Las computadoras tienen la capacidad de hacer lo mismo que el ser humano en mucho menos tiempo. Es un principio que se aplica absolutamente a cualquier mecanismo que antes era manipulado por una persona y cuyo funcionamiento está ahora regulado electrónicamente.
El sistema de frenos conocido como ABS es básicamente lo mismo, pero llevado a un modo de funcionamiento extremo de tal magnitud que para un conductor convencional sería muy difícil reproducir con la misma eficiencia. ABS son las siglas, en inglés, de “Sistema anti bloqueo”, cuya misión es impedir que en el proceso de frenado de un vehículo, cualquiera sea su tipo y tamaño, desde motocicletas a grandes camiones de carga, alguna o todas las ruedas se bloqueen y dejen de girar.
Pero no es sólo ese el efecto que perseguía con su invención. Aunque para muchos parezca un contrasentido, porque la idea de para un automóvil aplicando fuerza en el pedal de freno es que las ruedas ya no giren y hagan detener la marcha, el ABS no las detiene tan rápidamente como lo haría un conductor humano, porque hay algo contra lo que no se puede luchar y ocasiona el efecto contrario al deseado en esas circunstancias: las leyes de la física.
Un auto puede pesar entre 1.500 y 2.500 kilos, un bus mucho más y un camión más aún. Todos tienen ruedas como único contacto con el piso. Esas uedas transmiten la potencia del motor para que el auto avance y son también las que tienen que aplicar el freno cuando lo que se desea es detenerse. Pero las ruedas son de goma y representan un parche de contacto del tamaño de un sobre de cartas postales multiplicado por cuatro en un auto normal o de tantas ruedas como tenga el vehículo en el caso de los medios de transporte pesados.
Quién ha hecho el ejercicio de acelerar y desacoplar rápidamente el embrague de su automóvil alguna vez, lo que se conoce como salir patinando o arando, habrá comprobado que ante determinada aplicación grande de fuerza desde el acelerador, los neumáticos no llegan a adherirse completamente al piso y se despegan, generando el conocido chillido e incluso humo por su fricción contra el piso.
Cuando frenamos pasa exactamente lo mismo. La masa suspendida, es decir todo el auto salvo las llantas y las masas con sus equipos de frenos, tiene la inercia de la velocidad que el automóvil trae; intentar detenerse completamente implica interrumpir ese desplazamiento. Dependiendo de la velocidad, la orden se vuelve una misión imposible para los neumáticos, porque sobrepasada cierta fuerza, su capacidad de adherencia se pierde, y las ruedas siguen frenadas por efecto de la presión del pie del conductor sobre el pedal, pero continúan arrastrándose hasta detenerse completamente. Esto puede suceder antes de impactar contra algo que haya ocasionado la frenada exigente, o a raíz de un accidente.
“El sistema ABS es probablemente el mejor invento de seguridad activa de la industria automotriz, y de hecho, es el que permitió que los sistemas posteriores, desarrollados para asistir a los conductores a través del funcionamiento de las ruedas, puedan existir. Todos los componentes del ABS son los que se utilizan como parte del control de tracción o control de estabilidad, porque en todos los casos es el control independiente de las ruedas el que los hace actuar”, dice Fabián Pons, experto en Seguridad Vial del Observatorio Latinoamericano de Seguridad Vial a Infobae.
El ABS tiene por finalidad que las ruedas no patinen ante la pérdida de adherencia, tanto sea por esa fuerza que no pueden resistir si el vehículo viene circulando a alta velocidad y se lo pretende detener en pocos metros, o si la superficie de apoyo es resbaladiza por agua, nieve, hielo, suciedad o simplemente por la composición del piso, como ocurre en caminos de ripio, tierra, barro o incluso pasto.
El control electrónico de la frenada lo que hace es soltar la rueda en el momento que deja de girar y volver a frenarla inmediatamente, justamente para evitar que patine. La acción de frenar, soltar y volver a frenar es rueda por rueda, de modo tal que la mayor parte del tiempo de frenada hay más puntos de apoyo que están deteniendo la marcha que los que están liberándose de la presión del freno.
En Argentina, el sistema ABS es obligatorio como quipo de serie en autos de menos de 3.500 kilos desde el 1 de enero de 2014, por lo que dentro de apenas 40 días cumplirá una década entre la mayoría de los conductores argentinos. Lo que muchos conductores todavía desconocen, es cómo utilizar el ABS en sus autos.
“Es increíble que mucha gente no sabe cómo frenar con ABS. De hecho, no sabe para qué sirve el ABS. Una gran cantidad de personas cree equivocadamente que no bloquear las ruedas tiene por finalidad frenar en menos metros, cuando en realidad, el ABS para lo que sirve es para poder frenar y maniobrar al mismo tiempo. Porque al tener ese pequeño giro alternativo las ruedas, el auto tiene capacidad de maniobra, de cambiar de dirección. Un auto sin ABS, ante el bloqueo de las ruedas, sigue derecho aunque el volante esté completamente girado hacia alguna dirección lateral”, explica Pons.
“El efecto colateral es que frena en menos metros, pero no en todos los terrenos”, continúa el especialista. “Pero no en todos los terrenos. En ripio, por ejemplo, un vehículo con ABS requiere más metros para frenar, pero siempre manteniendo la capacidad de cambiar la dirección y esquivar el obstáculo que ocasionó la frenada intempestiva”, explica.
Por esta misma razón, el sistema ABS también permite frenar en curva, algo que puede suceder en una ruta de un camino de montaña con malas condiciones climáticas. Un auto sin el sistema antibloqueo, probablemente requiera que su conductor tenga que frenar y soltar para mantener la dirección si se encuentra en un camino sinuoso y debe detener repentinamente el vehículo, por ejemplo si se cruza un animal en la calzada.
El desconocimiento de muchos conductores no radica solo en el funcionamiento, sino además en saber cómo aplicar la fuerza de frenado humana con este sistema.
“Con el ABS, y particularmente con el reforzador de fuerza de frenada llamado BAS, el pedal se pone duro y muchas veces tiembla, hace ruido y hasta pareciera que escupe el pedal hacia arriba. Ese es el momento en que muchas personas, a las que no se les enseñó a hacer una frenada de pánico -que todos en algún momento podemos tener- se asustan y sacan el pie del freno, con lo que en realidad, lejos de parar el automóvil, dejan que siga y terminan chocando”, dice Pons.
El ABS, al repartir la frenada de acuerdo a la necesidad y el patinamiento de las ruedas, permite que se frene con dos ruedas en una superficie y dos en otra distinta, como puede ser con dos ruedas en el asfalto y dos en la banquina, o con dos en la banquina y dos en el pasto. Si se mantiene la presión sobre el pedal, el auto no perderá la dirección y se detendrá sin mayores problemas. Solo hay que seguir presionando el pedal de freno, tomar el volante con firmeza. Y si es necesario mover el volante para esquivar un obstáculo, hacerlo con la total tranquilidad de que las ruedas tomarán la dirección que se les pide.