de pesos.
Con ajustes que van desde el 8% hasta el 30%, dependiendo de cuándo había sido la última actualización de precios, el mercado argentino de autos nuevos ofrece una gama de acceso similar en casi todas las marcas, con dos excepciones. La primera es Toyota porque todavía ofrece el Etios, modelo discontinuado de producción el 31 de agosto de 2023 pero que tenía todavía en diciembre pasado un remanente de unas 400 unidades. Y la segunda es Ford, porque no ofrece en su portafolios de modelos ningún automóvil, dada su política de concentrarse sólo SUV, pick-up y furgones.
La situación del Etios es bastante atípica. Según las listas de precios oficiales se sigue ofreciendo en muchas versiones. La más accesible, el Etios Aibo, el modelo que no tiene cuatro plazas sino dos delanteras y un espacio de carga, sigue siendo el auto más barato del mercado en $13.225.000, mientras que el Etios X 6MT, está en $14.090.000. La lista sigue hasta la versión XLS con un precio de 17,6 millones de pesos. El problema es conseguir algún auto, y eventualmente, de acuerdo a la versión, saber a qué precio, porque al ser el auto más barato, tiene mucha demanda. Así, los pocos Etios X que se consiguen hoy están arriba de los 17 millones de pesos.
Descartada esta opción por no ser representativa y accesible, los siguientes modelos de acuerdo a su precio, tienen sin embargo alguna similitud con el caso del Etios porque también hay muy baja disponibilidad de unidades, aunque con la salvedad de ser autos que se siguen fabricando.
Es el caso de Chevrolet con sus modelos Joy y Joy Plus, las versiones de antigua generación del Onix, que tienen un precio de 15,6 y 15,7 millones de pesos en las versiones de 5 y 4 puertas. Y después recién aparecen los nuevos Onix, que están en 16 y 16,1 millones de pesos, solamente en su versión más accesible. Con Volkswagen ocurre algo similar en su Polo Track 1st Edition, que tiene muy poca disponibilidad para entrega inmediata por bajo cupo de unidades, pero con un precio muy competitivo colocado en 15.677.150 de pesos.
De todos modos, esta situación de vender sin fecha de entrega, que puede retrasarse entre cuatro y seis meses según las versiones, le ocurre también a los concesionarios Toyota para vender el Yaris, sucesor natural del Etios, que en su versión XS de 5 puertas, tiene un precio sugerido al público de $16.285.000 en la opción de caja manual y de $17.568.000 en la de caja automática CVT.
La demora tiene relación directa con que al ser autos que vienen de Brasil, padecieron la restricción de importaciones de los últimos seis meses del año pasado, por lo que, aunque sin SIRA y con ingreso libre de unidades como hay actualmente, la marca debe asignar los autos que entran para cumplir con los compradores que tenían adjudicadas unidades por plan de ahorro, lo que dejará por los próximos dos o tres meses, un mercado de compra directa con muy pocas unidades disponibles.
Dadas así las cosas, se termina cayendo en los modelos que están por encima de esos 17,5 millones de pesos, como la verdadera opción para la mayoría de los compradores. Y es en esta franja de precios donde se encuentran los modelos más vendidos, lo que no hace otra cosa que reflejar por qué lideran las ventas aunque en precio de lista no sean los autos más baratos.
La lista combina autos nacionales con importados de Brasil. Empieza con dos productos que llegan desde el vecino país todavía con bajo volumen de unidades, lo que limita el acceso inmediato. Se trata del Citroën C3 PureTech, con un precio de $18.449.300, y del Onix Plus 1.2 LT, con las versiones de 4 y 5 puertas en $18.721.900.
Después aparecen las nacionales, dos de las cuales lideran las ventas. Peugeot lo hace ofreciendo el 208 New Like 1.2 en $18.800.000; Renault con el Sandero Life 1.6 con un precio de $18.983.800, y Fiat con su exitoso Cronos, que tiene la versión Like 1.3 GSE en $19.100.000. Y finalmente regresan los importados de la región con el Volkswagen Polo Track MSI en $19.568.000, y con el Nissan Versa Sense 1.6, proveniente de México, que se vende al público en 20,4 millones de pesos.
Las listas de precios dicen una cosa pero la red de concesionarios muestra otra realidad. Los autos de menos de 18 millones de pesos, prácticamente no se consiguen. Y aunque los argumentos puedan ser válidos en algunos casos como el de la deuda arrastrada con los autos adjudicados por Plan de Ahorro, esto hace que esos autos “baratos” no sean opciones verdaderas para todos los compradores.
Así, las pocas unidades de esos modelos más accesibles se terminan vendiendo más caros, apelando otra vez al recurso del sobreprecio, llevando esos modelos al precio de la siguiente escala. En cambio, los tres fabricantes argentinos, Renault, Fiat y Peugeot, pueden ofrecer entrega rápida e incluso algunas bonificaciones, que aunque puedan ser de entre 300.000 y 600.000 pesos, permiten vender mejor sus modelos y tentar a los consumidores para recuperar costos como los de patentamiento y registro automotor.
No es casual que el Fiat Cronos haya vendido 4.750 autos en enero, el Peugeot 208 haya sido segundo con 3.473 unidades, y el tándem Renault Sandero/Stepway, haya quedado tercero con 1.206 autos vendidos en el primer mes del año. La verdadera situación se podría empezar a ver entre marzo y abril, cuando los autos importados de Brasil lleguen a las concesionarias para normalizar las ventas y puedan recuperar a los clientes que no consiguieron unidades todos estos meses.