Finalizado el período de empadronamiento de deudas de las empresas argentinas con el exterior, generadas básicamente en 2023, el Ministerio de Economía sabe cuánto de aquellos más de USD 65.000 millones que se estimaban al asumir la actual gestión eran deudas reales y cuánto no. Ahora se sabe que el acumulado en dólares que deben las grandes, medianas y pequeñas empresas argentinas es de USD 46.200 millones, aunque USD 8.500 millones fueron liquidadas con dólares propios o vía el mercado de “contado con liquidación” (CCL).
Gracias a este registro que llevó más de 40 días, período en el cual cada importador debió declarar y documentar sus deudas, se conocieron en detalle las emergencias que había en todas las industrias y el gobierno decidió que a partir de febrero, unas 10.000 micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) deudas declaradas por hasta USD 500.000, puedan acceder al mercado libre de cambios (a dólar oficial), para cancelar la totalidad de sus compromisos con el exterior en los próximos 3 meses.
Es una excelente noticia para la industria automotriz argentina, porque la deuda acumulada es el “talón de Aquiles”, que en el sector estiman es de unos USD 6.500 millones, que mantiene en riesgo la producción de autos. Porque cuando un proveedor del exterior deja de envidiar mercadería por falta de pago, se corta la cadena de suministros y las plantas tienen que interrumpir la actividad.
Pero más allá de diseñar herramientas adecuadas para resolver la situación en el marco del “no hay plata” que instauró casi como un lema el presidente Javier Milei, era importante para las industrias enviar señales creíbles a esas empresas globales que padecían la falta de pagos de Argentina.
Para eso, el esquema de pagos en cuatro etapas, a 30, 60, 90 y 120 días que se puso en marcha el 13 de diciembre, resultó fundamental. Para el 13 de enero ya se pudo cancelar el 25% del flujo actual de importaciones, y el 13 de febrero se alcanzará el 50%.
Pero la industria autopartista argentina tiene otro problema que genera gran preocupación: la pretendida retención del 15% de las exportaciones que el gobierno incluyó en la Ley ómnibus, que quitaría completamente la rentabilidad a muchas pequeñas empresas que exportan sus productos, especialmente para el mercado de reposición, es decir, el de los repuestos de automóviles. Aunque este viernes el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió retirar la parte fiscal del proyecto de ley ómnibus en busca de facilitar su aprobación, es una incógnita cómo se resolverá la cuestión manteniendo la meta de “déficit cero”, el tema quedó abierto y nadie sabe cómo se resolverá.
AFAC, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes, la entidad que nuclea entre otros a los proveedores nacionales de la industria automotriz, dice que el aumento al 15% de las retenciones que ya era del 3%, dejaría fuera de competencia a muchas empresas exportadoras de autopiezas, porque no tienen capacidad de absorber en sus costos esa percepción del gobierno y deben trasladarla mayormente a precios, lo que impactará negativamente en su competitividad internacional.
Las exportaciones de autopartes cerraron el año 2023 en USD 1.312 millones, lo que implicó una pérdida del 13,9% respecto al año anterior. Los principales productos que exporta el sector son transmisiones en un 31,5%, motores en un 25% y componentes de motor en un 16,6%. El resto de las ventas al exterior constan de productos como partes de plástico, llantas, neumáticos, partes de carrocerías, sistemas de amortiguación, de dirección y de suspensión, electricidad del automóvil, y equipamiento interior entre otras piezas con menores porcentajes de participación en el total de exportaciones.
“El aumento de los derechos de exportación pondría en serio riesgo, no en el futuro sino en un cortísimo plazo, un volumen de exportaciones por un valor de 370 millones de dólares. Y eso impactaría directamente en el empleo para unos 5.000 trabajadores”, le comentó Juan Cantarella, Gerente General de AFAC a Infobae.
“Las deudas acumuladas durante el año pasado fueron el problema de 2023. Entre el flujo de pagos actual que ya está empezando a funcionar y las buenas noticias del jueves, de saber que el gobierno permitirá el acceso a dólares oficiales desde febrero para cancelar las deudas chicas que las empresas no podían afrontar y que las ponían en riesgo a ellas mismas y por lo tanto a la industria automotriz argentina en su conjunto, podría decirse que ese problema está en vías de solucionarse. Pero ahora tenemos la amenaza de una retención del 15% que directamente dejaría fuera del juego a las exportaciones de muchas empresas. Es imposible absorber ese costo y es imposible trasladarlo a precios, porque en el exterior el precio está dado por el mercado. Es un callejón sin salida”, comentó Cantarella.
“Dentro de la industria autopartista están aquellos que exportan pero a la vez son proveedores del mercado doméstico. Pero para las autopartistas que producen mayormente para el mercado de exportación, y que compiten por ejemplo con marcas chinas en todos los mercados, encarecer sus productos los deja fuera del juego”, finalizó.
El anuncio del Ministro de Economía en el cierre de la semana, ha generado una expectativa positiva, aunque en el sector prefieren ser cautos y esperar a conocer el texto final de la ley y la decisión del gobierno para ver en que situación quedan.