Tal como era de esperarse, con las listas de precios de los automóviles del mes de agosto, llegaron también las actualizaciones dobles que todas las marcas tuvieron que aplicar respecto a los valores de comienzos de julio. Efectivamente, en un mes todos los autos aumentaron dos veces, una por inflación y otra por el nuevo impuesto PAIS que grava con el 7% a los bienes importados, tanto sea en forma de autos terminados o autopartes que se utilizan para fabricar localmente vehículos que no se exportarán.
Sin embargo hay otra situación que comienza a verse en el mercado a causa de las diferencias impositivas que componen las listas de precios de los automóviles en Argentina: los SUV están alcanzando a las pick-up, que históricamente fueron siempre más caras. Y si a eso se le suma la cada vez mayor cantidad de ofertas de pick-up compactas, que no son tan caras como las de una tonelada, la similitud de valores es mayor aún.
Por qué sucede esto es lo interesante. Las camionetas en Argentina pagan el 10,5% de IVA y no el 21% como los autos y los SUV. Ese ya es un punto a favor. Pero además, estos vehículos no entran en el esquema del impuesto a los autos de lujo, con lo cual, a pesar de su precio superior al tope de la primera escala (8,4 millones hasta el 31 de agosto), no aumentan ese 20% que sí lo hacen los SUV que pasan de ese límite, y que son casi todos los que ocupan el segmento de los medianos. Pero si algo faltaba para que el combo sea perfecto para las pick-up, es que salvo la Chevrolet S10, todas se fabrican en Argentina, mientras que todos los SUV, excepto el Chevrolet Tracker, provienen del exterior, mayormente de Brasil, con lo cual se ven afectados por el nuevo gravamen aplicado desde el 26 de julio.
Al ser producidas en el país, las pick-up se ven afectadas sólo en un pequeño porcentaje de ese impuesto a los bienes importados, ya que este se aplica a las partes que llegan desde el exterior para la fabricación en nuestro país, y sólo para las unidades que no se vayan a exportar. En general, haciendo un promedio razonable, cerca de un 50% de las partes de una pick-up vienen de Brasil, y entre el 70% y el 80% de las unidades se exportan para casos como Ford y Toyota. Menor es el volumen de Nissan y aún no se venden en el exterior las Alaskan.
En los dos primeros casos, el aumento por este impuesto estaría en el orden del 3,5% y sólo para el 40% de las camionetas producidas. Entonces, la marca lo puede absorber si así lo desea para mantener en un precio más competitivo aún el producto que fabrican frente a los que trae de afuera.
En general, el escenario del mercado automotriz es verdaderamente complejo. Autos de menos de seis millones de pesos ya no se encuentran: figuran en las listas de precios, pero se consiguen a cuentagotas y son los últimos. Ellos son el Toyota Etios, que Toyota Argentina dejará de vender a fin de agosto, y los importados Chevrolet Joy y Citroën C3, que de todos modos ya están al borde los seis millones. Pero como en agosto termina el trimestre del actual tope a los autos de lujo, la próxima lista de precios tendrá un aumento que llevará los precios de muchos modelos hasta el nuevo tope, ya que hoy, las propias marcas tienen el precio frenado aunque acumulando aumentos a cuenta desde el 1 de junio.
Así es que se ha generado la insólita situación de tener modelos cuyo precio de lista es el mismo tanto para el modelo base como para el de mayor equipamiento. Esto comenzó a suceder a fines de julio con el anuncio de las nuevas medidas que motivaron una lista de precios “Julio II”, y que se acentuó completamente en esta primera semana de agosto. El ejemplo perfecto es lo que sucede con Peugeot, que publicó la lista de precios de las ocho versiones del Peugeot 208, las dos de Peugeot 2008 y las dos de Partner Patagónica en el mismo precio de $8.101.000.
Si los cálculos se confirman, los nuevos topes estarán cerca de los 10,5 millones de pesos para la primera escala y rondando los 19 millones para los de la segunda, a la que se grava con el 35% pero no está alcanzada por el impuesto PAIS del 7% que se aplicó el 26 de julio a los bienes importados.
Así dadas las cosas, lo que se refleja es que se comprime la lista de precios, con los más baratos subiendo más que los de la franja media y los más caros subiendo menos aún, con lo cual se acercan los extremos generando esta situación de similitud de precio entre algunos SUV con las pick-up de su misma marca.
Buscando entre las marcas que ofrecen ambas opciones surgen varios ejemplos. Algunos lo reflejan claramente, otros no tanto a causa del rompecabezas que significa combinar productos nacionales e importados de un segmento u otro.
