Con 34 ediciones de historia recorriendo los mejores paisajes argentinos, la edición 2023 de las 1.000 Millas Sport de la República Argentina dejó postales que combinan la magnificencia de los lagos y las montañas de la región aledaña a San Carlos de Bariloche, con la calidad y elegancia de vehículos que han marcado a la industria automotriz mundial entre los años 20 y los 70, tal como establecen las reglas de la Federación Internacional de Vehículos Ancianos (FIVA).
La competencia es organizada por el Club de Automóviles Sport y se realiza por caminos abiertos al tránsito bajo la modalidad de regularidad y respetando todas las normas de circulación de vehículos en la vía pública. Este año tuvo 110 participantes y la victoria fue de la dupla compuesta por Alejandro López y Gabriel Gourovich, a bordo de un Alfa Romeo 6C 1750 SS del año 1929.
Precisamente ese automóvil, más allá del desempeño de sus tripulantes, es una de las “joyas mecánicas” que se lucieron en la Patagonia entre los días 22 y 25 de noviembre pasado, algunas de las cuales merecen una mención especial por su significado para sus marcas, para la industria toda o para su época.
Alfa Romeo 6C 1750 SS - 1929
Este automóvil italiano de preguerra represento un hito en la historia de la casa milanesa, ya que desde su aparición se convirtió en una referencia de las competencias automovilísticas de la época. La versión SS (Súper Sport) que la más evolucionada y performante de las tres que tuvo la serie 6C.
Tiene una mecánica basada en un bloque de 6 cilindros en línea de 1752cm3 con doble árbol de levas a la cabeza, de ahí su denominación, y fue el heredero del 6C 1500, que preparado por el Ingeniero Vittorio Jano, logró alcanzar una potencia de 85CV que le permitía alcanzar los 153 km/h de velocidad. El auto que fue identificado en esta carrera con el número 4, tiene en su palmarés haber participado de la emblemática Mille Miglia original italiana durante la década del ´30.
AC 16/80 Competition Sport – 1938
AC Cars Ltd es una de las marcas de automóviles más antiguas de Gran Bretaña, cuya mayor virtud fue siempre la alta calidad de construcción. Esta fue una condición que, paralelamente, obligó a tener bajos volúmenes de producción con modelos adaptados al pedido de cada cliente, lo que los convertía automáticamente en verdaderas piezas únicas. Esto le valió la reputación de autos hechos a medida bajo el eslogan “The Savile Row of Motordom”.
La versión 16/80 Competition Sport que participó en las 1000 millas sport fue equipada con un motor de 6 cilindros y 2.0 litros, montado sobre un chasis más corto y de menor peso. Esta condición le hizo acreedor al apodo de “The Flea” (la pulga), debido a su deportividad y maniobrabilidad. Se fabricó apenas durante cuatro años, entre 1936 y 1939, y sólo se produjeron 44 unidades.
Aston Martin DB5 – 1964
Este modelo no fue uno más en la historia de la marca británica sino probablemente un punto de inflexión absoluto, un antes y un después. Fue presentado exactamente hace 60 años en el Salón de Frankfurt de 1963, y su gran significado fue convertir a la marca en un sinónimo definitivo del lujo. El Aston Martin DB5, diseñado por Carrozzeria Touring Superleggera, fue también impulsado por haberse convertido en un ícono de la industria cinematográfica, ya que fue el vehículo de James Bond, representado por Sean Connery en la primera saga del agente 007, Goldinger, estrenada en 1964.
La evolución respecto al DB4 no estuvo sólo en su diseño y refinamiento, ya que estos aspectos fueron acompañados por una motorización muy superior que utilizó un bloque de seis cilindros en línea de 4.0 litros con doble árbol de levas, capaz de alcanzar los 282 CV de potencia y una velocidad de 240 km/h.
Ferrari 250 GT Berlinetta Lusso - 1963
Este modelo que Ferrari fabricó entre 1962 y 1964 fue el “Broche de oro” de la serie 250. Se llamó 250 GT Berlinetta Lusso, ya que era una combinación entre los clásicos modelos de carreras de Maranello y las versiones más lujosas, adoptando el concepto de “Gran Turismo”.
Diseñado por Pininfarina, pero carrozado por Scaglietti, el responsable de la construcción de los autos de calle en esa época, es considerado uno de los Ferrari más elegantes de todos los tiempos, del cual sólo se fabricaron 351 unidades en esos tres años. La gran clave de su éxito, además de sus refinadas líneas, es el clásico motor V12 de 3.0 litros, capaz de entregar 240CV de potencia y llegar a los 240km/h.
Jaguar XK120 - 1949
Este clásico roadster inglés, es de las primeras versiones construidas totalmente en aluminio. Pero lo que lo hace aún más especial es su historia vinculada al Club de Automóviles Sport, ya que perteneció a Lucio Bollaert, uno de los fundadores de la institución que organiza las 1000 millas sport en nuestro país.
En el palmarés de este elegante Jaguar XK120, se destaca el hecho de haber participado en todas las competencias desde 1949 hasta 1955, incluidos los 1000 Km de Buenos Aires. Hoy recuperado por un miembro del CAS, continúa su longeva tradición participando nuevamente en las actividades del Club.
Este automóvil, mecánicamente tiene de 3.4 litros en arquitectura de 6 cilindros en línea con doble árbol de levas a la cabeza y una potencia de 160 CV y una velocidad final de 192 km/h, aunque una de sus virtudes es su aceleración, puesto que llega de 0 a 100km/h en tan sólo 10 segundos.
