Durante todo el mes de julio y lo que va de agosto, no entraron autos importados para las terminales argentinas que compran al dólar oficial. Esto ocurre porque el sistema de autorizaciones de operaciones del gobierno, las famosas SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), no está habilitando los pedidos que normalmente se hacen por parte de las fábricas.
El problema sólo afecta la importación de autos terminados, pero no las autopartes e insumos que se traen del exterior como componentes para fabricar. Así, más allá de algún producto específico que pueda afectar más a proveedores que a las propias terminales, el flujo de las SIRA no se vio afectado considerablemente y la producción se sostiene en valores normales. De hecho, las cifras de ventas de julio mostraron que la actividad no cayó sino que siguió subiendo.
“El flujo de producción no se está viendo afectado, seguimos fabricando normalmente más allá de algún proveedor que pueda tener algún pequeño retraso. Tenemos un stock de partes que nos permiten seguir al ritmo normal por el momento en cuanto a SIRAs para importar autopartes destinadas a fabricar”, dicen desde una de las principales compañías automotrices argentinas.
Probablemente por esta razón es que el formato del mercado cambió de manera radical en los últimos dos años, ya que julio de 2021 se convirtió en el primer mes en el que se vendieron más autos fabricados en Argentina respecto a los que provenían sobre todo de Brasil, y desde entonces, las curvas se han ido alejando cada vez más en esa dirección.
Así, en julio de 2023, de los diez autos más vendidos en el mercado local, ocho son producidos en plantas nacionales y sólo dos provienen de Brasil. Y esta situación probablemente se profundice en los próximos dos meses, ya que el Toyota Etios, quinto en el ranking de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), se deja de fabricar el 31 de agosto, con lo que es factible que deje su lugar en el Top 10 para que ingrese la pick-up Nissan Frontier, que hoy está en el puesto 11. Así, el único vehículo importado que quedaría entre los diez más vendidos, sería el Toyota Corolla Cross, que llega desde Brasil.
Pero el freno a los autos importados terminados no es total sino sólo para quienes quieren entrarlos pagando con pesos para comprar dólares al valor oficial. Entonces esta situación no afecta tanto a las marcas que traen importado todo el portafolio de vehículos que comercializan en el país, ya que lo hacen con dólar billete y con volúmenes bajos, por lo que las SIRA se autorizan sin mayores problemas.
“Nosotros trabajamos directamente en dólares. El cliente quiere un auto que tiene su precio en dólares, el concesionario le cobra en dólar billete, se da vuelta y nos paga el auto a nosotros en esa misma moneda. De modo que esta devaluación del dólar oficial que hubo el lunes no nos afecta, pero sí nos afecta mucho más la disparada el dólar blue, porque aunque el auto sigue costando los mismos dólares que costaba el viernes, los clientes tienen que hacer una erogación de pesos mucho mayor para hacerse de esos dólares, Siempre intentamos meter alguna SIRA, pero desde septiembre del año pasado no nos aprueban ni una sola”, dice un importador de autos.
En las fábricas es diferente. Al no tener SIRA aprobadas para traer autos importados en mayor volumen, las unidades que ya habían sido nacionalizadas empiezan a consumirse. En algunos casos, la entrada de unidades es tan baja que hay modelos que no se consiguen. Un ejemplo es el del Fiat Mobi, el auto más accesible de la marca, que no está llegando al país hace un buen tiempo. Es sólo un ejemplo que ocurre con todas las marcas, que fueron administrando los permisos que van logrando para traer repartido su cupo entre todos los modelos. Es una ingeniería compleja y cada fabricante debe seleccionar de acuerdo a la demanda del mercado también.
Si bien ya van más de 45 días en los que no se han emitido SIRA, esta no es una situación nueva. Ya ha habido períodos de tiempo prolongados en los que no se habilitaban permisos por falta de dólares en las arcas del estado nacional y eso fue lo que motivó que la entrega de unidades se fuera extendiendo hasta llegar a situaciones como la actual, en la que algunos modelos tienen hasta un año de espera desde que el cliente paga el auto, o parte del mismo, y se lo puede llevar a su casa.
Entre los autos 40 autos más vendidos del mercado argentino, los modelos importados son los siguientes, ordenados de acuerdo al volumen de ventas del último mes de julio: Toyota Etios, Toyota Corolla Cross, Toyota Yaris, Toyota Corolla, Volkswagen Polo, Ford Territory, Citroën C3, Nissan Kicks, Jeep Renegade, Chevrolet Onix, Citroën 4 Cactus y Renault Oroch, Volkswagen Nivus, Ford Maverick, Fiat Strada, Chevrolet S10, Volkswagen T-Cross, Jeep Compass, Ford Transit, Renault Duster, Fiat Toro y Nissan Versa.
El orden no es casual y muestra el motivo por el que algunos modelos, a pesar de tener una interesante propuesta entre precio y calidad, no tienen un gran éxito de ventas. El ejemplo perfecto es el del Citroën C3, lanzado a fin de año como una de las opciones de automóvil accesible, pero que se trae en bajas cantidades porque el cupo de PSA (Peugeot y Citroën), tiene que administrarse entre todos los modelos de ambas marcas.
La mejor demostración de cuánto stock tengan las automotrices o no lo podremos ver a fin de mes, cuando el informe de ventas de ACARA correspondientes a agosto, muestre si las cifras se ven afectadas por esta situación en relación a los modelos mencionados.
“No sabemos cuándo se habilitarán nuevamente SIRAs, estos días son muy convulsionados después del resultado de las PASO y la devaluación del lunes. Si el desembolso prometido del Fondo Monetario se concreta, esperamos que eso nos habilite los permisos. Sino, algunos vamos a estar en problemas. Es un tema que seguramente se tocará en los próximos días en ADEFA”, dice una fuente de la industria.
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