Comprar un auto 0 kilómetro hoy en Argentina no se trata solamente de elegir el modelo, juntar el dinero y pagarlo. En realidad, ahí empieza una verdadera odisea, que es lograr que el auto llegue a nuestro garage en el término de los próximos seis meses como mínimo. Hay excepciones, pero la normalidad es esa. Entonces, muchas personas que tienen el dinero y no están dispuestas a esperar un año, deciden comprar un buen usado, que no tenga más de dos o tres años, y que les permita renovar su actual vehículo.
Así empieza la rueda que reactiva los autos de segunda mano en el mercado, ya que se entrega un auto con más años y se retira con menos tiempo de uso. Así quedan en oferta muchos modelos con cierta antigüedad que pueden ser buenas alternativas. En cualquier caso, aprovechándose de la situación de escasez de nuevos, hay usados por los que piden tanto como por un 0 km, de modo que es cuestión de buscar y no entusiasmarse con el primero que aparece. La cabeza fría es clave. Siempre hay que saber decir, “lo voy a pensar”, y después, tomar todas las precauciones posibles para evitar una mala experiencia.
Hay puntos de un auto que hablan del uso que ha tenido. Se pueden ver en la carrocería y en el interior, y después está “la historia clínica” del vehículo, que al igual que la de un paciente que va al médico, está en los papeles.
Pero como un auto entra por los ojos, es muy importante revisarlo completo antes de sentarse a discutir el precio o la forma de pago. Lo ideal siempre es ir a verlo con un especialista, un mecánico o un vendedor de confianza, que sabe qué tiene que observar. Pero no todos tienen una persona que los pueda acompañar, de modo que lo más común es verse obligados a hacer una observación detallada en base a ciertos parámetros.
Antes que nada, preguntar el kilometraje es tan importante como el precio. Esas dos son variables que deben servir como filtro. Ni muy caro ni muy usado es el equilibrio que hay que encontrar. Y así como en otras épocas era muy común que el kilometraje fuera alterado, hoy es mucho más complicado, ya que todos los autos tienen computadora, y esa alteración se podría comprobar al conectarle un scanner, salvo que se haya restaurado todos los módulos electrónicos de un auto, lo que ya representa una estafa. De todos modos, si un auto con varios años tiene pocos kilómetros, siempre hay que tener cuidado.
Para comprobarlo, no es la pintura exterior la que dará su veredicto, sino algunos detalles en su interior. Sentarse en la butaca del conductor permite verificar varias cosas muy importantes. La primera es el desgaste del volante. Aunque muchos no lo crean, un auto con mucho uso se nota porque en el lugar que se colocan las manos, suele estar considerablemente desgastado. También se puede apreciar ese desgaste en la empuñadura de la palanca de cambios, pero como es fácil cambiarla por una nueva, el otro punto a verificar es el desgaste de los pedales, que en general están recubiertos con goma, que debería presentar un desgaste razonable. Si están muy gastados, el auto tiene muchos kilómetros, y si están nuevos, es porque los han reemplazado. Motivo para sospechar. El otro punto a mirar es el desgaste del tapizado de la butaca del conductor. Es otro síntoma de mucho uso.
Si el interior está en buen estado general, empieza la revisación externa. No hay que mirar tanto la pintura en general, sino los bordes. Abrir las puertas y verificar que la pintura no se corte entre el exterior e interior, permitirá verificar si el auto fue pintado. Lo mismo se debe hacer con el capó y el baúl. Se deben mirar los bordes de la parte que se abre como los de las partes que están fijas, como por ejemplo los guardabarros. En los vidrios fijos, como el del portón trasero de un hatchback o un SUV, si ese panel fue repintado, se podrá apreciar porque la pintura tiene un corte justo debajo del vidrio.
