El viernes pasado se cumplió una semana sin que haya salido un solo pago de dólares oficiales para compras en exterior. Esto afecta a la industria automotriz en su totalidad, aunque es un problema que están padeciendo empresas de todos los rubros que deben traer productos terminados o insumos para fabricar localmente.
“Es cierto que hay un nuevo sistema que se implementó recientemente y que ha tenido fallas de funcionamiento. La famosa frase ‘se cayó el sistema’ es parcialmente cierta, pero es muy raro que en este contexto y con la necesidad de dólares que hay, y la falta de efectivo que tiene el Banco Central, un problema técnico lleve tantos días sin solucionarse”, dijeron fuentes de la industria a Infobae este viernes por la mañana, después que se cumplieran siete días sin liberación de pagos.
General Motors Argentina cumplió su tercera semana sin producir vehículos en su planta de Alvear, Santa Fe, en las afueras de Rosario. Las primeras dos semanas fueron más cortas, de sólo cuatro días debido al fin de semana XXL del 13 al 16 de octubre. La fábrica había dejado de funcionar el 10 de octubre. Esta última semana no hubo feriados, por lo que los cinco días hábiles tendrán más impacto en los números de producción mensuales de Chevrolet Tracker y Chevrolet Cruze.
Pero a media tarde hubo noticias alentadoras, y la propia compañía confirmó oficialmente la reanudación de la producción a partir de la semana próxima. “GM Argentina informa que ha logrado avances parciales con sus proveedores cuyos pagos al exterior siguen demorados. No obstante, la compañía está en condiciones de retomar la producción industrial en su planta de Alvear, provincia de Santa Fe, a partir del próximo 30 de octubre. GM reitera su compromiso con el crecimiento económico e industrial con valor agregado para el país”, dice la comunicación oficial.
Hay bastante cautela en la industria automotriz debido al escenario político que se ha generado tras las elecciones y sus consecuencias. “A todos nos faltan los dólares pero tenemos que administrar del mejor modo posible los recursos que disponemos. Nadie está holgado, pero con austeridad se puede seguir produciendo por ahora”, comentaron desde una de las principales terminales.
“El escenario político es complejo. Aunque las empresas tengan razones para quejarse por la falta de dólares, después del resultado de las elecciones con una victoria inicial del oficialismo, es inevitable y necesario considerar que el país puede seguir con este signo político. Este mes hay que ser especialmente cautos y pasarlo sin tomar posturas extremas”, confesó un ejecutivo de otra compañía automotriz.
Mientras tanto, las ventas de unidades cero kilómetro no variaron demasiado y se siguió operando con relativa normalidad. “Se vendió bien, seguimos con un 70% de autos 0km y un 30% de usados. El dólar libre con un precio fluctuante entre los 950 y los 1.000 pesos permitieron que los clientes se animen a cerrar operaciones que hace un mes hubieran requerido gastar más dólares”, contó un empresario multimarcas.
“No nos podemos quejar. Con el dólar alto, se siguió vendiendo bien, pero básicamente los modelos nacionales. Lo que se frenó fue lo de los importados de la escala 2 del impuesto a los autos de lujo. Esos clientes, muchos que habían acordado incluso un precio y pensaban cerrar la compra esta semana, apostaban a una escalada mayor del dólar libre. La idea era esperar que llegue a 1.200 o 1.300 pesos y como eso no sucedió, decidieron frenar y esperar. Pero estamos hablando de autos con un precio superior a 20 millones de pesos. Esos son clientes que aparecen para hacer un negocio”, confesó el gerente de una cadena de concesionarios oficiales.