Mercedes Benz 300S - 1955
Este auto nació unos años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, como evolución del conocido Mercedes-Benz 170 V, aquel modelo cuadrado que el mundo identificaba con el ejército alemán. El diseño comenzó a idearse en 1947, aunque salió como auto de producción recién en 1952, para cambiarle la “cara” a la marca de la estrella de tres puntas.
El Mercedes-Benz 300S fue un auto que combinó lujo con deportividad. Está construido totalmente a mano, algo que explica por qué razón a pesar de su éxito, sólo tuvo una producción de 560 ejemplares entre todas sus versiones, de las cuales 216 fueron coupés, 203 fueron cabriolet y 141 del formato Roadster.
El modelo que participó de las 1000 millas sport es particularmente único, al menos para los argentinos, porque perteneció a Juan Manuel Fangio, el quíntuple Campeón Mundial de Fórmula 1 argentino, junto a otros modelos de la marca alemana, que lo tuvo como piloto en 1954 y 1955, cuando este vehículo todavía estaba en producción.
El auto tiene un motor de 6 cilindros en línea con 3.000 cm3 de cilindrada y 148CV, lo que le permite alcanzar los 175 km/h.
O.S.C.A. FS 372 - 1957
La historia de este auto tiene el trasfondo de ser un modelo derivado de otra marca. O.S.C.A. significa Officine Specializzate Costruzione Automobili - Fratelli Maserati S.p.A., y es efectivamente una marca de autos deportivos italiana creada por los hermanos Ernesto, Ettore y Bindo Maserati, que se habían ido de la marca que lleva su apellido tras venderla a Adolfo Orsi en 1937, pero permanecer una década todavía trabajando dentro de la fábrica.
De regreso en Bologna, crearon O.S.C.A. con el objetivo de volver a tener un auto de carreras que pudiera participar en la clase de 1.100 cm3. El O.S.C.A. FS 372 es la evolución de aquel primer auto al que habían llamado MT4. Esta pequeña y liviana barchetta tiene una carrocería de aluminio que sólo pesa 510 kg y de la que apenas se fabricaron cinco unidades.
Está equipado con un motor biálbero de 1.500 cm3, originalmente desarrollado por los hermanos Maserati para competir en la Formula 2. Este ejemplar, ha participado de varias carreras tanto locales como internacionales entre 1958 y 1960, para luego, en este siglo, continuar su trayectoria deportiva en muchos eventos históricos alrededor del mundo. O.S.C.A. se vendió al conde Domenico Agusta, propietario de MV Agusta, quién la cerró en 1967.
Peugeot 205 T16 - 1985
Este auto moderno, correspondiente al año 1985, fue una de las atracciones de las 1000 millas sport aunque no participara entre los agrupados de acuerdo a las normas FIVA. Sin embargo, por el significado que tiene en la historia de los rallies mundiales y por haber sido pilotado por Carlos Alberto Reutemann en el Rally de Argentina del año 1985, merece un lugar destacado entre las estrellas el evento de 2023.
Nació como la primera gran evolución del famoso Grupo B, aquella categoría de impresionantes prototipos que habían comenzado a correr en el Campeonato Mundial de Rally en 1983, con dos protagonistas sobresalientes como el Audi Quattro y el Lancia 037 Rally. Este auto francés fue la interpretación perfecta del reglamento, que permitía colocar el motor en cualquier posición y rodearlo únicamente de dos asientos, cuatro puertas y techo.
Prestacionalmente hablando, el 205 T16 tenía motor de 4 cilindros turbo tenía 2.5 litros con 354 CV de potencia, pero una carrocería que apenas pesaba 850 kg. Este auto ganó los campeonatos mundiales de 1985 y 1986, cuando se prohibió el Grupo B por las altas velocidades que alcanzaban sus autos.
Porsche 911 RS - 1973
El año 2023 fue muy especial para Porsche por los 75 años desde la creación de la marca, y si bien fue con el modelo 356, el año próximo sí se cumplirá un aniversario importante para el más famoso de todos los Porsche, el 911.
El 911 es uno de los autos más longevos de la industria automotriz mundial, ya que cumplirá 70 años en 2024, algo que define su trascendencia sin mayores explicaciones. Una de sus cualidades fue su forma, siempre inalterada a pesar de los avances en diseño. La otra, su motor boxer de 6 cilindros en disposición trasera.
Particularmente, la versión RS del año 1973 que participó de las 1000 millas sport de 2023, es el primer modelo identificado con la denominación “Carrera”, un modelo deportivo que también fue manteniéndose como la versión más extrema de los 911 a través del tiempo.
Riley Sprite - 1936
Este clásico sport ingles fue producido por Riley Motors entre los años 1935 y 1938. El chasis se basaba en el modelo precedente, el MPH, y en su mayoría estaban equipados con motores 4 cilindros de 1.5 litros que tenían 61 CV de potencia, aunque también hubo modelos que incorporaron una alternativa en motores de 6 cilindros.
El éxito deportivo de estos automóviles, le valió la designación Sprite para las versiones más deportivas entre todos los modelos producidos en la época. Riley pasó por varios dueños que la fueron comprando desde su fundación en 1934. El último fue MG Rover, que tras fusionarse con British Leyland, decidió cerrar la producción de Riley en 1969.