Para muchos de quienes leen estas líneas, el primer acercamiento a los cazadores de tornados fue la película Twister, allá por 1996. Y en ese entonces ya existían vehículos especialmente preparados para poder acercarse tanto como fuera posible a uno de estos fenómenos meteorológicos que se dan particularmente en el interior de Estados Unidos en los meses de abril, mayo y junio, del mismo modo que se dan los huracanes en el mar Caribe entre los meses de septiembre, octubre y noviembre con mayor intensidad que en el verano del hemisferio norte.
A mediados de los 90, sin embargo, esos vehículos tenían el equipamiento necesario para detectar las condiciones atmosféricas propicias para la formación de un tornado pero no estaban diseñados para soportar la intensidad de los vientos que podían alcanzarlos. En aquella película protagonizada por Helen Hunt y Bill Paxton, una gran Van GMC era el vehículo de “los malos”, y una humilde Dodge Ram 1500 era la que utilizaban los protagonistas.
Pero las cosas cambiaron, el estudio de los tornados permite predecirlos con mayor antelación y determinar su intensidad. La mayoría de los resultados se han obtenido gracias a satélites, pero también ha habido vehículos específicos capaces de entrar en contacto con los tornados que aportaron conocimiento técnico de su funcionamiento. También hay cazadores de tornados que lo hacen sólo por diversión, y en tiempo de redes sociales, para generar contenidos que les permitan aumentar su popularidad.
Hace varios años, una serie de televisión de Estados Unidos llamada Storm Chasers (cazadores de tormentas), se hizo muy popular por sus arriesgados acercamientos, que fueron hechos con tres diferentes vehículos llamados Dominator. Hace exactamente diez años, en abril de 2023, se estrenó el último de ellos, conocido como Dominator 3, y aún hoy, su propietario, el afamado meteorólogo Reed Timmer, sigue utilizándolo para perseguir tornados en diversos estados de Norteamérica, con finalidades científicas.
El Dominator 3 es un vehículo tan famoso como su dueño, a punto tal que el animador de TV Jay Leno ha realizado un programa especial de su conocido show referido a automóviles, con el auto y el meteorólogo. La esencia del vehículo es un Ford Super Duty F-350, aunque sin conocer ese dato es imposible darse cuenta, porque ha sido modificado completamente salvo por su mecánica, que conserva el motor V8 Power Stroke 6.7 litros diésel.
La carrocería tiene tres cualidades vitales para poder cumplir con su función sin salir volando o quedar destrozada por el impacto de todo tipo de elementos que suelen viajar a altísimas velocidades rompiendo todo a su paso. Es aerodinámica, resistente y muy pesada.
Está diseñada de modo tal de ofrecer la menor resistencia al viento, intentando cumplir con una función similar a la de una ventosa. Esto se consigue con su forma de burbuja y con una suspensión hidráulica que se cierra tanto como para permitir que el piso quede cerca de apoyarse en el suelo intentando evitar que una corriente de aire fuerte que pase por debajo, despegue de la faz de la tierra al Dominator 3. Esa condición se consigue también con unos faldones que cierran completamente el paso del aire y que se apoyan en el suelo una vez que el vehículo está en su mínima altura.
Está construida con acero calibre 16 con un compuesto de polietileno kevlar en el exterior, que le agrega una mayor capacidad de deslizamiento al contacto. Las ventanas y el vidrio delantero son a pruebas de alto impacto, ya que están construidos con policarbonato tipo Lexan. Esto ha elevado considerablemente su peso, que alcanza los 4.900 kilogramos sin pasajeros a bordo.
El Dominator 3 es capaz de detenerse frente a un tornado EF-4, que es el segundo más intenso de la escala con la que se los clasifica por su intensidad y peligrosidad. Los vientos de un tornado EF-4 pueden llegar hasta los 320 km/h.
Pero si el peso, la forma y la resistencia no son suficientes para enfrentarse a uno de estos temibles sucesos meteorológicos, el vehículo tiene cuatro patas que se pueden hundir en el piso hasta 25 centímetros de profundidad. Esto es posible porque, a diferencia de lo que muchos creen, esto vehículos no están hechos para rodar durante el contacto con un tornado, sino para detenerse en su camino, sujetarse firmemente al piso y estudiar sus características cuando lo está superando.
El Dominator 3 le costó a Timmer más de 100.000 dólares solamente en las modificaciones de su carrocería y suspensiones, a lo que debe sumarse el equipamiento tecnológico que se utiliza a bordo para detectar y analizar tornados a distancia. Recientemente, en una estación de servicio de un pueblo llamado Mitchell, en Dakota del Sur, el Dominator 3 fue visto reaprovisionando combustible y aprovechando la parada técnica para el almuerzo. Su presencia fue centro de atención de los pobladores y periodistas, quienes inmediatamente se acercaron a preguntar Timmer y su equipo si estaban en peligro de un tornado de grandes dimensiones o sólo iban de paso. Ese es el impacto que causa al ser visto en los caminos de Estados Unidos.
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