Las luces también dicen mucho del auto, más que los paragolpes, que pueden estar repintados porque en los estacionamientos se suelen rayar y muchas personas hacen ese trabajo cada determinado tiempo. Que el paragolpes esté repintado no significa necesariamente que el auto haya sufrido un accidente, en cambio que las ópticas o los faros traseros sean nuevos, implica que hubo un impacto de mayor magnitud. Las luces delanteras, por acción de la intensidad misma de las lámparas de iluminación, después de algunos años se empiezan a poner opacas. Si están muy nuevas, es recomendable levantar el capó y ver si los guardabarros no están repintados. Ópticas nuevas y guardabarros o capó repintado, suele hablar de un accidente.
Finalmente, la historia clínica: los papeles. El más importante es el registro de todos los servicios que se hayan hecho a un vehículo. No solamente el service oficial sino los cambios de aceite y filtros. Si un auto tiene el kilometraje real, es muy importante que coincida con los cambios de fluidos vitales y protecciones del motor. Si el último cambio de aceite ha sido muy reciente, hay que levantar la varilla de nivel y comprobar el color. “Si está color té es un aceite nuevo, si está color café, es aceite viejo”, dice Matías Ferreyra, experto de Autologic, que por su experiencia, está acostumbrado a inspeccionar vehículos usados.
El informe de dominio se debe pedir siempre. Se puede hacer on-line a través del sitio web de la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios (DNRPA). Ese informe permite comprobar y confirmar los datos reales del titular que registró el vehículo, el número de control, la cédula en vigencia y distintos datos del automotor como modelo y códigos de chasis y motor. Con esta información se podrá saber si el vehículo tiene prenda, si está solicitado por la justicia, si tiene algún embargo o inhibición de uso.
Se puede pedir también el informe de dominio histórico, que tiene costo adicional, para saber todos los titulares que tuvo un automóvil. Eso es porque puede ser de segunda mano, pero también puede ser de tercera, cuarta, etc. En esa información, se podrá comprobar con qué separación de tiempo se hicieron las transferencias, porque a veces una transferencia seguida de otra sólo significa que el vehículo se vendió a una persona que sólo fue intermediario de una operación, y no que lo haya utilizado.
El otro informe que se debe pedir es la Verificación Policial (VPA). Se trata de una inspección que se realiza en cada vehículo para constatar que el número de motor, el número de chasis y el tipo de automotor correspondan con lo que está especificado en la documentación del vehículo. La VPA se efectúa en plantas que están a cargo de peritos de las distintas policías de nuestro país, ya sea Federal o Provinciales, y la Gendarmería, que están autorizados por la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor. Es obligatoria para concretar la inscripción inicial de un 0 km y la transferencia de un vehículo usado.
Y después están los certificados de libre deuda, tanto de infracciones como de patentes. “El de infracciones para, que tenga cobertura nacional, debe ser el Formulario 13 I”, sugiere Ferreyra también, y lo explica diciendo que “si el vehículo registró una infracción en una jurisdicción distinta a la de la operación, por ejemplo en un viaje de vacaciones por otra provincia, tendrá una deuda pendiente que pasará al nuevo titular”.
Y un consejo final, con el costo que tienen los neumáticos hoy en día, es recomendable verificar el estado del dibujo pero también la fecha de fabricación. En la banda lateral hay un óvalo que tiene cuatro números. El primer número es el de la semana de un año, y el segundo es el del año en que fue fabricado ese neumático. Una cubierta muy vieja estará reseca y no funcionar adecuadamente. Y algo similar puede suceder con las mangueras y correas del motor, revisar que no estén agrietadas o resecas podrá evitar problemas mecánicos al poco tiempo de empezar a usar el vehículo.
No es tan sencillo hacer el trabajo de encontrar un buen auto usado. “Las agencias tenemos esa ventaja de tener todo aceitado, y un local con un prestigio que cuidar. No podemos hacer mal las cosas, ni vender un ‘auto malo’ porque quedaremos expuestos a una queja o incluso una denuncia”, dice Marcelo Vallone, que tiene una agencia multimarca en la zona oeste del Gran Buenos Aires. “Por eso hay que tener mucho cuidado en las compras particulares, yo no las recomiendo salvo que sea a una persona conocida del comprador. Tal vez por ahorrarse unos pesos, que en el valor de un auto no es gran cosa, se pueden comprar un dolor de cabeza”.
Seguir leyendo