Aunque la vida moderna ofrezca otro tipo de formas para moverse, históricamente el auto ha sido considerado por generaciones como un integrante más de las familias. Todavía lo es en muchos casos, pero para las generaciones que hoy peinan canas, fue en el auto donde comenzaban las charlas entre padres e hijos al ir a la escuela cada mañana, y también el lugar del reencuentro donde se contaba la historia de cada día. Y era el auto también el que llevaba a esa familia a sus vacaciones y quedaba retratado en las fotos y los recuerdos que se mantienen perdurables en el tiempo.
El famoso “Fitito”, también conocido como “la bolita”, o simplemente “el 600″, es un auto que ha acompañado el desarrollo y crecimiento de los argentinos como un verdadero clásico. Quizás sea el más querido. Incluso a pesar de sus reducidas dimensiones, ha sido un vehículo que recorrió el país cargado con portaequipajes en el techo, y con una familia a bordo, pero también ha sido el primer auto de un hijo que se independiza, y hasta un auto de carreras accesible para quienes querían despuntar el vicio por el vértigo en una pista.
Tan clásico ha sido, que en este tiempo de autos eléctricos recientemente Stellantis lo ha relanzado como SUV eléctrico que conserva algunos rasgos de su apariencia original con otras dimensiones y tecnología, para darle una segunda vida cuando se acerca la fecha en la que se celebren los 70 años desde su lanzamiento en Italia, allá por 1955.
En Argentina, el Fiat 600 comenzó a fabricarse un lustro después. Fue el 8 de abril de 1960, en la planta de Fiat Concord, en Caseros, en la calle Wenseslao del Tata, que los primeros modelos fueron ensamblados con carrocería argentina y mecánica italiana. Cuatro años después, ya con la segunda planta en el mismo partido, donde hoy Stellantis fabrica Peugeot y Citroën, la producción ya era completamente argentina. El “fitito” tuvo una producción de 294.197 unidades en 22 años, durante los cuales se produjeron distintas versiones con cambios de carrocería y motorización.
Hoy, ese emblema del partido de Tres de febrero, tiene un merecido homenaje cristalizado en un museo que impulsó el intendente del partido, Diego Valenzuela. El pasado viernes 13 de octubre se llevó a cabo una presentación formal del lugar, de la que participaron clubes de fanáticos, ex trabajadores de la fábrica, periodistas y personalidades del automovilismo deportivo argentino, como Osvaldo “Cocho” López, quién comenzó su carrera automovilística con un “Fitito”.
Pero este fin de semana es el gran evento de apertura oficial del museo, que tendrá dos instancias. Este sábado comenzará “La Fiesta del Fitito” con la inauguración del predio y una gran exposición de autos de coleccionistas, no sólo de Buenos Aires, sino del interior y hasta de Uruguay, que vendrán para la ocasión. Esta exposición será en el Playón Municipal, que es el lugar donde está emplazado el museo, habrá distintos espectáculos musicales, un paseo gastronómico y visitas guiadas al museo en grupos de 20 personas cada uno, con una duración de unos 45 minutos.
El domingo, en tanto, la convocatoria es para que todos aquellos que quieran sumarse puedan hacerlo, a la gran caravana que saldrá desde las 9 de la mañana desde el Autódromo de Buenos Aires rumbo a Caseros, para terminar en el mismo playón. “La idea es que sea una verdadera fiesta para los amantes de este auto”, dicen desde la organización. “Queremos batir el récord Guinness de mayor cantidad de Fiat 600 que marcaron en España, que es de 787 unidades. La idea es que todos los dueños de un Fitito que quieran ir con la familia y sumarse, se sientan invitados a ser parte de la fiesta”, comentan.
El museo del Fitito no tendrá autos permanentes en exposición, sino que será una muestra dinámica. La capacidad del espacio permite que haya entre cuatro y cinco unidades, de modo que después de un tiempo, se produzca un recambio por otros que tengan algún valor especial, tanto por su estado de conservación original, por su preparación particular o su valor histórico.
Lo que no cambiará será el entorno, ya que en sus paredes se cuenta la evolución e historia del auto y las fábricas donde se produjo, algunos hechos históricos, y varios elementos que formaron parte de la existencia de este simbólico modelo entre 1960 y 1982.
El “Fitito” argentino tuvo cinco versiones. En 1960 nació el original que sólo se llamó Fiat 600, en 1962 comenzó la producción del 600 D m que incorporaba un motor de 767 cm3. En 1965, ya con la segunda planta, llegó el 600 E, en el que se cambió la apertura de puertas hacia atrás, por las convencionales hacia adelante. Empezando la década del 70 llegó el 600 R, con mayor potencia que ahora llegaba a 36 CV, mientras que la última evolución fue la del 600 S, el “Fitito” el más veloz y potente que tenía 863 centímetros cúbicos.