La volatilidad del mercado automotor argentino en lo que va del año ha incidido fuertemente en la elección de los vehículos que los consumidores compraron. Desde hace dos años, cambió la tendencia y contrariamente a lo que ocurrió en la década anterior, se comenzaron a vender más autos de origen nacional y cada vez menos importados, aunque estos provengan de Brasil, el principal socio de Argentina en el rubro automotriz.
Esto se ha dado por diversas razones como el modelo exportador de algunas marcas o la decisión de producir pick-up en otras. Sin embargo, en 2023 en particular, esta tendencia se acentuó porque con la falta de dólares en las reservas del Banco Central, la limitación de las operaciones de importación fue cada vez mayor, haciendo que disminuya de manera proporcional la disponibilidad de modelos. Ante la incertidumbre de la fecha de entrega de las unidades, muchos consumidores tomaron la decisión de cambiar de automóvil, dentro de la misma marca cuando hay opciones nacionales o importadas, o cambiando de marca o de segmento también.
Los SUV son la gran tendencia del mercado a nivel mundial, y aunque en Argentina se da la particularidad de una demanda muy grande de camionetas, tanto medianas como compactas, es el segmento que más novedades y ofertas tiene para los clientes. Los hay de segmento B, C y D, pero a partir de la aplicación de los impuestos a los bienes importados que rige desde julio pasado, incluso esa diferenciación “se planchó” en algunos casos porque un modelo importado paga y uno nacional no.
El mercado tuvo un comportamiento en los primeros meses del año que luego se fue modificando por temas de producción. Así, en los primeros meses todavía había stock de modelos que se dejaron de fabricar como el Ford EcoSport, que se siguió vendiendo hasta mayo, y luego aparecieron nuevos automóviles, como los casos del Hyundai Creta, el Chery Tiggo, o las nuevas versiones de Volkswagen Tiguan All Space, Ford Territory y Nissan X-Trail.
Pero sin duda alguna, la gran disputa por la mayor porción del mercado de los SUV se libró entre dos productos nacionales como el Chevrolet Tracker y el Volkswagen Taos, y un brasileño, Toyota Corolla Cross, y allí el juez que determinó quién sería el vencedor mes a mes no fue otro que el gobierno con la aprobación discrecional de SIRAs que afectó directamente al modelo importado.
A comienzos de año, el volumen de venta de los tres modelos era bastante similar, con un primer mes algo peor para Taos, que sin embargo se recuperó en febrero y marzo, cuando superó al Corolla Cross para quedar igualados al cabo del primer trimestre. En el segundo trimestre Toyota fue superior a ambos para quedar al frente en el acumulado del 2023, pero en el tercer trimestre comenzaron los problemas de autorizaciones de importación, dejando el mercado a favor de Chevrolet y VW, e incluso, en el último mes, septiembre, con el stock que fue administrando Toyota desde junio en sus mínimos de unidades, con una caída profunda que bajó de 1.000 a menos de 500 vehículos en sólo 30 días.
Tracker quedó al final de septiembre como el SUV más vendido de 2023 en los primeros nueve meses con 9.514 unidades, superando al Toyota Corolla Cross por sólo 372 operaciones, mientras que el Taos, con una fuerte alza en el tercer trimestre, quedó con 1.520 unidades menos en tercer lugar.
También producto de un mercado que empezó a consumir más vehículos nacionales que importados, Renault consiguió llevar al Stepway al cuarto puesto en una hipotética clasificación general multisegmento, al duplicar las ventas en el último trimestre respecto a los dos primeros del 2023. El SUV producido en Santa Isabel tiene acumuladas ventas por 6.087 unidades en lo que va del año, y superó a dos actores importantes de distintos segmentos como el Toyota SW4, que se produce en Zárate y eso le permitió tener un promedio estable en las 550 mensuales, y el Jeep Renegade, acaso el más perjudicado por la falta de SIRAs, ya que comenzó el año con un promedio de ventas de 600 unidades mensuales, que en agosto y septiembre se desplomó a 140 vehículos por mes.
Sin otros modelos fabricados en Argentina, la autorización para importar afectó al resto del portafolios de SUV que hay en el mercado de igual manera, dejando que sean las fábricas o importadores los que decidan cuántas unidades asignaban del cupo total de SIRAs autorizadas. El Nissan Kicks quedó en séptimo puesto con 3.518 unidades; el Ford Territory, que tuvo la convivencia del modelo anterior y el nuevo presentado en mayo quedó octavo con 2.825 autos traídos de China; el noveno lugar fue para el Crossover Volkswagen Nivus (hay quienes relativizan su condición de SUV por su formato) con 2.341 autos y el Jeep Compass completa el Top10 con 1960 unidades, justo por delante, y por muy poca diferencia, del Citroën C4 Cactus y el Fiat Pulse.
Con la normalización de los permisos de importación otorgados en septiembre, pero que se verán reflejados a partir de octubre, y con la parada de producción de esta semana de la planta de General Motors en Alvear, Santa Fe, no sería extraño que el liderazgo de Tracker corra riesgo frente al Toyota Corolla Cross, y si esa tendencia continúa en noviembre y diciembre.