Los aumentos de combustible de Shell e YPF en distintos porcentajes marcan el posible escenario desregulado que tendrá Argentina en los próximos tiempos. Mientras la petrolera de origen holandés subió sus precios entre un 15% y un 19% desde la hora cero del viernes, la empresa de mayoría estatal lo hizo al mediodía, pero con incrementos del 22% al 30% según el combustible.
De este modo, los valores de YPF quedaron con el litro de Súper en $404 y el de Infinia en $499; en tanto el Diésel 500 cuesta ahora $431 y el Infinia Diésel 543 pesos. O al menos eso se suponía, porque en algunas estaciones de la marca de bandera dentro de CABA, el litro de Infinia se vendía a $414, el de Infinia en $515 y el de Infinia Diésel, el gasoil Premium, en 553 pesos.
Por su parte, los precios de Shell dejaron el litro de Súper en $419, la V-Power en $508, el gasoil común llamado Evolux Diésel en $466 y el V-Power Diésel en 551 pesos.
Pero los valores son distintos si se cruza la Avenida General Paz para adentrarse en la provincia de Buenos Aires, algo que ya es frecuente y confunde a los consumidores. Los precios de YPF en Vicente López eran de $443 para el litro de Súper y el de Inifinia de $547, el Diésel común o Diésel 500 en $457 y el Infinia Diésel en 560 pesos. Los precios de Shell también son distintos en el Gran Buenos Aires: nafta Súper en $439, V-Power en $539, Evolux Diésel en $470 y V-Power Diesel en $562 el litro.
Al tener la opción de elegir una marca de combustible por una diferencia de precio tan importante, las filas en las estaciones de servicio cercanas al límite entre Capital y provincia son más largas, aunque posiblemente a causa del feriado, a media tarde de este viernes feriado no había tantos autos esperando su turno, al menos no más que en la víspera, cuando muchos automovilistas querían llenar el tanque antes de emprender un viaje de tres días aprovechando el fin de semana largo.
Infobae recorrió algunos puntos de venta de ambas jurisdicciones para tomar el pulso del aumento de combustible en la gente y los propios despachantes de las estaciones.
“Llegamos al turno de hoy y mi compañero que se iba me dijo, ‘preparate porque aumentan ahora al mediodía’. Yo no estaba ni enterado, me tomó por sorpresa. Pero no se movió mucho. Viene la misma cantidad de gente normal para un feriado. Los que se van a querer morir son los que se fueron a la costa, porque en el interior de la provincia el aumento es más grande”, dijo Jorge, playero de una YPF sobre la avenida Cabildo, en CABA.
“La gente no vino muy enojada. Muchos se enteraron al llegar al surtidor, y cuando se dan cuenta ponen cara de resignación. En general no lo tomaron a mal, como si se lo vieran venir”, comentó Ezequiel, playero de Shell en General Paz.
Edith, una jubilada que estaba cargando Súper en una estación de Saavedra, se enteró por la pregunta de Infobae. “No me había enterado, vengo como cada viernes a completar el tanque, pero bueno, si aumentó hoy no ganaba nada cargando ayer, la semana que viene tengo que poner nafta otra vez y el aumento me iba a caer igualmente. Nos toca este momento de ajuste”, comentó.
“A mí me perjudica en mi trabajo”, comentó Oscar. “No trabajo con el auto pero vengo todos los días a Capital en auto y 30% me parece un aumento desmedido. Creo que todos estamos al tanto del ajuste que se viene, pero 30% de golpe es mucho. Me preocupa”, completó.
“Yo soy arquitecta, vivo arriba del auto recorriendo obras. Esperaba el aumento para el lunes o martes. Que aumenten hoy me descolocó por completo. Tengo muchas expectativas por lo que vendrá, sé que va a ser muy difícil el ajuste, pero a medida que pasan los días escucho más y más aumentos y me empiezo a asustar”, se explayó Karina.
La paz de un viernes feriado a media tarde, se vio alterada en muchos puntos de la ciudad de Buenos Aires. Cuando las filas de autos que esperan para cargar dejan una mano menos en algunas calles, empiezan a sonar bocinas de aquellos que quieren pasar y no pueden porque toda la mano izquierda de una calle está llena de autos con baliza esperando para cargar combustible.
“Ya sé que aumentó y no voy a ganar nada cargando ahora, pero mirá si el lunes aumenta otro 30%. Por las dudas lleno el tanque y al menos esta semana trabajo con un poco de menores costos”, fue la respuesta del dueño de una Kangoo que vive del reparto de paquetes para una empresa de transportes.