Cuando un modelo de vehículo llega a un segmento nuevo, en el que ya hay competidores desde un tiempo antes ofreciendo sus productos, lo ideal es intentar destacarse de algún modo. Las opciones son variadas, porque puede ser desde la potencia, el confort, el precio, el equipamiento o el diseño.
Las pick-up compactas definitivamente han encontrado un público que las prefiere por sobre una pick-up mediana porque no la van a usar para exigencias de carga o de uso en terrenos demasiado difíciles, pero también las elige antes que un SUV, porque, fundamentalmente, tiene una fortaleza adicional y por supuesto, una caja de carga. Después de una larga campaña de develación parcial y una presentación visual en Brasil, finalmente General Motors Argentina lanzó la venta de la Chevrolet Montana en nuestro país, entrando a esa categoría de pick-up compactas en la que ya están con productos de diferentes características Renault con Oroch, Fiat con Toro, Ford con Maverick, y para fin de año o comienzos de 2024 estará también RAM con Rampage, de reciente presentación.
Pero como hemos dicho cuando analizamos el comportamiento de los usuarios frente a la enorme variedad de camionetas que hay en el mercado argentino, donde uno de los puntos salientes fue que se convirtieron en pick-up de doble cabina simplemente con una ampliación del habitáculo y una reducción de la caja de carga manteniendo la misma plataforma, y no como un diseño pensado para un mayor confort de los pasajeros, “el uso hace al producto”, y hoy, la realidad esas camionetas tienen tanto o mayor uso urbano y suburbano respecto a una década atrás, cuando estaban destinadas a un trabajo mucho más exigente en cuanto a dureza y potencia. Y eso por eso que existe el auge de las compactas, como una respuesta a ese cambio de los consumidores.
De Montana se sabían prácticamente todas las especificaciones por esa campaña de progresión en la develación de las características del vehículo. Lo que ha quedado confirmado ahora es que llega con dos versiones, LTZ y Premier, ambas con una única motorización turbo de 1,2 litros de cilindrada en arquitectura de 3 cilindros, una potencia de 132 CV y 190 Nm de torque, asociado a una caja automática de 6 velocidades.
Pero lo que ha hecho General Motors al presentar el vehículo fue profundizar en sus puntos fuertes desde un lugar muy interesante, porque lo hicieron a partir de encuestas con los usuarios, lo que sirve como argumento perfecto de ventas. “Las pick-ups no priorizan a los pasajeros traseros”, fue la primera frase que reprodujeron textualmente y con comillas, al comenzar la presentación del producto, tarea que llevó a cabo Josefina Indaco, Jefa de producto de General Motors Argentina.
A partir de esa idea, aseguran, se planificó el diseño integral de Montana, para lo cual se trabajó en dos áreas diferentes pero complementarias entre sí: el espacio interior y el confort de marcha.
Para que la cabina sea más amplia, se eligió la motorización, porque las dimensiones del motor 1,2 litros requiere menos espacio en el vano motor y por lo tanto, una ganancia hacia adelante para el habitáculo. Pero también se diseñó una suspensión trasera más compacta, que ocupa menos espacio sobre el eje trasero, lo que permitió también ampliar la cabina hacia atrás y ganar habitabilidad de las plazas traseras, que tienen más lugar para las piernas.
Pero como esta decisión dejaba sentados a los pasajeros traseros muy cerca del eje y lo que se pretendía era priorizar el confort, surgió un segundo diseño en las suspensiones de la caja, que compensara los famosos “saltos” que motiva la habitual dureza elástica de un vehículo que está preparado para recibir 600 kg de carga. La suspensión trasera, por lo tanto, tiene un sistema de doble tope rígido/variable, que funciona de diferente modo según la condición de uso que se le esté aplicando. Cuando la caja está cargada, la suspensión activa automáticamente el doble tope para brindar una mayor rigidez. Pero cuando la caja está vacía o con poco peso, el doble tope no se activa y ofrece un confort de marcha similar al de una SUV.
Con la misma idea de pensar en el uso que se le da a una camioneta compacta, el otro gran distintivo que ofrece Chevrolet con la Montana está en la caja de carga. Aquí hay una propuesta verdaderamente útil, ya que se buscó crear un espacio de uso múltiple basado nuevamente en dos puntos fuertes. El primero es la distribución de la carga y el segundo la protección contra las inclemencias climáticas.
Con el diseño patentado por Chevrolet de un elemento llamado Multi-Board, un organizador de elementos pequeños y medianos que se fija en distintos anclajes que ya vienen colocados en el revestimiento interior de la caja y se vende como un accesorio. Esta bandeja de cargas sueltas se coloca en la zona alta de las paredes de la caja, apenas por debajo del borde superior, lo que deja libre la parte inferior para cargas de mayor volumen. El Multi-Board tiene una capacidad de 30 kg de peso y puede complementarse con un separador rígido que divide la caja en dos secciones, una delantera y una trasera, o con un separador blando, una red, que cumple la misma función.
El estudio que hizo General Motors y que los decidió a construir esta caja flexible en la Montana arrojó como resultados, que el 86% de las personas utilizan la caja de carga para llevar las bolsas y cajas del supermercado, un 72% dijo que también coloca valijas para un viaje, el 52% contestó que también coloca herramientas de mano y un 36% contestó que suele colocar bicicletas como una de las cargas más frecuentes. Ahí nació la inquietud del segundo punto que convierte la caja de esta pick-up en un gran baúl, y esa es la estanqueidad.
Chevrolet desarrolló un cobertor manual de tela con ajuste perimetral para impedir que entre el agua de la lluvia, y como opcional un cobertor rígido retráctil eléctrico, que sella mejor aún la caja con el mismo objetivo. Como dato final, reforzando la similitud con un baúl de un SUV, el portón trasero tiene un ralentizador para que la apertura sea suave y progresiva, y no tenga que ser sostenido por el usuario.
El interior incorpora la pantalla de 8 pulgadas en el cuadro de instrumentos, por lo que ya no está separada como un adicional, sino incorporada en el diseño del tablero. El acabado de las terminaciones y materiales acompaña la categoría de cada versión. La conectividad de OnStar, otro diferencial que tiene la marca y que sigue siendo de las pocas que lo ofrece, tiene con Montana un plus, inaugurando el servicio de OnStar Premium que además de incorporar los servicios Connect y Protect, ofrece la renovación automática del pack de 6Gb y el acceso desde un teléfono celular desde la app MyChevrolet.
Los precios para el mes de julio son de $11.590.900 para la versión LTZ, y $12.449.900 para la versión Premier. Se ofrece en 5 opciones de color carrocería con 3 años de garantía o 100.000 km de uso.
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