“Cambia, todo cambia” era el estribillo de una canción que Mercedes Sosa lanzó en 1984, y que en sus primeras estrofas decía también: “Cambia lo superficial, Cambia también lo profundo, Cambia el modo de pensar, Cambia todo en este mundo. Cambia el clima con los años…”
Y ahí nos detenemos. Pasaron ya cuatro décadas, y casi como una profecía, la letra de aquel tema se puede aplicar perfectamente al mundo del automóvil. Que el clima cambia no es novedad, y que eso ha afectado definitivamente a la movilidad humana tampoco lo es, ya que los autos electrificados y eléctricos nacieron para reemplazar a los combustibles fósiles que acentúan el calentamiento global.
Pero el cambio en lo superficial es ahora otro tema que tendrán que estudiar los fabricantes de automóviles porque, según parece, la Unión Europea estaría cerca de prohibir el cromado de la pintura ya desde el próximo año, o al menos esa es la intención. El motivo está en que el proceso de elaboración de ese tipo de cobertura exterior que tanto se aplica sobre detalles de las carrocerías o incluso las llantas de los autos, podría ser peligroso para la salud.
La explicación que han dado los impulsores de la idea de prohibir esta terminación de pintura es que el cromo hexavalente es un carcinógeno conocido que a menudo provoca cáncer de pulmón. Para dimensionar el nivel de peligrosidad para la salud, aseguran que es 500 veces más tóxico que las emisiones de diésel.
Así, no solo los fabricantes de autos deberían encontrar otras terminaciones sino también los talleres especializados en tuning y restauración, ya que el cromado es gran parte del valor agregado que aportan a su personalización o reconstrucción para el caso de los clásicos. Pero no todo queda ahí, porque fuera del ámbito de la industria automotriz habría consecuencias también en la vida cotidiana de las personas. Los cromados están en la grifería de las casas, por ejemplo, con lo que la transformación a futuro podría ser mucho más grande. No hay que reemplazar nada, claro, porque la contaminación se genera al momento de elaborar el compuesto y al aplicarlo. Las piezas ya terminadas no afectan la salud. Pero si el proyecto prospera, el cambio será grande de aquí en adelante.
El cromado se utiliza en general para diferenciar los modelos de autos entre los de mayor y menor equipamiento. Más allá de ser utilizado en las insignias y nombres de los modelos, lo más común es encontrarlo en los marcos de las ventanas laterales completos, o al menos la barra inferior, para distinguir a las versiones de lujo de los modelos. También se suelen encontrar en detalles en la parrilla, en baguetas laterales y las manijas de las puertas. En algunos modelos, incluso, los paragolpes todavía son cromados para sus versiones Full.
Pero lejos de parecer una mala noticia para la industria, esta medida podría ser un impulso a cambiar algunos conceptos en el diseño de los autos. El afamado jefe de diseño de Renault, Gilles Vidal, ha tomado una posición positiva al respecto. “Creo que es hora de una era de menos ostentación”, dijo a Autocar. “El desafío para los diseñadores será dar forma a una marca que sea fuerte e impresionante pero mucho más simple que la actual. Todavía queremos hacer autos llamativos, pero con un diseño más minimalista y esencial”, sentenció.
Para Vidal, el cromado es parte de ese proceso de deconstrucción del automóvil, ya que suma peso adicional a vehículos que ya son de por sí, más pesados de lo que deberían ser como un mero medio de transporte de personas.
“No es ningún secreto que los autos han crecido, por seguridad, porque los compradores quieren más contenido, más equipo, etc. Eso ha dado lugar a autos más pesados, por lo que hemos tenido que usar frenos más grandes, etc. Es un círculo vicioso. La idea ahora, en este entorno moderno, debe ser intentar crear algún tipo de círculo virtuoso”, destacó.
Esta idea de Vidal se emparenta a otra interesante reflexión del diseñador argentino Juan Manuel Díaz, quién alguna vez comentó a Infobae sus ideas respecto al peso de los vehículos. ”Si yo peso 78 kg no necesito un auto de dos toneladas que me lleve porque estoy transportando 2.100 Kg de los cuales 2.000 kg son un consumo que se genera solamente por el auto. En otras palabras, el auto transporta el 5% de su peso. Ese es el problema. Es la poca eficiencia de los automóviles de hoy en transportar 100 o 200 Kg de pasajeros si fueran dos personas. Visto desde ese lado, es una locura el modo en que nos trasladamos”, dijo en julio de 2022.
“Todo cambia” decía Mercedes Sosa, y “todo tiene que ver con todo”, decía Pancho Ibañez en su ciclo televisivo “El deporte y el hombre”. El cromado puede ser eliminado por cuestiones de salud, pero también de sobrepeso ostentoso e innecesario para el nuevo concepto automotriz. La eliminación de estos acabados ya se ve en los autos de nueva generación de Dacia, la marca de autos accesibles del Renault Group, y también en la nueva generación de Volvo, que ha hecho de la sustentabilidad una de sus nuevas banderas, así como fue históricamente la de la seguridad extrema de sus vehículos.
Vidal vuelve a entrar en escena. El diseño de los asientos en los autos es un punto que particularmente está investigando, porque cree que hay un punto clave que se podría modificar respecto a la estructura metálica que los conforma, haciéndolas más livianas y delgadas, como las que utiliza la industria aeronáutica, por ejemplo. “Tienen que ser seguras, por supuesto, pero si se puede hacer un respaldo de la mitad de la profundidad, entonces ganaremos espacio para las piernas y el baúl. Eso permitiría que el auto sea más corto y liviano pero igual de práctico, y que de ese modo se inicie una conducción eficiente. No es fácil, pero necesitamos atacar todos los ángulos para ser eficientes. El minimalismo llamativo es un concepto que podemos ver con cierto entusiasmo”, finalizó. Y si lo dice Gilles Vidal, hay que tomarlo muy en serio.
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