Un Fiat Pulse Impetus 1.0T CVT que en junio costaba $10.183.500, hoy tiene un precio sugerido de 12.430.500 pesos. Dentro de la misma marca, una pick-up Toro Freedom 1.8 16v Nafta CD 4x2 AT6 que en junio costaba $10.274.600, hoy tiene un precio de 12.311.000 pesos.
En Toyota se puede ver algo similar. Un SUV Corolla Cross SEG HEV 1.8 eCVT que en junio costaba $13.897.000, y hoy tiene un precio de $16.478.000, se puede comprar con la pick-up Hilux 4X2 DC SRV 2.8 TDI 6 MT, que en junio costaba $14.210.000 y hoy tiene un precio sugerido de 16.697.000 pesos.
En Volkswagen, lo mismo. El SUV T-Cross Highline 200TSI AT que hace dos meses costaba $13.781.500, en agosto tiene un precio de 16.800.300 pesos. Pero entre las pick-up, una Amarok Comfortline CD TDI AT 4X2 tenía en junio un precio de $13.920.000 y hoy cuesta 16.083.400 pesos. Incluso existe la versión Amarok Highline CD TDI MT 4X2, con más equipamiento aunque con caja manual, que en junio tenía un precio de $14.642.250 y en agosto se publica en $16.911.700, unos $110.000 más que el T-Cross más equipado.
En Chevrolet se da una situación algo atípica, porque como se dijo, es la única terminal que fabrica un SUV en Argentina e importa las pick-up que tiene en su portafolios, tanto la histórica S10 como la nueva Montana en la categoría de las camionetas compactas.
El SUV Tracker 1.2T AT Premier costaba en junio $10.158.900 y hoy 12.623.900 pesos. La pick-up Chevrolet S10 CD 2.8 TD 4X2 LS MT tenía un precio en junio de $10.589.900 y hoy se ofrece en 13.085.900 pesos. En tanto la novedad del mercado, la Montana LTZ, la versión menos equipada, se puede pagar 13.329.900 pesos.
El caso de Nissan es diferente porque entre junio y agosto renovó el SUV X-Trail por el modelo de nueva generación. Eso hizo que no sea referencia el precio comparativo entre uno y otro modelo, de modo que la comparación es directa entre el SUV importado de Japón, que se vende en $17.650.000, y la versión intermedia de la pick-up Frontier, el modelo X-GEAR 4X4 AT 2.3 D que se publica con un precio de 17.724.000 pesos.
Ford, con su política de lanzar sólo SUV y utilitarios, tiene una similitud notable en la oferta, apoyados en ser los fabricantes de todas las versiones de Ranger. El nuevo Territory Titanium, el más equipado de las dos versiones que trae desde China, tiene un precio de $18.472.000, y el Bronco WildTrac, que viene de México tiene su precio en los 18.680.000 pesos. Pero ofrece dos opciones de camionetas, la Maverick Lariat FX4 de media tonelada está en $18.279.000, y la Ranger XLT, un intermedio entre las múltiples opciones de la nueva versión, se ofrece en 17.832.000 pesos.
Por último está Renault, el otro fabricante que produce pick-up en Argentina e importa de Francia el Koleos. La versión única de este SUV es la denominada Intens 2.5 4WD CVT, que tiene un precio de lista de 18.029.564 pesos. Por un valor similar se puede comprar una pick-up Alaskan Iconic 4x4 AT, publicada en $18.843.500, y con sólo una diferencia de precio del 6% más, se puede acceder a la versión más equipada de Alaskan, la Iconic 2.3 dCI 4WD AT, ya que su precio es de $19.264.500 en la lista que distribuyó la marca a comienzos de agosto.
Es cierto que las pick-up ocupan más espacio y son menos versátiles para el transito urbano, pero también son vehículos con un mejor precio de reventa, y al ser nacionales tienen mayor stock de repuestos y a mejor precio. Esto explica el fenómeno de las pick-up compactas, o de media tonelada, que ya tienen varios modelos en el mercado y tendrán más en los próximos meses, con la llegada de la RAM Rampage y la que Renault planea producir en Santa Isabel. También hay proyectos de Volkswagen y Toyota. Y es que las camionetas son un vehículo que forma parte de la cultura argentina, no sólo por la histórica relación con el campo, sino por la variedad de terrenos de toda la geografía, con usos para playas y montañas, o para zonas donde se hacen explotaciones mineras y petroleras.
El único fabricante que no tiene pick-up medianas es Stellantis, aunque sí tiene la Fiat Toro y tendrá la RAM Rampage entre fin de año y comienzos de 2024. Del proyecto Landtreck, la camioneta de una tonelada de Peugeot, por ahora no hay noticias, y de hecho, en poco tiempo podría conocerse la apuesta de la marca del león hacia los SUV con la fabricación local de un modelo nuevo en Palomar.
Seguir leyendo: