En un mundo ideal, en el que no haya problemas para generar energía limpia, ni para comprar autos eléctricos, ni para crear infraestructura vial, el concepto de rutas electrificadas que carguen las baterías de los vehículos por inducción podría ser la salvación del gran talón de Aquiles de la movilidad eléctrica.
Pero ni el mundo está preparado para generar tanta electricidad sin quemar gas o carbón, ni los autos eléctricos son accesibles a la mayoría de las personas, ni los gobiernos tienen tanto presupuesto para construir caminos equipados con un sistema de electricidad bajo el asfalto.
Entonces es bueno siempre tener el objetivo claro pero los pies en la tierra. Y una vez más ha sido Toyota el que ha mostrado que no casualmente ha sido el líder en ventas a nivel mundial prácticamente sin discusión en los últimos 15 años, porque en conjunto con Electreon, una compañía israelí especializada en electrificación inalámbrica, han empezado una colaboración para desarrollar esta tecnología y aplicarla a vehículos híbridos, en lugar de hacerlo para los autos eléctricos únicamente como otros proyectos que actualmente se están poniendo a punto en Europa y Estados Unidos.
Así fue como decidieron montar un sistema de carga inalámbrica sobre una unidad RAV4 PHEV (Híbrida enchufable), y llevarla a un circuito ovalado de corta extensión que se ha utilizado como laboratorio de Beit Yanai, Israel, que tiene un sistema de carga de electricidad por inducción en sus dos cortas rectas, mientras en las cabeceras, las curvas, el asfalto es convencional y no transmite energía alguna. Allí, el automóvil iría cargando su batería mientras circulaba en las rectas, lo que extendía automáticamente su autonomía total.
El objetivo de este ensayo, era verificar cuánto tiempo era capaz de circular un vehículo híbrido, es decir con su tanque de gasolina completo al inicio y su batería al 100% también, hasta quedarse sin combustible y sin electricidad. Durante la prueba se tomarían varios parámetros como el tiempo exacto de viaje en días y horas, la distancia recorrida en kilómetros, la cantidad de energía transferida al vehículo desde el asfalto y la tasa de reducción de emisiones de CO2 en comparación con los motores diésel.
Y el resultado fue mucho mejor de lo esperado, porque la previsión era superar los 1.000 kilómertos pero no se sabía cuánto más, y sin embargo, después de 100 horas en cuatro días de test, la RAV4 alcanzó a recorrer 1.942,56 kilómetros, marcando así un récord absoluto. Si se tiene en cuenta que la capacidad eléctrica de una batería de 18 kWh permite aproximadamente 75 km de autonomía exclusivamente eléctrica y unos 700 km combinando combustible fósil y electricidad.
Para hacer la prueba se contó con un equipo de 55 conductores, pensando en que cada uno tenga un turno de poco más de una hora y media, pero también para poder tener una muestra mejor de la autonomía, ya que esos conductores tan diversos no tenían un entrenamiento especial como a veces ocurre con quienes son convocados para establecer récords de autonomía. Por supuesto, al ser una pista corta, la velocidad fue muy baja, pero se tomó esta característica del ensayo como una representación del tránsito urbano, que es para lo que está haciéndose el desarrollo conjunto de Toyota y Electreon.
Entre los datos que se esperaban recolectar, además de las 100 hs 24m y 15s de marcha continua y los 1.942,56 kilómetros recorridos, se transfirieron un total de 241,69 kWh de energía, lo que arroja un consumo medio de 7,96 kilómetros por cada kWh consumido, o dicho de otro modo, 12,44 kWh cada 100 kilómetros. El último dato que se quería obtener era el del ahorro de emisiones contaminantes, y este dato fue 373.68 Kg de dióxido de carbono (CO2).
Como es sabido, Toyota cree que los híbridos e híbridos enchufables deben ser parte del programa de descarbonización de la atmósfera y no únicamente los eléctricos, ya que si se repartiera el litio y materiales raros de una gran batería en 90 autos híbridos, estos emitirán menos también, y en el promedio, el planeta saldrá ganando.
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