Arancel de importación del 35%, impuesto interno conocido como impuesto a los autos de lujo, impuesto del 7% a los productos importados terminados o insumos para producir, regulación discrecional de emisión de SIRA, paralización de los pagos al exterior en moneda oficial y hasta algunas trabas para usar dólares propios. Todo ese derrotero de complejidades tiene el mundo del automóvil para los fabricantes e importadores, los que están en Adefa (Asociación de Fabricantes de Automotores) o los de Cidoa (Cámara De Importadores y Distribuidores Oficiales De Automotores), y que el nuevo gobierno intentará cambiar hacia un esquema de libre mercado que ha planteado para su gestión.
Algunas medidas serán a corto plazo, otras probablemente demanden más tiempo, pero de todos esos temas, hay uno que es urgente en la agenda de la industria y es la necesidad de evitar que se corte la cadena de suministros ante la falta de pagos comprometidos, que han sido reprogramados o simplemente postergados debido a la falta de dólares en el Banco Central. Y si bien este no es un problema que pueda resolver el equipo económico de Javier Milei, es una situación que no puede desconocer.
“Estamos fabricando con los dedos cruzados”, contestaron brevemente desde una empresa automotriz, para agregar que “cambió el signo político del próximo gobierno, pero el problema se tiene que resolver ahora porque de otro modo van a asumir con media industria parada”.
“Lo normal eran 180 días, pero eso es parte del pasado porque esos plazos ya son más extensos y no están definidos. Son aleatorios, no hay forma de saber cuándo se harán efectivos. A nosotros, por ejemplo, nos desaparecieron todos los pagos que teníamos agendados la semana pasada”, confesó con desconcierto alto ejecutivo de una terminal automotriz este martes a la mañana.
“No tenemos noticias. Estamos igual que la semana pasada, sin pagos para cancelar cuentas. Estamos produciendo pero el stock sigue bajando y si no pagamos, nos van a cortar el suministro”, dijeron en otra marca.
“Estamos sacando algunos modelos con faltantes. Quedan en un playón a la espera que lleguen las partes que no tenemos y luego reingresarán a la línea, para lo cual habrá que detener la producción. Esto es algo que ya hemos tenido que hacer en otras oportunidades este año”, explicaron en una cuarta fábrica.
“Hasta hace un tiempo, cuando pasábamos estos sobresaltos, mandábamos un mensaje a la persona correcta y al poco tiempo nos llamaba su gente para ver cómo lo podíamos resolver. Eso ya no está sucediendo últimamente”, dijo bajo absoluta reserva uno de los responsables más importantes de la industria automotriz local.
Infobae pudo saber que Adefa está intentando interceder para resolver esta situación que mantiene a la producción automotriz al límite hace un mes. Sin pagos no entran autopartes y sin partes, la producción se puede detener si se trata de elementos que impidan que los vehículos salgan sin terminar y queden a la intemperie. La entidad que nuclea a los fabricantes no hizo comentarios al respecto.
“Si falta un parabrisas o un techo solar, los autos no pueden quedar al aire libre. Mientras lo que falte sean componentes interiores, se puede seguir armando y sacando en marcha las unidades para dejarlas estacionadas afuera. El problema es que cada semana que empieza hacemos una recorrida por todos los proveedores para saber cuál es la situación de cada uno y programar nuestro ritmo de fabricación. Tenemos un equipo de personas dedicadas exclusivamente a esa tarea. Estamos trabajando más finito que nunca en ese seguimiento. Pero a veces está todo bien y repentinamente un proveedor te dice que se le cayó un proveedor a él y no te puede entregar su autoparte”, ensayaron como explicación desde una empresa automotriz que exporta la mayor parte de su producción.
“Vamos semana a semana. Antes de las elecciones del domingo sabíamos que si no había noticias hoy, estábamos muy complicados. Hoy no hubo ningún pago y estamos a punto de parar”, cerraron en diálogo con este medio.