La producción de General Motors en su planta de Alvear, provincia de Santa Fe, no pudo reiniciarse este martes como esperaban los directivos de la marca. Ya son cuatro días sin fabricaciones de unidades de Chevrolet Tracker, el SUV más vendido en lo que va del año en Argentina, que es el producto sobre el que se centra la comercialización de la marca en el mercado local. Tampoco se fabrican Chevrolet Cruze, que de todos modos es el modelo que General Motors ha anunciado que termina su ciclo productivo a finales de este año.
La semana pasada, la empresa había anunciado que “la planta de GM en Rosario debió interrumpir temporalmente su producción esta semana por un problema en la cadena de suministro de varios proveedores. La producción será reanudada tan pronto se reciban las piezas de los proveedores afectados”.
Las plantas argentinas cerraron el jueves por tarde o noche y reabrieron sus líneas este martes a primera hora. Según el esquema de turnos, algunas comienzan a trabajar a las 6 de la mañana para el primer grupo de operarios y terminan a las 22:30.
El hecho de tener dos feriados nacionales, les permitían tener dos días adicionales para recuperar el nivel de stock de las partes faltantes que provenían de Brasil, donde tanto el viernes como el lunes fueron días laborales normales. Eso no ocurrió, y a primera hora de esta tarde la compañía volvió a emitir una comunicación informando que “continúa trabajando para recomponer la cadena de suministro de varios de sus proveedores del exterior y así poder recibir las piezas que necesita para retomar la producción de vehículos en su planta instalada en la provincia de Santa Fe”.
El problema no está en las autorizaciones para importar sino en la disponibilidad de los pagos. “Son dos cosas distintas. Una es poder ingresar la mercadería, que son las SIRA y que nos tuvieron tan complicados entre julio y agosto, y otra es poder pagar esa mercadería. Con dólar de acceso al MULC (dólares oficiales), salen con una fecha de pago de entre 180 y 195 días, y dentro de 195 días uno no tiene idea de cómo va a estar el tipo de cambio oficial”, explicó Hugo Belcastro, importador de la marca BAIC y Presidente de CIDOA (Cámara de importadores y distribuidores oficiales de automotores), hace algunas semanas, explicando que “entonces ingresas los vehículos, los vendes en pesos y acumulas esos pesos con una tasa de interés alta pero que no necesariamente acompaña al tipo de cambio, y 195 días después, con una montaña de pesos que se acumularon por la venta de las unidades que uno despachó, debería tener acceso al MULC y poder pagar las unidades. Es muy riesgoso, porque uno se queda con pesos, y la obligación que tiene con el proveedor es en dólares”.
Confirmando que efectivamente la problemática que ha afectado la producción de Chevrolet es la falta de los pagos, sobre el final de la tarde de este martes, la propia compañía actualizó su comunicación oficial diciendo que “GM Argentina informa que continúa trabajando para recomponer la cadena de suministro de varios de los proveedores que han suspendido el envío de piezas con motivo de la falta de pagos al exterior. GM reitera su compromiso de reanudar sus operaciones en su planta de Rosario a la mayor brevedad posible.”
“Esa es la problemática de las fábricas que producen en Argentina. Algunos proveedores o incluso proveedores insumos para proveedores locales, reciben la mercadería pero no sale el pago, entonces se va acumulando deuda y en algún momento el acreedor deja de mandar mercadería. Y no es tan fácil cambia el proveedor de un elemento puntual. Una fábrica de autos tiene procesos administrativos y técnicos complejos”, comentó un ejecutivo de una de las marcas que tuvo un problema de falta de autopartes algunas semanas atrás.
El resto de las fábricas automotrices argentinas amanecieron este martes sin mayores novedades y están produciendo desde las 6:30 de la mañana en el primer turno para aquellas que tienen dos o tres rotaciones de personal y trabajan sin pausas.
“Nosotros esta semana estamos produciendo con normalidad, aunque está claro que cuando decimos normalidad, lo hacemos con los dedos cruzados. Por ahora el panorama es de producción sin alteraciones”, dijo un vocero de una automotriz.
“Parece mentira pero nos acostumbramos a ‘normalizar’ que la previsión para los próximos cuatro días sea la programada. Tuvimos dos semanas con un día menos de producción cada una y lo tomamos como un alivio en lugar de considerarlo una limitante de fabricación que promediará en un mes con menos autos si no se compensa de algún modo. Así está la industria, cuatro días nos dan tranquilidad. Esto es de muy corto plazo”, contestaron fuentes de otra empresa que fabrica en gran volumen en Argentina.